En base a La Nación/GDA
Uruguay se encuentra en pleno invierno, y algunos de los platos tradicionales para hacerle frente a la época más fría del año son las comidas de olla, como la cazuela de mondongo o la buseca, que no solo proveen calorías al cuerpo humano, sino además poseen una gran cantidad de nutrientes que benefician al organismo.
El mondongo es carne que proviene de las paredes musculares del estómago de las vacas principalmente, aunque también de búfalos y ovejas. En Uruguay es tradicionalmente consumido por su sabor exquisito y su suave textura, y no solo se come en cazuelas, sino también guisos y sopas.
Lo más nutritivo del mondongo
Es una gran fuente de proteínas de alta calidad, que son esenciales para el desarrollo y reparación muscular, así como para el mantenimiento de tejidos en todo el cuerpo. Además de su alto contenido proteico, este corte vacuno ofrece una impresionante variedad de nutrientes fundamentales. Es particularmente rico en vitamina B12, crucial para la salud del sistema nervioso y para la formación de células sanguíneas, lo que ayuda a prevenir trastornos como la anemia.
Además, estas vísceras contienen minerales importantes como el zinc, que es vital para la función inmune, la reparación del ADN y la división celular; el selenio, un antioxidante que protege las células del daño oxidativo y apoya la función tiroidea; y el hierro, necesario para la producción de hemoglobina que transporta oxígeno en la sangre. También es fuente de calcio y fósforo, fundamentales para la salud ósea y dental.
La combinación de estos nutrientes hace del mondongo un alimento altamente beneficioso para fortalecer el sistema inmunológico, mejorar la salud ósea, y apoyar la función metabólica y la curación de tejidos. Su riqueza en proteínas también lo hace ideal para quienes buscan controlar su peso, ya que estas moléculas contribuyen a la sensación de saciedad y ayudan a regular el apetito.
No todos pueden consumir mondongo
El mondongo también presenta algunos inconvenientes que pueden hacer que no sea adecuada para todo el mundo. Uno de los principales es su alto contenido de colesterol, que puede ser motivo de preocupación para personas con condiciones de salud cardiovascular preexistentes o quienes tratan de mantener bajos sus niveles de este tipo de lípidos.
Además, la preparación del mondongo puede ser bastante laboriosa. Su textura fibrosa y dura requiere métodos de cocción prolongados como el hervido o el estofado para ablandar la carne y hacerla comestible. Esta necesidad de cocción extensa puede no ser conveniente para aquellos con estilos de vida ocupados o para quienes prefieren métodos de cocina más rápidos.
Finalmente, aunque el mondongo puede ser muy sabroso cuando se cocina correctamente, su sabor suave y su necesidad de condimentos adicionales para realzarlo pueden no atraer a todos los paladares.