R. ROSSELLO
Juan Diego Montoya Bernal permanece ahora en Cárcel Central mientras comienza a procesarse el pedido de extradición desde Estados Unidos. En Uruguay Interpol y la Policía Antidrogas investigan si el colombiano cometió algún delito.
De hecho, si la oficina regional de la DEA estadounidense no hubiese encendido la luz de alerta nadie habría reparado en Montoya Bernal. Fuentes de la Dirección General de Represión al Tráfico Ilícito de Drogas (Dgrtid) señalaron a El País que el colombiano ahora detenido no es una figura conocida y a nivel local no se tiene información sobre sus actividades, al contrario de lo habitual con otros narcotraficantes requeridos en forma internacional.
Juan Diego Montoya ingresó al país con un pasaporte español, o al menos con uno de los siete que según la versión del diario de Miami El Nuevo Herald posee para moverse por el mundo. Al pasar por la Aduana también declaró la suma de dinero que traía consigo, dado que las normativas internacionales y nacionales establecen que toda cantidad superior a los US$ 10.000 debe ser declarada ante la autoridad aduanera del país al que se llega.
Montoya fue detenido en Punta del Este el 25 de febrero, en medio de una discreta operación policial a cargo de Interpol con apoyo de la Brigada Nacional Antidrogas y de la Jefatura de Policía de Maldonado. Había llegado a la península para participar del Latin American Poker Tour (LAPT), que por entonces tenía lugar en el hotel casino Mantra.
Según informaron fuentes de LAPT a El País, organizadores del torneo en el cual participó el ahora detenido, Montoya cumplió con todos los requisitos de inscripción: una identificación válida y vigente, y un certificado de que la persona declaró el dinero de la inscripción (US$ 3.700) y de las apuestas posteriores, al ingresar al país. Este documento es requerido en los torneos internacionales de póker, específicamente, como una prevención para evitar el lavado de dinero, expresaron las fuentes.
Además, las fuentes de LAPT señalaron que Montoya perdió en el primer día de torneo, el 24 de febrero y que era la primera vez que se inscribía a un certamen de esta naturaleza, por lo cual "nadie lo conocía".
Montoya ocupó la mesa número seis y estuvo acompañado por un jugador estadounidense, dos chilenos, un peruano y cuatro argentinos.
Tampoco llamó la atención su comportamiento, ni su ausencia a partir del segundo día, el 25 de febrero, fecha en la cual se señala que fue detenido según la información de la DEA citada por Miami Herald.
RESCATE. Durante ocho días Montoya Bernal estuvo detenido en Maldonado. Sin embargo, la posibilidad de que el extraditable pudiese ser rescatado por miembros de su organización hizo temer lo peor a las autoridades. Dado que ni Las Rosas ni la propia Jefatura fernandina ofrecerían las suficientes garantías para mantener alojado sin riesgos al detenido, se resolvió su traslado a la Cárcel Central de Montevideo, recinto considerado "muy seguro" para estos casos.
Desde el fin de semana pasado, allí permanece recluido el colombiano en carácter de "detención administrativa" como corresponde a los ciudadanos que aguardan por trámites de extradición. Fuentes de la Jefatura de Policía capitalina indicaron que las medidas de seguridad para el detenido "son las normales", ya que se considera que de por sí el establecimiento cuenta con un rango de seguridad adecuado. Las fuentes indicaron que, en cuanto supuestos planes de rescate, lo único que se conoce en tal sentido son "versiones periodísticas".
Precisamente, la información originalmente difundida por el Herald de Miami apuntaba a la posible pertenencia de Montoya Bernal a una organización conocida como el Clan Trujillo, a la que a su vez se vincula a los temidos hermanos Beltrán Leyva del cartel mexicano de Sinaloa y el grupo paramilitar Los Zetas.
A fines de 2009 uno de los hermanos que lideran el poderoso cartel de la droga, Arturo Beltrán Leyva, fue ultimado junto a otros cuatro sicarios durante un enfrentamiento con efectivos de la Armada mexicana. Este fue uno de los capítulos más recientes de la guerra contra el narcotráfico en la frontera con Estados Unidos.
Cárceles y rescates
La posibilidad de que miembros de organizaciones internacionales del narcotráfico coloquen a cárceles uruguayas en situación de vulnerabilidad fue advertida por la anterior ministra del Interior, Daisy Tourné. Durante su comparecencia ante una comisión parlamentaria Tourné comentó en abril de 2008 que se estaban adoptando medidas "para que no suceda lo que ocurrió en otros países, donde se hizo un rescate con aviones o helicópteros de estos personajes de la droga".
Cárcel Central ha sido el lugar donde han permanecido alojados varios reclusos de alta peligrosidad. Tal el caso del ciudadano egipcio Mohamed Alí Mokhles, requerido por su presunta pertenencia a una organización terrorista vinculada a Al Qaeda.