Debate por más regulación en G-20

Emergentes quieren nuevo organismo de control pero otros no

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva hizo un fuerte llamado a una revisión del sistema financiero global y fustigó a los países desarrollados por la falta de control en el mismo, ayer en la primera de dos jornadas de reuniones de los ministros de Economía y presidentes de Bancos Centrales de los países del G-20.

Eso encontró la oposición de algunos países como Australia y Canadá, que no quieren mayor regulación.

La reunión se lleva a cabo en San Pablo, para preparar la cumbre de líderes del G-20 (el grupo de los 20 países más desarrollados del mundo) que se llevará a cabo el próximo fin de semana en Washington.

El presidente brasileño abrió la reunión recordando que la crisis global se inició "en las economías desarrolladas".

Criticó que la misma "es consecuencia de la creencia ciega en la habilidad autorregulatoria de los mercados y la falta de control de los protagonistas financieros".

Según Lula "es el momento para realizar un pacto entre los gobiernos para crear una nueva arquitectura financiera para el mundo". El mandatario fustigó que hasta ahora los países más desarrollados (el G-7) son los que toman las decisiones sobre las finanzas mundiales, sin dar participación a los emergentes.

El viernes, en un encuentro previo, el BRIC (Brasil, Rusia, India y China) acordó pedir reformas de los organismos, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), que reflejen la mayor importancia de las economías en desarrollo.

El primer punto en debate es la creación de un nuevo organismo mundial que controle el flujo de divisas especulativas mundiales, para identificar los capitales tóxicos, los mismos que provocaron la caída de bancos en Estados Unidos y expandieron la crisis al mundo.

Pero, varios países no están de acuerdo con esta iniciativa propuesta por los emergentes.

Tanto Australia como Canadá se negaron a que exista una mayor regulación. "No queremos más regulación, sino mejor regulación", dijo el ministro de Finanzas australiano, Glenn Stevens.

El presidente del Banco Central de Brasil, Henrique Meirelles, defendió la creación de una autoridad que observe la calidad de los capitales financieros. Este tema lo discutió al margen de la reunión con Ben Bernanke, titular de la Reserva Federal estadounidense.

Para el ministro de Finanzas británico, Steve Timms, será necesaria una coordinación con los emergentes y citó entre ellos a India, China y Brasil.

Por su parte, el ministro de Economía argentino, Carlos Fernández (que junto a México y Brasil son los únicos países latinoamericanos en el G-20), sostuvo que la región "no es inmune" a la crisis.

De todas maneras, sostuvo que "al igual que otras economías en desarrollo, se encuentran comparativamente menos expuestos a esta crisis que a experiencias similares anteriores".

En tanto, el presidente del FMI Dominique Strauss-Kahn pidió más recortes en las tasas de interés y mayor expansión fiscal en los países desarrollados para reactivar la economía. (EN BASE A AGENCIAS)

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