Redacción El Pais
Para mejorar la resistencia al esfuerzo físico y evitar fatigarte rápidamente, lo ideal es combinar ejercicios aeróbicos (para la capacidad cardiovascular) con entrenamientos funcionales o de fuerza ligera (para que tus músculos trabajen de manera más eficiente).
Aquí tres ejercicios efectivos y progresivos, que podés adaptar a tu nivel actual
1. Caminata o trote por intervalos
Objetivo: mejorar la capacidad pulmonar y la eficiencia del corazón.
Cómo hacerlo:
- Alterná 2 minutos de caminata rápida con 1 minuto de trote suave.
- Repetí el ciclo durante 20 a 30 minutos.
- A medida que avances, podés aumentar los minutos de trote o reducir los de caminata.Frecuencia: 3 a 4 veces por semana.Consejo: mantené una respiración rítmica (inhalar por la nariz, exhalar por la boca) para oxigenarte mejor.
2. Entrenamiento con bicicleta o elíptico
Objetivo: desarrollar resistencia muscular en piernas y mejorar el sistema cardiovascular sin impacto articular.
Cómo hacerlo:
- Comenzá con 10 a 15 minutos a ritmo moderado.
- Luego aumentá gradualmente el tiempo o la resistencia del aparato.
- Hacé series de 3 minutos intensos y 2 minutos suaves para estimular la resistencia.Frecuencia: 2 a 3 veces por semana.Consejo: mantené la espalda recta y no bloquees las rodillas al pedalear.
3. Circuito de cuerpo completo (sin peso o con peso corporal)
Objetivo: fortalecer grandes grupos musculares y mejorar la resistencia general.
Ejemplo de circuito (3 rondas):
- Sentadillas – 15 repeticiones
- Flexiones o apoyos en pared – 10 repeticiones
- Plancha frontal – mantener 20 a 30 segundos
- Zancadas alternadas – 10 por pierna
- Saltitos en el lugar o marcha activa – 30 segundos
Descanso entre ejercicios: 20-30 segundos.
Frecuencia: 2 a 3 veces por semana.
Consejo: controlá la respiración durante el esfuerzo y aumentá la duración del circuito cada dos semanas.