Vecinos de un barrio humilde del norte de Buenos Aires derribaron hoy los postes y parte de la estructura de un polémico muro que se está construyendo para separarlos de una zona de viviendas exclusivas, por cuestiones de seguridad.
En medio de una ola de inseguridad en la provincia de Buenos Aires, la alcaldía de San Isidro atendió el pedido de los propietarios de las mansiones de La Horqueta y comenzó a levantar un muro de 1.600 metros de largo y tres de altura en el límite con el vecindario más humilde de Villa Jardín, en el municipio de San Fernando.
Indignados por lo que consideran una medida discriminatoria y que les causará serios trastornos, ya que el muro se levanta sobre una avenida que no podrán cruzar a lo largo de varias cuadras, los habitantes de Villa Jardín se rebelaron y comenzaron a tirar abajo los postes y parte de los bloques de cemento que ya se habían levantado en el lugar.
En tanto, el alcalde de San Fernando, Osvaldo Amieiro, presentó un recurso de amparo ante la justicia para frenar la construcción del muro.
``Es un ejercicio de discriminación y de xenofobia que a esta altura de los tiempos no se puede concebir´´, sostuvo Amieiro. ``Con esto se dividen familias, hermanos, organizaciones sociales y el libre acceso a escuelas´´, detalló.
El ideólogo del muro, el alcalde de San Isidro Gustavo Posse, explicó que su razón de ser es cerrar las vías por donde escapan los delincuentes que roban en La Horqueta y se refugian en Villa Jardín.
A pesar de recibir varias críticas por la iniciativa, incluso del propio gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, Posse aseguró: ``Dentro del margen de la ley voy a hacer todo lo posible para cuidar a mis vecinos. Ese lugar es un corredor de delito´´.
Por su parte, Scioli afirmó que Posse "tendrá que repensar esta medida que ha tomado", ya que para él constituye un error. "La inseguridad se la combate con más inclusión y no con discriminación´´, afirmó el gobernador en declaraciones a radio Provincia.
La inseguridad figura entre las mayores preocupaciones de los argentinos. A diario los canales de noticias reproducen informaciones sobre asaltos, muchos de ellos con desenlace trágico para las víctimas.
Según un estudio de la Universidad Di Tella, el 32.3% de los hogares entrevistados en 40 centros urbanos del país declaró que algún miembro del grupo familiar fue víctima de un delito en los últimos 12 meses.
En tanto, el 40.1% de los robos con violencia involucraron el uso de armas de fuego.
El Ministerio de Justicia y Seguridad no suministra datos oficiales recientes.
BRASIL. Una polémica similar se desató en Brasil cuando el gobierno del estado de Río de Janeiro anunció que levantará 11 kilómetros de muros de concreto alrededor de algunos de los barrios marginados más grandes de esa ciudad supuestamente para frenar la deforestación de la selva que la rodea.
Sin embargo, grupos defensores de los derechos humanos denunciaron que el verdadero propósito es separar los barrios pobres de las áreas más acaudaladas de Río.
AP