Infancia y Navidad: cómo aplicar la regla de los 4 regalos para fomentar el valor y la gratitud

Aprendé a elegir obsequios que estimulen, sean útiles, deseados y se puedan compartir. Una guía para evitar los juguetes sexistas y el exceso de pantallas.

Navidad

Si a la hora de comprar un regalo de Navidad, los adultos buscamos las tres B (bueno, bonito y barato), la regla para elegirle un obsequio a un niño es otra. La socióloga Claudia Guimaré, invita a pensar en lo que denomina “la regla de los cuatro regalos”.

La sugerencia puede aplicarse a un solo obsequio o a la selección de varios que reunan determindas características: que pueda compartirse, que sea algo deseado, que estimule y que sea útil.
“¿Cuántas veces hacemos un tremendo regalo y el niño juega con la caja? ¿O a los dos minutos, deja tirado lo que amorosamente elegimos? ¿O no terminó de abrir una bolsa y ya pide el siguiente paquete porque la cantidad de opciones es abrumadora?”, se preguntó Guimaré.

Convencida de que los adultos hemos sido testigos de estas situaciones en numerosas oportunidades, para evitarlas lo primero que sugirió es dejar atrás los excesos.

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Foto: Unsplash.

En este sentido, la experta citó al psiquiatra colombiano Santiago Duque, quien afirmó que “el primer daño que genera hacer demasiados regalos es no enseñarles a darle valor a las cosas. El segundo, es no generarles herramientas ante la frustración en niños de no obtener todo lo que quieren, dejándolos indefensos ante cualquier obstáculo que les genere la vida”.

En este contexto, los niños hiperregalados, ven “adormecida” su sensibilidad y su emoción ante cada regalo. “Terminan dándole menos valor y aprenden a relacionar el placer con tener más y más y más cosas externas y materiales”, remarcó.

“Un buen regalo no es uno caro, algo que está de moda o un capricho pasajero, sino es aquel que le hace bien al niño. Que lo hace sentirse querido. Que lo estimula, pero también que lo divierta y tenga que ver con sus inquietudes e intereses”, subrayó Guimaré.

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Foto: Unsplash.

Cómo elegir regalos

La experta recomendó seguir la “regla de los cuatro regalos”.

1. ¿Puede compartirse? Un regalo que el niño pueda usar con sus amigos, será la mejor forma de brindarle aprendizaje y juego. Jugar con otros le permitirá socializar, aprender a esperar turnos y adaptarse a las reglas del juego. Mientras interactúa con sus pares, también aprenderá a tomar en cuenta los deseos e ideas de los demás.

2. ¿Es deseado? Si le regalás al niño algo que desea profundamente, le dará un valor importante a ese obsequio. En cambio, si optás por entregarle algo que quiere porque sí, solamente cumplirá un antojo ese juego no le dejará nada.

3. ¿Estimula? Un regalo que enseñe algo de manera divertida o que lo desafíe, dejará su huella. No será uno más en la colección de juguetes.

4. ¿Es útil? Sí en el sentido más tradicional de la palabra. Es algo que necesita, ya sea una prenda que le hace falta, los championes para ir a la cancha o algo que necesite para sus vacaciones.
“Así hacían nuestras madres y abuelas cuando no había dinero para comprar juguetes y al mismo tiempo ropa y útiles para varios hijos. Este tipo de regalos es una forma de darle valor a las cosas que damos por sentado nuestros padres nos comprarán y siempre tendremos”, remarcó Guimaré.

Qué evitar

Así como se piensan regalos para niños en función de cada niño, su edad y sus intereses, también deberíamos detenernos un segundo para detectar qué no regalar. En este sentido, Guimaré recomendó tener en cuenta cuatro puntos:

1. Sexismo. “No regales juguetes en función de si es niño o niña, ni elijas aquellos que fomenten estereotipos de género. Como dicen, los juguetes no tienen género, la gente tiene prejuicios”.

2. No elegir aquellos que promueven la violencia, ya sea entre pares o hacia con terceros (por ejemplo, contra los animales o el medio ambiente).

3. Evitar las propuestas o juguetes que los transforman en sujetos pasivos de la acción. “Como explican los expertos, el mejor juguete es el que menos hace por el niño así será él será el protagonista del juego”, apuntó.

4. Descartar las pantallas y regalos tecnológicos. “Sabemos que son tan atractivos como adictivos y están diseñados para que los niños se enganchen y no puedan parar, sobre todo cuando son pequeños, provocando enormes descargas de dopamina en el cerebro (el neutrotransmisor del placer)”, enfatizó Guimaré. Y agregó: “Está comprobado científicamente que en niños pequeños las pantallas no solo retrasan el desarrollo del lenguaje, sino que también entorpecen el sueño.

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Foto: Unsplash.

Más allá de abrir regalos, también la Navidad puede ser una instancia para fomentar la solidaridad. ¿Qué tal seleccionar algunos juguetes para donar, a sabiendas que pronto llegarán algunos nuevos. Además de recibir, los más pequeños -aquellos que ya sepan la identidad de Papá Noel- pueden aprender el placer y la alegría de ayudar a otros.

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