Redacción El País
Mantener cierto grado de organización es positivo en la vida cotidiana, pero cuando estos comportamientos se llevan al extremo, pueden indicar problemas subyacentes. Por ejemplo, ordenar meticulosamente los billetes por denominación podría ser un signo de Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), según la psicología. La clave está en evaluar cómo estas acciones impactan la vida diaria de la persona.
¿Dónde está el límite entre el orden saludable y el TOC?
Los psicólogos distinguen entre ser ordenado y caer en patrones obsesivos. El problema surge cuando el más mínimo desorden genera ansiedad desproporcionada, aunque no siempre implica un diagnóstico de TOC. Según la Asociación TOC Madrid, este trastorno se caracteriza por:
- Pensamientos intrusivos (obsesiones)
- Comportamientos ritualizados (compulsiones) para aliviar la angustia.

Datos relevantes sobre el TOC
Es el cuarto trastorno mental más común, por encima de la esquizofrenia, la anorexia o el trastorno bipolar (Asociación TOC Andalucía TOCAS).
La Mayo Clinic aclara que el TOC no es sinónimo de perfeccionismo: las obsesiones van más allá de preocupaciones normales por el orden o la limpieza.
¿Cuándo buscar ayuda?
El TOC requiere atención médica cuando interfiere significativamente en la vida, por ejemplo:
- Tiempo excesivo en rituales (ej.: lavado de manos, orden).
- Problemas físicos, como dermatitis por higiene repetitiva.
- Dificultades laborales, sociales o académicas.
- Conflictos en relaciones personales.
- Ideación suicida (en casos graves).

En contraste, gestos como ayudar al mozo a recoger la mesa suelen reflejar empatía o educación, sin implicaciones patológicas.