Justicia investiga la muerte de un uruguayo en Tenerife

Falleció de un paro cardíaco. Dicen que patrón lo abandonó

A. HAHN / A. MENDIETA

La Justicia española y la Cancillería uruguaya investigan la muerte de Luis Beltrán Larrosa Conde, un uruguayo de 56 años, quien falleció de un paro cardíaco mientras estaba en un comercio en Tenerife.

Larrosa se encontraba en situación irregular. Aunque llevaba varios años trabajando en España, no había podido conseguir los papeles que le permitieran regularizar su situación.

Según su familia, Larrosa efectuaba reformas en un local comercial ubicado en la Avenida Playa Paraíso, de la localidad del mismo nombre en el municipio de Adeje en Tenerife, Islas Canarias.

En determinado momento comenzó a marearse y cayó desplomado al suelo. Un mail recibido por El País Digital señaló que justo en ese momento ingresó al local un ciudadano colombiano, quien pudo observar al dueño del establecimiento, un ex policía retirado.

El testigo se negó a ayudar al propietario a mover el cuerpo y le recriminó que llamara primero a los servicios de urgencia para solicitar asistencia médica de emergencia, a lo que el dueño habría declinado.

Recién cuando pudo sacar el cuerpo del uruguayo, que seguía con vida según el texto, afuera de su local, llamó a la asistencia pública. Acudieron varias dependencias policiales y un servicio de urgencias que trasladó a Larrosa, aún con vida, al hospital donde intentaron reanimarlo. Pese al esfuerzo de los médicos, falleció tres horas más tarde.

La versión del dueño es diferente. "El iba caminando conmigo, se metió en mi local y cayó", dijo el hombre a la televisión española.

Además negó que Larrosa estuviese trabajando para él. "No era empleado mío ni yo soy empresa. Somos amigos", dijo el dueño del local. Aseguró también que se hizo todo lo posible para reanimarlo.

El médico que lo atendió se negó a firmar el acta de defunción por muerte natural y pidió que la Justicia investigue lo sucedido. El cuerpo fue trasladado al Instituto Anatómico Forense para una autopsia ya que, además del paro cardíaco, se detectaron otra serie de anomalías, las cuales podrían llegar a tener relación con que haya sido arrastrado.

El cónsul general de Uruguay en Las Palmas de Gran Canaria, Gerardo Rusiñol, dijo a El País Digital que el contacto con la Policía española se inició enseguida de haber ocurrido los hechos. "Las cosas fueron claras en ese aspecto. También estuvimos con la familia y a partir de esos momentos, comenzaron actuaciones que entran dentro de los procedimientos normales, tanto de la Policía como del médico forense", dijo.

El jerarca consular agregó que toda la información que se obtiene por este caso es enviada inmediatamente a Montevideo. En Cancillería confirmaron que el tema está a estudio de los departamentos de Asuntos Políticos y Derechos Humanos.

Rusiñol explicó que hay una instancia judicial de por medio, por lo cual no se pueden hacer declaraciones y va a ser en ese ámbito "donde se van a dirimir los hechos de este- lamentable fallecimiento".

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