La División Homicidios de la Jefatura de Montevideo dejó en libertad a los dos menores que habían quedado detenidos en calidad de sospechosos por el asesinato al comerciante de 22 años que se resistió al asalto de su local ayer.
Los sospechosos fueron interrogados durante toda la tarde de hoy.
En tanto, mientras los vecinos del barrio Bella Italia se manifiestan en reclamos de mayor seguridad, la Seccional 16ª y Homicidios siguen la intensa búsqueda para dar con los dos delincuentes.
LOS HECHOS . Desde el mes de diciembre de 2009, Fabricio Amarelle atendía junto a su novia el quiosco "Dandy" de Camino Maldonado y Venecia. Ayer, sobre las cinco de la tarde, dos delincuentes llegaron al local y, tras forcejear con Amarelle, le robaron el poco cambio que había en la caja -no mucho más de $100-, dos celulares, el de Amarelle y el de su novia y seis tabletas de chocolate. Escaparon y Amarelle salió a correrlos. Les dio alcance en un descampado, enfrente a su negocio.
Allí, volvió a trabarse en lucha con los rapiñeros, pero uno de ellos sacó un arma, disparándole dos tiros, uno de los cuales impactó en el tórax del comerciante.
El joven quedó tendido en el suelo y aún estaba con vida cuando llegaron efectivos de la Seccional 16ª y una emergencia médica que lo trasladó a la policlínica de Jardines, donde falleció. Trabajaron en el lugar efectivos de la seccional 16ª, de la División Homicidios de Jefatura y Policía Técnica. El dueño del local, quien lo alquilaba al joven comerciante, dijo a El País que trabajó en el quiosco durante 20 años, y que en ese lapso lo asaltaron 19 veces.
PERFIL . "A este pibe lo vi desde chico, conozco a los padres, los abuelos", dijo el hombre, quien pidió no identificarse porque vive "hace 72 años en el barrio" y no quiere exponerse. El ex comerciante dijo que el año pasado, tanto Amarelle, como su novia, se quedaron sin trabajo, casi al mismo tiempo, por lo que decidieron "jugársela" e invertir todos sus ahorros en el kiosco. "El error de él, pobrecito, fue salir a correrlos; si yo llego a casa un minuto después lo agarro y le digo que no lo haga", sostuvo.
"Fabricio era como el varón que nunca pude tener, nunca perdí un hijo, por suerte, pero esto es la sensación más parecida", concluyó.