Apifarma: el laboratorio que innova en el uso de Apitoxina para mejorar la salud de los uruguayos

En un mundo donde cada vez más personas buscan alternativas para cuidar su salud, Apifarma se destaca en Uruguay como líder en medicina homeopática, gracias a su enfoque innovador en el uso de la apitoxina, un potente componente obtenido del veneno de abejas, con numerosos beneficios para el organismo humano.

Fundada sobre los principios de la medicina natural, Apifarma combina la sabiduría ancestral con la ciencia moderna para ofrecer soluciones de salud efectivas y seguras.

Eduardo Lema, director de Apifarma, relata que descubrió los usos de la apitoxina "por las vueltas de la vida", tras escuchar una charla en la Sociedad Apícola, donde se formó como apicultor.

“Me llevó bastante tiempo desarrollar algo, porque fue todo a pulmón. Aquí no había ninguna experiencia al respecto. Tuvimos que inventar todo, desde el aparato de extracción hasta el método. Nos tomó más de un año crear un dispositivo desde cero, ya que los antecedentes que existían no se adaptaban a nuestras abejas”, detalla.

Así lograron crear un aparato de precisión, capaz de estimular a la abeja para que expulse veneno o apitoxina, permitiéndole continuar con su ciclo de vida normal. Este enfoque sostenible es parte integral de la filosofía de Apifarma, que se esfuerza por minimizar su impacto ambiental mientras maximiza los beneficios terapéuticos de sus productos.

La apitoxina ha sido utilizada en la medicina tradicional durante siglos, pero en la última década la ciencia ha comenzado a desentrañar sus mecanismos de acción. Investigaciones han demostrado que la apitoxina tiene un efecto analgésico comparable al de los analgésicos sintéticos, pero con menos efectos secundarios. “La apitoxina actúa a nivel celular para reducir la inflamación y modular la respuesta inmune, lo que la convierte en una herramienta poderosa para el tratamiento de enfermedades crónicas como la artritis y el reumatismo,” comenta el doctor en química Pablo Cabral, jefe de producción y desarrollo de Apifarma.

Además de su capacidad para aliviar el dolor, la apitoxina mejora la circulación sanguínea, siendo beneficiosa en el tratamiento de trastornos vasculares y en la regeneración de tejidos dañados. Estos efectos hacen que los productos de Apifarma sean una opción viable para pacientes que buscan una alternativa a los tratamientos convencionales.

Apifarmaha desarrollado una línea completa de productos de Apitox que incluyen cremas tópicas, geles, parches y suplementos orales, todos formulados para aprovechar las propiedades de la apitoxina.

“Cada uno de nuestros productos pasa por un riguroso proceso de control de calidad”, destaca Eduardo Lema. “Queremos asegurarnos de que nuestros clientes reciban un producto que no solo sea efectivo, sino también seguro para su uso continuo.”

Foto: cortesía

“El 100% de la apitoxina que usamos en nuestros medicamentos pasa por un riguroso control, y en 27 años no hemos tenido ningún registro negativo grave”, puntualiza Cabral.

Y añade: “El producto ha demostrado ser seguro, eficaz y bien tolerado para el tratamiento de dolencias reumáticas y enfermedades inflamatorias. Hemos recibido muchas historias de éxito de personas que han mejorado significativamente su vida gracias a nuestros productos”.

La alta calidad de Apifarma y de sus productos ha permitido que sea el único laboratorio homeopático autorizado por el Ministerio de Salud Pública para producir a gran escala. Los productos de Apifarma, ya sean geles, cremas o comprimidos, se pueden adquirir en tiendas de productos naturales, homeopatías y farmacias.

Además, el comprimido sublingual de Apifarma es prácticamente único en el mundo y de altísima calidad: “No tenemos información de que se venda como tal para uso farmacéutico en ninguna otra parte", señaló Lema.

No obstante, Apifarma enfrenta competencia desleal, lo que ha motivado su esfuerzo por regular el mercado. “Somos los únicos con registros habilitados en Salud Pública y estamos sufriendo competencia desleal”, advierte Lema. Añade que en el mercado hay productos elaborados a base de apitoxina que en realidad no pasan por un proceso de laboratorio riguroso.

Eduardo Lema tiene grandes planes para el futuro de Apifarma. “Nuestro objetivo es expandirnos internacionalmente, llevando los beneficios de la apitoxina a una audiencia más amplia. También estamos explorando nuevas aplicaciones de la apitoxina en campos como la cosmetología,” revela Lema.

Apifarma ha recibido el aval de la Agencia Nacional de Investigación (ANII) para desarrollar productos cosméticos, dado que se ha comprobado que la apitoxina tiene efectos en la piel similares a los de la toxina botulínica, más conocida como Botox.

El compromiso de Apifarma con la sostenibilidad se extiende más allá de sus métodos de producción. La compañía trabaja activamente en la conservación de las abejas, un componente vital para el ecosistema. “Las abejas son esenciales para la polinización y, por ende, para la seguridad alimentaria global. En Apifarma, estamos comprometidos con su protección,” asegura Lema.

Además, Apifarma se asegura de que sus procesos de extracción de apitoxina no pongan en peligro a las colmenas, permitiendo a las abejas continuar su ciclo de vida después de la recolección.

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