MATÍAS CASTRO
George Clooney une fuerzas por tercera vez con los hermanos Coen. La película "Quémese después de leerse", que llega mañana es una comedia con visos policiales donde también figuran Frances McDormand, Brad Pitt y John Malkovich.
Menos de un año después de los cuatro Oscar que ganaron por Sin lugar para los débiles (mejor película, dirección, protagonista y guión adaptado), los hermanos Coen vuelven a la comedia para dejar atrás la seriedad y la violencia. Y de hecho, este es su primer guión original en siete años (el último fue El hombre que nunca estuvo). En este caso coquetean con varias ideas, pero la apuesta parece ser por el humor negro.
Uno de los juegos que proponen es hacer creer que se verá un thriller político o algo similar. La historia, por empezar, se desarrolla en Washington. La ciudad sirve como marco para mostrar la oposición de los personajes, uno es agente de la CIA y los otros, entre los que está Brad Pitt, son integrantes de un gimnasio llamado Hardbodies.
El hombre de la CIA es Osbourne Cox, el personaje que encarna John Malkovich. Es un analista que deja su trabajo allí luego de sufrir por su inclinación a la bebida. A partir de su renuncia decide escribir las memorias sobre su experiencia en la agencia, al mismo tiempo que su esposa, encarnada por Tilda Swinton, quiere el divorcio y tiene por amante al personaje que encarna George Clooney. Por consejo de su abogado, ella copia todos los archivos que tiene Malkovich en un disco. Ese disco, de algún modo, termina en el Hardbodies, a manos del personaje de Brad Pitt.
Lógicamente, Pitt se da cuenta de inmediato que en el disco hay información muy valiosa relacionada con el gobierno. De este modo se alía con su colega, interpretada por Frances McDormand (esposa de Joel Coen, en la vida real) y deciden chantajear a Malkovich. Ella ve en el chantaje la posibilidad de acceder al suficiente dinero como para hacerse las cirugías estéticas y tratamientos de embellecimiento que quiere. Sin embargo el intento de llegar a Malkovich para plantearle el chantaje falla, y por esa razón, y con disparatada lógica, llevan el disco a la embajada rusa y prometen seguir espiando al ex agente.
CARRERAS. Hay algunos críticos que han señalado que esta película también está empapada del tono que los Coen utilizaron en otras, mostrando una idea de cierta superioridad sobre el género humano, ridiculizando las necesidades y torpezas que cometen sus personajes. También se ha dicho que Quémese después de leerse funciona como un intento fuerte por tratar de alejarse de la seriedad que mostraron en Sin lugar para los débiles, y que por eso el tono de comedia que aplican es casi descabellado, exagerando incluso la gestualidad de los personajes. Ya habían practicado un humor similar, caricaturesco, cuando estrenaron Dónde estás hermano (O brother, where art thou?) en 2001. Esa fue, además, la primera película en la que trabajaron con Clooney. Dos años después volvieron a trabajar con él en la comedia romántica El amor cuesta caro, en la que también estaba Catherine Zeta Jones.
Es probable que más que un intento consciente por alejarse del Oscar, Ethan y Joel Coen han continuado con su carrera. Si bien desde el comienzo, con la gran Simplemente sangre de 1984, sus nombres sonaron muy fuerte ganando prestigio y público casi por igual, nunca saltaron a las ligas de las superproducciones, como ha ocurrido con otros colegas suyos, pero nunca dejaron de sonar fuerte ni de hacer exactamente lo que querían.
Sam Raimi, habitual colaborador y amigo suyo, hizo una carrera diferente. En poco más de veinte años pasó de dirigir Diabólico, un genial film de terror de culto de muy bajo presupuesto a hacer las multimillonarias El hombre araña. Sam Raimi ha asistido en varias de las películas de los Coen y en Quémese después de leerse también participa. Para este caso dirigió un falso comercial de una inexistente comedia romántica llamada Coming up Daisy. Este aparece en una escena brevemente, aunque se ve en otro momento un afiche promocional en el que, si se mira con detalle, se puede ver que los Coen se despacharon con varios chistes y guiños con sus amigos. Además, Coming up Daisy, supuestamente, está basada en una novela de Cormac McCarthy, el mismo autor de la novela en la que se inspiró Sin lugar para los débiles.
INTERNAS. La diversión entre el equipo de trabajo parece ser una constante de estos dos directores. Esto se notaba sobre todo en El gran Lebowsky, película con Jeff Bridges que hoy ha desatado un particular culto con encuentros anuales de admiradores e imitadores en salas de bowling.
Pero también queda claro en la forma en que se plantearon este proyecto. "Empezamos con el elenco, pensando en papeles", contaba Joel Coen en una entrevista reciente en la que hablaba sobre el desarrollo de la idea para el argumento. "Pensamos en lo que sería divertido ver de estos actores, algunos de los cuales ya habían trabajado con nosotros antes y otros no. ¿Qué sería divertido verlos hacer? Simplemente se nos ocurrió, a falta de una mejor descripción, una historia de espionaje. No es realmente una historia de espionaje. Se convirtió en otra cosa".
Y el resultado, para la crítica al menos, parece reflejar esto. Se ha hablado del personaje de John Malkovich como uno de los mejores que ha interpretado en su variada carrera. "John enojado es bueno. John era un verdadero hombre en llamas", comentaba Joel Coen en la misma entrevista.
El guión comenzó a ser escrito mientras hacían el de Sin lugar para los débiles, por lo que el proyecto tiene más de dos años ya. De hecho, poco después de comenzar a redactarlo, en 2006, una página web de noticias informó que estaban adaptando el libro Burn after reading: Presidents, CIA directors and Secret Intelligence, escrito por un ex director de la CIA. Pero fue toda una confusión, dado que la única similitud entre los dos proyectos provenía del título, que en inglés es el mismo y corresponde a una habitual expresión usada para los documentos clasificados del gobierno. El malentendido, igualmente, tardó más de un año en ser aclarado a través de un artículo en Los Angeles Times. Mañana, con el estreno, no quedarán dudas.
El final de una trilogía sobre idiotas junto a Clooney
Los hermanos Coen han dicho que uno de los temas centrales de esta película es la idiotez. No es la primera vez que lo tocan. Según ellos Quémese después de leerse cerraría una trilogía sobre el asunto. "Joel y yo tenemos una larga historia escribiendo papeles para personajes idiotas", comentó Ethan. Agregó que los personajes de Clooney y Pitt son, precisamente, dos tontos enfrentados en una especie de duelo. Las otras dos películas que hicieron con Clooney, ¿Dónde estás hermano? y El amor cuesta caro son las que formaban esta trilogía. "Hice tres películas con ellos y les dicen mi trilogía de los idiotas", contó Clooney, una figura que, como Brad Pitt, encuentra en estos trabajos una vía para escapar a los estereotipos en los que cae y trabajar con amigos. Joel dijo que, al terminar el rodaje, Clooney exclamó: "¡OK. Es mi último idiota!"
Un film ambiguo
Si bien se define a esta película como una comedia negra, Tilda Swinton tiene su particular visión del asunto. Para ella esta es una "película de monstruos". "Todos nosotros somos monstruos verdaderos. Es ridículo. Hay algo azaroso en el mío. Por un lado es oscuro y asusta, y por otro es realmente divertido. Es como que puede ocurrir cualquier cosa".
Brad Pitt también produce películas
Además de buscar roles que se alejen del estereotipo en el que cayó, Brad Pitt ha trabajado activamente como productor de proyectos independientes, alejados del establishment. La Paramount compró recientemente los derechos de la biografía de la periodista Linda Trest, quien ayudó a revelar la historia de un estafador que se hacía pasar por policía en una ciudad de Missouri. Plan B, la compañía fundada por Pitt, está financiando el desarrollo del proyecto, que ahora está a cargo del guionista David Benioff, autor del argumento de Troya. Por ahora no se sabe quiénes podrían ser los protagonistas y ni siquiera si Pitt actuaría, tal como hizo con Babel, en la que produjo y también protagonizó.