EMILIO CAZALÁ
Desde hace pocas semanas, el canal de acceso al puerto de Montevideo cuenta con una profundidad de 12 metros, único en el Río de la Plata con esta característica, y la pasada semana llegó el primer barco containero calando 11.60 metros a Terminal TCP.
Por primera vez en su historia, el puerto de Montevideo, recibió y operó un barco portacontenedores, calando nada menos que 11.60 metros, casi 12 metros de profundidad con total éxito, un hecho impensable y aún desconocido en el sistema portuario del Río de la Plata. Se trata del barco "Pearl River I", una nave que al verse sorprendida por congestión portuaria omitió la escala en Santos y continuó viaje hacia Montevideo con aproximadamente 750 contenedores que descargó acá para poder entrar en el puerto de Buenos Aires, donde ya se sabe que no tienen más de 9.30 metros de profundidad. La inoperancia portuaria de Santos generó para el puerto de Montevideo, una favorable instancia de ingresos económicos y la creación de numerosos puestos de trabajo dada por la realización de 1.500 movimientos. O sea descargar los 750 contenedores en la Terminal TCP y otros 750 para reembarcarlos de retorno para donde están destinados. Para nosotros este es un hecho, bien repetido por cierto, que pone en vitrina internacional la ventajosa y excepcional calidad de Montevideo como puerto "hub" que ha triunfado con prestigio por su manejo profesional de la logística, y por su generosidad de aguas dentro y en el canal de acceso. Pero este hecho debe verse también como un hito, una señal que nos está anunciando, que situaciones como estas se repetirán a medida que el sostenido crecimiento del Brasil -por ejemplo- desborde la capacidad operativa de sus puertos. Esto se ha visto en el pasado y se está repitiendo últimamente. Más aún, se está percibiendo en estos dos últimos años un importante crecimiento de las importaciones por parte del Brasil de Europa, Asia y los Estados Unidos lo cual agrega un plus de millares de contenedores a su habitual movimiento. No deberíamos sorprendernos entonces si en el futuro más barcos deben saltear puertos brasileños por una u otra razón y hacer escala en Montevideo para dejar contenedores y así poder entrar a Buenos Aires donde no hay profundidades mayores a los 9.30 metros. Sin duda el comercio importador y exportador argentino debe haber vivido una sensación de alivio al saber que este barco entró a Montevideo para ponerse en condiciones de navegar por aguas argentinas. Y será inteligente y valioso estar preparados para estas eventualidades y para el mundo marítimo de hoy que reclama profundidades modernas, cuando menos 12.50 metros y más espacio físico para la propia operativa portuaria. Invertir en dragados a profundidad, aun de especulación, no es una mala apuesta pues es una ecuación que atrae barcos. Hace exactamente 234 años los españoles ya sabían de la privilegiada posición geográfica de Montevideo que lo hacía el "único puerto de la Costa Este de Sudamérica". Está claro que cualquier barco con destino a un puerto de Brasil que no pueda obtener servicios inmediatos disparará hacia Montevideo para dejar la carga y poder entrar a Buenos Aires y sostener su itinerario. Hoy tenemos un puerto a 12 metros de profundidad que es el mayor del sistema portuario del Río de la Plata y no se crea que Brasil los tiene de mayor profundidad para barcos portacontenedores, porque además deben dragar como nosotros o quizá más aún para llegar a 12 o 13 metros. Y vale la pena recordar que las costas mas profundas del Atlántico seguramente están en Rocha. Por supuesto no hablamos de Buenos Aires ni de La Plata.
OPERATIVA. Precisando los detalles digamos que el barco "Pearl River I" de Zim Line, descargó en Montevideo, 554 contenedores que deberán ser reembarcados para Santos, 55 para Rio Grande y otros 133 que tienen destino final el puerto de Durban, por lo que se completarán 1.484 movimientos adicionales a los 356 de carga uruguaya. Esta operación la realizará el barco "Wan Hai 506" esperado el próximo 19 de agosto.
El arribo del "Pearl River 1" a Montevideo fue concertado cuando los agentes frente a la posibilidad de omitir Santos consultaron a la Terminal TCP, la viabilidad de operar este buque con un calado de 11.80 metros y apenas tuvieron una respuesta positiva, el barco salteó Santos y enfiló hacia Montevideo, llegando con 11.60 metros, seguramente el barco deslastró esa diferencia antes de llegar al Río de la Plata.
Consultado el Ingeniero Rodolfo Laporta, Gerente de Proyectos de TCP, dijo: "Esto reafirma nuestro convencimiento de que, teniendo TCP la infraestructura capaz de atender a los buques con rapidez y seguridad y pudiendo profundizar el calado a pie de muro hasta los 14 m, es obvio que la limitante para que operen buques de mayor calado, es la profundidad del canal de acceso y del antepuerto. Oportunidades como la que se ha dado en este caso se pueden repetir y sólo si se dispone del calado suficiente, se podrá seguir brindando la chance para que los armadores tengan en cuenta a TCP y al Puerto de Montevideo para sus operaciones similares".
Observó el Ing. Laporta que el canal de acceso recién llevado a los 12 metros de profundidad, el tramo comprendido entre el 0km y el 6km, ha perdido algo de profundidad no obstante lo cual aprovechando la marea y reduciendo la exigencia de los armadores sobre la cantidad agua bajo la quilla, es un hecho que cada día llegan más barcos con calados crecientes pero ninguno hasta ahora había llegado a los 11.60 metros de calado.