The Conversation*
El vendaje neuromuscular o kinesiotape es una técnica de vendaje elástico ampliamente utilizada en fisioterapia y medicina deportiva para abordar diversas afecciones musculoesqueléticas.
Estas tiras de colores fueron creadas por el quiropráctico japonés-estadounidense Kenzo Kase en los años 70, pero llegaron a Europa de la mano del futbolista Alfred Nijhuis, que jugó en el Borussia Dortmund de Alemania a finales de los años 90.
Y aunque la popularidad de las cintas ha crecido en las últimas décadas, sobre todo desde los Juegos Olímpicos de Pekín (2008) y Londres (2012), la evidencia científica sobre su eficacia presenta resultados mixtos.
¿Cómo se supone que funciona el kinesiotape? Se postula que actúa levantando ligeramente la piel, lo que podría reducir la presión sobre los receptores del dolor y mejorar la circulación sanguínea y linfática.
Este efecto teórico sugiere una disminución de la inflamación y una mejora en la función muscular y articular. También se ha propuesto que el vendaje proporciona una estimulación táctil que podría influir en la propiocepción –el sentido que nos permite percibir las partes del cuerpo– y el control neuromuscular.
Sin embargo, estos mecanismos se basan principalmente en hipótesis. La evidencia empírica que los respalda es limitada.
De hecho, la investigación sobre la efectividad del kinesiotape en el tratamiento del dolor musculoesquelético ha arrojado resultados variados. Veamos algunos de estos estudios en relación con varias dolencias.
Dolor de hombro
Un estudio evaluó la eficacia del kinesiotape en pacientes con dolor de hombro y encontró que, aunque hubo una reducción, las diferencias no fueron estadísticamente significativas en comparación con un grupo control.
Los autores concluyeron que el kinesiotape podría no ser más efectivo que otros tratamientos convencionales para esta afección.
Lumbalgia crónica
Una revisión sistemática –que recopila la literatura científica sobre un tema– analizó el uso de esta técnica en pacientes con lumbalgia crónica.
Los resultados indicaron que, aunque algunos estudios reportaron mejoras en el dolor y la funcionalidad, la evidencia no es concluyente. Esto fue debido a la heterogeneidad de los estudios y la calidad metodológica variable.
Inestabilidad de tobillo
Otra revisión sistemática investigó la efectividad del kinesiotape en individuos con inestabilidad de tobillo. Los hallazgos sugieren que el vendaje puede mejorar la fuerza muscular, el equilibrio y la propiocepción en estos pacientes.
Sin embargo, no se observaron mejoras significativas en el control postural, la actividad muscular y la funcionalidad general.
Síndrome del túnel carpiano
Por último, los estudios analizados por otra revisión mostraron que el vendaje podría reducir el dolor y mejorar la funcionalidad a corto plazo en los pacientes con síndrome del túnel carpiano.
No obstante, la evidencia es limitada y se requieren más investigaciones para confirmar estos efectos.
Falta de consenso y efecto placebo
A pesar de la falta de consenso en la literatura científica, varios metaanálisis indican que el uso del kinesiotape no es estadísticamente significativo en la reducción del dolor y el aumento de la funcionalidad en los pacientes.
Por el contrario, muchos profesionales de la salud y pacientes reportan beneficios subjetivos con el empleo de este vendaje muscular.
Es posible que parte de estas mejoras se deban al efecto placebo o a la percepción individual de alivio. Además, la correcta aplicación del vendaje es crucial: una técnica inadecuada puede limitar su potencial beneficio e incluso causar molestias. Por lo tanto, se recomienda que la colocación del kinesiotape sea realizada por profesionales capacitados.
Hacen falta más estudios
El kinesiotape puede ofrecer beneficios en ciertas condiciones musculoesqueléticas, como mejoras en el dolor, la propiocepción y la función muscular. Sin embargo, la evidencia científica actual no es suficientemente sólida para respaldar su uso como tratamiento principal en todas estas afecciones.
Se sugiere considerar esta técnica como una herramienta complementaria dentro de un plan de tratamiento integral que incluya otras intervenciones basadas en evidencia, como ejercicios terapéuticos y terapia manual.
Es fundamental que futuras investigaciones de alta calidad metodológica aborden las limitaciones actuales para determinar con mayor precisión la eficacia y los mecanismos de acción del kinesiotape en diversas patologías.
Por tanto, ¿es bueno su uso? Aquí está la paradoja que observamos en fisioterapia: no hay evidencia científica hasta la fecha, pero los pacientes refieren mejoría en sus lesiones con la aplicación de esta técnica.
*Jorge Velázquez Saornil
Profesor en Fisioterapia, Universidad Pontificia de Salamanca