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MARÍA INÉS LORENZO

Hace más de 60 años que la reconocida diseñadora francesa Coco Chanel iniciaba la gran revolución de la moda, confeccionando vestimentas que apostaban al esplendor y a las formas femeninas. Desde entonces, comenzó a expandirse por el mundo a tal punto que llegó a los libros de estudio en Uruguay, actualmente con decenas de generaciones de diseñadores de moda en el mercado.

El fenómeno no es casual: en los últimos diez años, el diseño nacional creció un 30% , y además adquirió una exposición mediática que atrae cada vez más a las personas, sobre todo a las jóvenes. El 99% de los estudiantes que ingresan a estudiar esa carrera son mujeres, según coincidieron tanto los institutos privados como públicos.

Mucha gente cree que el diseño de moda es un tanto frívolo, otros casi ni lo consideran una carrera universitaria, sin embargo, la puesta en marcha de esa "nueva" licenciatura muestra que las profesiones tradicionales como abogacía o medicina ya no son las únicas opciones para ser exitoso en el futuro.

Pese a que la mayoría de las diseñadoras consultadas coincidieron en que el mercado uruguayo es pequeño, también afirmaron que la inserción laboral es buena tanto en el área de diseño como en el de confección. Tal como expresó Franca Rosi, decana de la Universidad de la Empresa (UDE), alrededor del 80% de los estudiantes que egresan ya están trabajando en diferentes empresas.

Y ese porcentaje es similar al de otros centros educativos. Según Ángela Rubino, diseñadora y profesora del Centro Industrial de Diseño (CID), 8 de cada 10 estudiantes que egresan de ese instituto trabajan; en tanto, en la Universidad ORT el 90% de los estudiantes que cursan tercer y cuarto año realiza pasantías.

Además, si bien es cierto que Uruguay siempre ha imitado las tendencias impuestas por países como Estados Unidos, Argentina, Brasil y México, la imagen del diseño nacional ha cambiado, y se impone a tal punto que las empresas textiles internacionales se interesan cada vez más en el mercado uruguayo para demandar productos, explicó Mariana Muzzi, coordinadora académica de la licenciatura en diseño de modas, de la Universidad ORT.

REALIDAD. Tanto el diseño como la confección están en auge, consideró María Inés Strasser, diseñadora y dueña del Instituto que lleva su nombre.

Sin embargo, el diseño de moda como profesión ha enfrentado y, aún lo hace, algunos problemas. ¿Por qué? La mayoría de la gente cree que el diseñador es una persona superficial e incluso media "loca", y ello no sólo condiciona el crecimiento de la carrera, sino algo más importante: su imagen a nivel social, expresó Franca Rosi.

"La gente no entiende que detrás de la moda hay aspectos psicológicos, históricos, sociológicos y culturales", dijo Sofía Quartino, egresada del CID, y diseñadora en una industria textil.

Lo cierto es que el diseñador de moda es una persona que debe contar con conocimientos de marketing, psicología de tendencias tecnología e historia, entre otros; y siempre estar atento a los cambios culturales que se dan en la sociedad. No sólo es un investigador que crea nuevos productos sino que también es una persona creativa porque parte de cualquier tipo de materia prima para confeccionar telas y accesorios, desde la prenda hasta un botón, explicó la decana de la UDE.

"El profesional comienza con una idea para confeccionar, que puede ser desde un objeto hasta temas vinculados a la literatura o el arte. Y profundizar en cada una de esas ideas es muy complejo", dijo la coordinadora académica de la ORT.

Justamente porque es una carrera que requiere estudio, constancia y exigencia, egresa el 35% de los estudiantes que se inscriben por año.

CAMBIOS. Atrás quedaron aquellas épocas en donde no era tan necesario obtener un título para trabajar. Las exigencias de la vida moderna han llevado a que los oficios más antiguos se transformaran en carreras universitarias. Ha sucedido en al ámbito de la comunicación, también en el de la moda.

Hace unos 20 años que existe la carrera de diseño de moda en Uruguay, y de a poco fue tomando mayor protagonismo social. "Cada vez más se escucha hablar de diseño en los medios de comunicación", "antes la gente no sabía qué hacíamos", son algunas de las frases más repetidas por estas profesionales. Según ellas, se refleja una evolución de la carrera.

Existen otros motivos que muestran su crecimiento. Hasta el año pasado en el Centro de Diseño Industrial había que dar un examen para ingresar. Se presentaban unas 300 personas y salvaban 40. En 2007 se suprimió la prueba y habrá un curso introductorio sobre los temas que se enseñan en primer año. "De unas 370 personas que se presentaron al momento, ingresarán 200", detalló la profesora Rubino. "Además, en 2006 el CID firmó un convenio para establecer el pasaje a la Universidad de la República, a través de la Facultad de Arquitectura", agregó.

Si bien la iniciativa aún está en gestación, "es positiva ya que la carrera tendría título universitario", dijo la diseñadora Analía Toscanini.

En Uruguay existen varios centros educativos para estudiar diseño de moda: Centro Industrial de Diseño (CID), el Instituto María Inés Strasser, el Instituto Petter Hammers, Pablo Giménez Diseño de Moda, la Universidad de Trabajo de Uruguay (UTU), la Universidad de la Empresa (UDE) y la Universidad ORT.

La licenciatura en diseño de moda que se cursa tanto en el CID, como en la UDE y en la ORT dura 4 años más la realización de una tesis. En los otros institutos la carrera se aprueba a través de cursos que van desde dos hasta cuatro años.

Según los institutos privados y públicos, actualmente ingresa casi el doble de estudiantes que hace diez años; en 2002 se inscribían entre 20 a 40 estudiantes por año y en 2006 y 2007 alrededor de 40 y 60 en cada instituto, promedio.

Las empresas que demandan diseñadores son Manos del Uruguay, Pay Lana, Hisud, Del Plata, Margara Shaw, entre otras, y algunas pymes.

El costo de la carrera varía según dónde se estudie. El valor mínimo mensual es de 1.600 pesos y el máximo de unos 8.000.

Si bien la inserción laboral de la carrera de moda es buena tanto en el área del diseño de ropa como en el de confección, no lo es tanto en el sector industrial.

Tal como expresó la diseñadora Analía Toscanini, quien egresó hace ocho años del Centro Industrial de Diseño, "en Uruguay existen pocas empresas que diseñen y/o produzcan industrialmente. El sector textil tiene más oportunidades laborales; casi todos los estudiantes que egresan de la carrera trabajan en el rubro de la vestimenta, telas e hilados, no tanto en el sector de confección de cajas o latas".

A pesar de esa realidad, el mercado uruguayo en general ha cambiado ya que las empresas actualmente contratan más de tres diseñadores, cosa que antes era impensable. "Además, de acuerdo a lo que marcan las tendencias en la región, cada vez más se está trabajando con diseño de autor, y ello permite confeccionar prendas propias sin mucha inversión", explicó Mariana Muzzi, coordinadora académica de diseño de modas.

A su vez, "los diseñadores de moda independientes están cambiando la cultura de la moda, y ese es también uno de los motivos por los cuales el diseño está creciendo, agregó Ana Livni, profesional recibida hace 8 años.

"El país tiene su propia cultura de moda, aunque muchos no lo admitan. Además el material con el que trabajan la mayoría de los diseñadores es nacional", explicó Analía Toscanini.

"El diseño de moda seguirá creciendo y lo interesante en un futuro será el fenómeno de trabajo global, es decir, las herramientas informáticas aplicadas al diseño, porque permiten trabajar desde y para cualquier parte del mundo", consideró la diseñadora María Inés Strasser.