Publicidad

Márai al teatro

El Teatro Circular recibe la versión nacional de "La mujer justa". El texto original es del húngaro Sándor Márai y la adaptación está a cargo de Cecilia Baranda. Se trata, además, de un estreno latinoamericano.

Compartir esta noticia
 20110318 472x600

Por: Mariel Varela

El cajón de Cecilia Baranda tiene varios textos en stand by. Los empieza, los termina, y los deja reposar. Su teoría: "Las obras tienen que descansar". Jorge Curi le acercó el libro La mujer justa, de Sándor Márai, con la idea de llevarlo al teatro. La versión inicial también estuvo en el freezer. "Cuando la retomás empezás a verla totalmente distinta. El papel queda en el cajoncito pero tu mente sigue trabajando. De vez en cuando aparece una idea, la escribís y la guardás en la cartera", cuenta la directora y escritora de la versión de La mujer justa que está en cartel desde el viernes 18 de marzo en el Teatro Circular. Harán funciones viernes y sábados a las 21:00 y los domingos a las 19:30.

Se dedicó a escribir, arreglar, y corregir la adaptación durante 2008. Cumplió con el ritual de hacerla "descansar", y 18 meses después la sacó de la mesita de luz. Tiró la propuesta en el Teatro Circular y cayó bien. "La leyó y quedé impactado. Tiene unas imágenes poderosísimas. Márai escribe de una manera que mientras escuchás el texto, también lo ves", cuenta Oliver Luzardo, quien interpreta a Peter, protagonista de la obra.

De entrada, conseguir el permiso para realizar la versión no fue simple. Cecilia presentó el texto a la editorial italiana que tiene los derechos de Sándor Márai, y el hecho de que lo aceptaran resultó para ella tremenda satisfacción. Ahí advirtió que iba "bien encaminada". Para agregar un plus a la alegría, el elenco y la directora se enteraron de que éste sería un estreno latinoamericano. "Pensábamos que era mundial pero después nos enteramos de que había una versión en Barcelona", revela ella.

Cecilia Baranda y Oliver Luzardo recibieron a Sábado Show previo a realizar uno de los últimos ensayos y contaron orgullosos que en abril viajarán a Brasil y representarán a Uruguay en una muestra de teatro que se realiza en San Pablo.

versión. A Cecilia le interesó mantener la esencia conceptual del texto de Márai. "Está lleno de conceptos e imágenes maravillosas. Lo más difícil fue encontrar la síntesis de esa enorme cantidad de imágenes que maneja el autor", dice. Lo logró trasladando recursos propios del lenguaje cinematográfico a las tablas: escenas cortas, ritmo ágil e inquietante. "Siempre estás pensando qué va a pasar después", comenta Cecilia.

La novela original contiene tres extensos monólogos donde cada personaje cuenta la historia desde su perspectiva. Judit (Natalia Acosta y Cecilia Lema), Marika (Denise Daragnés) y Peter (Oliver Luzardo) transitan la misma peripecia de forma distinta, y sus relatos están entrelazados. "Viven una historia de dependencia durante veinte años, aunque ellos no quieran", indica la directora.

La versión teatral necesitó incorporar diálogos e interacción. "Lo peligroso de llevar una novela al teatro es que puede quedar como muy dicha y nada más. Entonces hubo que mechar acción porque eso es el teatro", indica Oliver.

-Modificaste la forma de narrar, de monólogos a interacción entre personajes...

-CB: se rescató la esencia de cada personaje y después se empezaron a intercalar y muchos monólogos se convirtieron en acción teatral. Aquello que se relataba, nosotros lo convertimos en escena. El tema era cómo llegar a esa alternancia de relato y acción.

Otro cambio fue la introducción de la figura de Lázar (Claudio Castro), un escritor que sirve de nexo entre los personajes, y es un defensor de la cultura. Este hecho no es un tema menor en La mujer justa porque la historia se desarrolla en Hungría antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial. En aquel entonces sucedió el asedio a Budapest que generó grandes conflictos a nivel de pérdida de identidad.

núcleo. El leit motiv en la obra de Márai son las diferencias sociales. En cada uno de los personajes está marcada esa condición (Judit viene de la clase más baja, Peter es aristócrata y Marika es burguesa). Dicho tópico es determinante en la historia y se evidencia a través de varios pasajes. "El personaje de Marika dice, `el burgués tiene que estar demostrando siempre quién es, el aristócrata ya lo demostró en el momento de nacer`. O Judit que viene de la clase más baja dice, `desde donde yo vine, no ha habido ni habrá nunca Justicia`. Hay determinadas frases que te engloban el tema", resume la directora.

Ese asunto cautivó a Cecilia cuando leyó el texto por vez primera: "Lo que más me interesó y apasionó de la obra fue la existencia de dos luchas. Por un lado, la batalla interna de los personajes, que están estigmatizados por su clase social. Y la otra es la Segunda Guerra Mundial, la lucha tangible, que se ve".

Amor, traición, desengaño, injusticia, diferencias sociales, defensa de la identidad. Un compendio de temas válidos en cualquier tiempo y lugar: "Son temas que los podemos traer a nuestra época o ponerlos en cualquier otra pero que engloban la universalidad", destaca Cecilia. Y allí radica el verdadero realismo: "La temática trata las relaciones humanas y al trabajarlas, ya aparecen los problemas reales de la gente", agrega.

técnica. Cecilia participó en cine y quiso trasladar ciertas herramientas que aprendió a través del séptimo arte al teatro. "Esa experiencia me abrió la cabeza y fui uniendo ciertas cosas a este puzzle que es actuar".

-Elegiste trabajar una actuación mucho más directa y concreta, ¿qué pautas marcaste a los actores?

-CB: los actores estamos acostumbrados a prendernos de muletillas creyendo que ese es el naturalismo o el realismo. Cuando trabajas para el cine, te sacan todas las muletillas porque es pérdida de tiempo. La actuación tiene que ser mucho más directa, concreta, precisa, más relacionada con el otro actor que está en escena. Lo que más cuesta es no apoyarse en esas muletillas que son la comodidad del actor. Yo siento que el actor tiene que estar incómodo. Cuando uno empieza a sentir ese tipo de incomodad es porque está buscando adentro suyo y desafiándose para encontrar caminos distintos de actuación. Y eso es un poco a lo que yo apostaba con ellos: busquemos caminos distintos para que ellos mismos descubrieran interiormente estados.

desafío. Costó que los actores le encontraran la vuelta a esta técnica escogida por la directora. No estaban acostumbrados a este tipo de puesta en escena. "Uno como actor siempre busca actuar, y era como si tuviéramos una cámara en primer plano todo el tiempo. No podés gesticular de más, ni expresar nada demasiado marcado", explica Oliver.

Con la práctica, se llegó a buen puerto: "Al principio era caótico. Sufríamos una especie de caos interno, pensábamos que no íbamos a llegar nunca, pero es como hacer gimnasia, le vas encontrando el jeito, y cuando encontrás el estado, queda instalado y es lo que hace dinámica la obra", agrega el protagonista.

Quienes más sufrieron el planteo fueron los que nunca habían hecho cine o no habían pasado por la escuela de Cecilia. "Sentís que todo lo que hacés es de una torpeza inaudita, que todo lo que hiciste antes no sirvió de nada. Y lo que nos quería decir ella era que entráramos por otro camino", comenta el actor a propósito de su vivencia. "Costó hacerlos trabajar de esa manera cuando no estaban acostumbrados. Los actores somos muy mimosos, yo sé eso. Me pongo igual que ellos cuando trabajo como actriz, pero como directora decía, que la sufran ahora, que sientan todo esto así cuando descubran el camino, van a sentir la misma satisfacción que sentí yo cuando lo descubrí a nivel de actuación", finaliza la directora Cecilia Baranda.

Por: Mariel Varela

El Teatro Circular recibe la versión nacional de "La mujer justa". El texto original es del húngaro Sándor Márai y la adaptación está a cargo de Cecilia Baranda. Se trata, además, de un estreno latinoamericano.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad