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La gran poeta Amanda Berenguer falleció ayer y hoy será su velorio

Herencia. Su obra es una de las más importantes de la poesía del siglo XX

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La influyente "Generación del 45" volvió a reducir la lista de sus miembros vivos: falleció la notable poeta Amanda Berenguer a los 89 años. El velorio será desde las 8 am, en la Biblioteca Nacional. El entierro se realiza a las 11 am en el Buceo.

A través de los tiempos que llevan a la gran calma, publicado originalmente en 1940, Quehaceres e invenciones, de 1963 y La dama de Elche, de 1987, entre otros, son algunos de los libros que quedan como testimonio de su aporte fundamental a las letras uruguayas. También permanecen como testimonio de que fue una de las integrantes de aquella "Generación", en la que estuvieron Idea Vilariño, Mario Benedetti, Ángel Rama, Carlos Real de Azúa entre otros, más abiertas a la experimentación y a la investigación en las posibilidades de la palabra.

"Soy Amanda / y voy hacia Amanda sin destino / apátrida / en medio de la púrpura y de un continuo / asesinato de Amanda", escribía en el poema Avec les gemissements graves du montevidéen. El novelista, ensayista y traductor Amir Hamed la había reivindicado, comparándola con Sor Juana Inés de la Cruz, y había dicho que su poesía es una de las más fuertes de la literatura de la segunda mitad del siglo XX. En su defensa, escribió lo siguiente en un artículo: "En último término, hay otra Amanda, muerta en reiteración real, que todos los que deambulamos por el barrio de las letras, en Montevideo, olvidamos. Es la que (pasado medio siglo de actividad) todavía se niega a ser jibarizada como parte del paisaje literario, la que está más allá de esa mujer afabilísima, bajita, solidaria, obsesiva, siempre deslumbrada, que comparece en los recitales de poesía o las presentaciones de libro; la que de alguna forma se resiste al perpetuo homicidio de su obra en que han incurrido (por dejadez, por impericia, acaso por crasa envidia), sus colegas uruguayos."

Lo cierto es que, por otra parte, tuvo su lugar de peso, no solo como integrante de la Generación del 45, sino también como Académica de Honor de la Academia Nacional de Letras del Uruguay, aunque este cargo le haya sido otorgado a sus 85 años. Su obra recibió innumerables premios, como el llamado "Reencuentro de Poesía", que en 1986 le dio la Universidad de la República por su libro Los signos sobre la mesa. Ante mis hermanos supliciados. Al año siguiente, La dama de Elche (1987) recibió el primer premio de literarios otorgado por el Ministerio de Educación y Cultura, y en 1990 fue galardonado con el Premio Bartolomé Hidalgo, de manos de la Cámara Uruguaya del Libro.

Su obra, en las palabras de Hamed, es una constante contemplación del universo y de sus dobleces. "Estoy / descendiendo por una escalera mecánica / que me lleva a ciegas/¿soy yo?/ sin embargo me veo sentada a la mesa / escribiendo y / cuando quiero llorar no lloro / y a veces lloro sin querer", escribía Berenguer en su poema ¿No quieres venir a llorar conmigo?

Toda una vida. Berenguer quedó viuda en 2006 del ensayista, narrador y docente José Pedro Díaz. Ambos habían nacido en Montevideo en el mismo año, 1921, y se casaron en 1944, con lo que estuvieron juntos más de seis décadas en una fructífera relación ya que ambos produjeron una bibliografía importante e ineludible.

Uno de sus libros más importantes, especialmente en el contexto de su obra, fue Quehaceres e invenciones, publicado en 1963. Supuso un verdadero giro en su poesía, de acuerdo a quienes han estudiado su bibliografía, ya que profundizó en la búsqueda de nuevas estructuras para sus textos, investigando en las posibilidades sonoras de las palabras. En ese sentido, el valor de ese libro es más bien histórico y tiene que ver con la evolución de su prosa, por lo que no se podría decir que esté por encima del resto.

En un artículo en El País Cultural, Rafael Courtoisie había dicho que Berenguer era la poeta más inquieta, renovadora y dialéctica de su generación. En 1995, siete años antes de ese elogio, ella escribió un poema titulado El comedor: "Bajo el cilindro traslúcido / -verde-ahogado-la base / arriba /el cuello se contrae/ sensible / a la huida / ¿quién escapará por la altura? / interior contenido / ¿hacia el azul de afuera? / ¿cómo saldar esta cuenta que tengo con el mundo?"

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