PABLO ANTÚNEZ
Uruguay se mantiene como el único exportador de ganado lechero en pie hacia China y ya se puso en marcha una nueva cuarentena, en el marco del segundo embarque con ese destino, esta vez, por 4.300 terneras de entre 8 y 16 meses.
La operación fue concretada por la firma Ruben Urchitano Negocios Rurales, firma pionera en la apertura de este mercado, donde el año pasado envió un número similar de terneras y ahora renovó el contrato con los mismos compradores. Fiel a un viejo proverbio oriental que dice "hay que subir la montaña como viejo para llegar a la cima como joven", Uruguay avanza lento, pero seguro.
El potencial de este destino y el auge por fortalecer la lechería que hoy muestran los chinos, le abren al Uruguay enormes posibilidades comerciales. Por un lado, está entre los primeros cinco países en el mundo reconocidos por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) con el mejor estatus sanitario en cuanto a vaca loca, ya que no existe la enfermedad, ni encefalopatías similares en la ganadería ovina y bovina uruguaya.
Además, se cuenta con un nivel genético altísimo, a la par de Estados Unidos, Canadá, Australia o Nueva Zelanda.
"En la cuarentena ya hay más de 1.500 cabezas y durante los primeros días de marzo se completarán las 4.300 cabezas", aseguró a El País Ruben Urchitano, principal de la firma exportadora. Mientras tanto, un veterinario oficial de China Popular trabaja junto a sus colegas uruguayos extrayendo sangre y cumpliendo con todos los trabajos necesarios para realizar los análisis sanitarios.
A un año de haberse enviado el primer embarque Uruguay está volviendo a cumplir el sueño del pibe: entrar como el primero y único país de Sudamérica con ganado vivo en un mercado tan lejano y exigente como China.
Los ganados a embarcar proceden de todo el país y fueron elegidos en el marco de una rigurosa selección que hicieron los técnicos de la exportadora, junto con los compradores asiáticos.
"Los compradores quedaron muy conformes con el primer embarque y esperamos poder cerrar algún otro negocio, porque China precisa ganado y nosotros lo tenemos", aseguró Urchitano.
El año pasado cuando se fue a cumplir el primer negocio el país padecía una enorme sequía, pero los ganados mejoraron su condición corporal durante la cuarentena y no se notó la incidencia del problema climático. Hoy la situación es otra, el pasto sobra en los campos, pero aún así, "no fue tan fácil conseguir la oferta", aunque "se pudo cumplir en tiempo y forma con los plazos establecidos", según Urchitano.
MERCADOS. En cuanto a otros mercados, el exportador le aseguró a El País que Brasil -un habitual comprador del Holando uruguayo- está bastante trancado, pero la empresa tiene previsto algunos negocios con Paraguay.
En este caso, son terneras y vaquillonas preñadas, de las razas Holando y Jersey que tienen por destino reforzar los tambos guaraníes.