Redacción El País
El insomnio es un problema frecuente en la población adulta y muchas veces está relacionado con el estrés y el ritmo de vida acelerado. Sin embargo, una causa menos conocida de los problemas de sueño es la falta de vitamina D, un nutriente clave que el cuerpo obtiene principalmente a través de la exposición al sol y de ciertos alimentos.
Investigaciones han demostrado que la deficiencia de vitamina D puede estar vinculada a trastornos del sueño como el insomnio, la apnea y la alteración en la calidad del descanso. Este nutriente desempeña un papel importante en la regulación del ciclo de sueño y vigilia, por lo que su escasez en el organismo podría dificultar la conciliación del sueño y provocar despertares nocturnos frecuentes.
¿Por qué puede faltar vitamina D en el cuerpo?
Existen varios factores que pueden llevar a una deficiencia de esta vitamina, entre ellos:
- Falta de exposición al sol: Pasar demasiado tiempo en espacios cerrados o usar protector solar en exceso puede reducir la producción de vitamina D en la piel.
- Dieta pobre en vitamina D: Alimentos como huevos, pescados grasos, leche fortificada y hongos son fuentes naturales de este nutriente.
- Obesidad: Las células grasas retienen la vitamina D, lo que disminuye su disponibilidad en el organismo.

- Enfermedades digestivas y renales: Trastornos como la celiaquía o la enfermedad de Crohn pueden dificultar la absorción de la vitamina, mientras que los problemas renales afectan su conversión en su forma activa.
- Edad avanzada: Con el paso del tiempo, el cuerpo pierde eficiencia en la conversión de la vitamina D, aumentando el riesgo de deficiencia.
Para mejorar la calidad del sueño, es recomendable asegurarse de obtener suficiente vitamina D a través de la alimentación o, si es necesario, mediante suplementos bajo indicación médica. Además, pasar tiempo al aire libre y mantener una rutina de descanso adecuada pueden contribuir a mejorar el sueño y la salud en general.