RETRATOS PARA LA HISTORIA

Una artista escaneó a los cinco mandatarios desde la restauración de la democracia Se propone retratar en 3D al presidente que se elija en las elecciones de 2019.

Uruguay se transformó en el primer país del mundo en tener retratados de manera digital y tridimensional a cinco presidentes de la República.

La artista plástica María Agustina Fernández Raggio quiso construir un acervo de todos los presidentes desde la restauración de la democracia en 1985 hasta la fecha.

"En ellos hago un paralelismo entre mi vida y la democracia, ya que ambos comenzaron en 1985", comentó Fernández Raggio a El País.

En su interés por la política, la artista piensa que toda la información que se recibe de estos videos permite mostrar "parte de la historia uruguaya". "Pienso que retratarlos a ellos es también retratarnos a nosotros", opinó.

El trabajo, que comenzó en 2014, fue expuesto en la III Bienal de Montevideo, realizada el año pasado. Lo más arduo, aseguró la artista, fue acceder a los protagonistas. "Creo que me aceptaron más por ser perseverante que por haber comprendido la idea en sí", comentó. En todos los casos, fue necesario primero convencer a los allegados para luego acceder a ellos.

En el caso del actual presidente Tabaré Vázquez, personas cercanas le pidieron pruebas a Fernández Raggio de los registros hechos a los otros mandatarios.

El registro del retrato fue tan relevante como el escaneo en sí. Cada pieza, disponible en su sitio web y en YouTube, le dan trascendencia al sonido y a la locación en donde aconteció el registro.

Cada uno de los lugares fue elegido por los propios jefes de Estado. José Mujica al aire libre en su chacra, a la sombra de un fresno; Luis Alberto Lacalle en el living de su casa; Julio María Sanguinetti y Jorge Batlle en sus despachos, y Vázquez en el piso 11 de la Torre Ejecutiva, con el Río de la Plata de fondo.

Esos sitios, indicó la artista, hablan de las características de cada presidente. "Mujica no podría estar en el despacho de Sanguinetti", comentó.

A todos los mandatarios se les pidió escanearlos con las manos a los lados y el pie derecho hacia delante. Solo dos de ellos prefirieron hacerlo de un modo diferente: Jorge Batlle se retrató con sus manos cruzadas hacia delante y Mujica con las manos cruzadas hacia atrás.

La artista les solicitó si podían retratarse con la banda presidencial. Lacalle y Sanguinetti fueron los únicos que decidieron colocarse la banda presidencial. En el caso del nacionalista fue el 1º de marzo de 2016, lo que significaba retrotraerse a lo que sucedió 26 años antes, fecha de su asunción.

Batlle, en tanto, dijo que ese símbolo solo puede ser puesto por y para el pueblo.

La artista tenía una idea clara para cada encuentro: callar y dejar hablar. Con ese pretexto, los diálogos presentan la particularidad de que cada uno habla de sus intereses.

Sanguinetti les habló de historia y de arte; Batlle refirió a su pasión "burrera" y explicó las particularidades de los caballos; Mujica de botánica, y Vázquez de medicina.

En el diálogo con el actual jefe de Estado le preguntan si en el futuro será posible curar el cáncer tal como hoy es posible curar una gripe. "Y no titubea un instante en responder que sí", explica Fernández Raggio en uno de los videos.

Con Batlle, recordó la artista, encontraron a una persona con altísimo sentido del humor. "Era una risa atrás de otra (…) Cuando terminamos de trabajar, nos quedamos conversando de lo bien que la pasamos", comentó. En el encuentro con Lacalle, indagaron en los detalles de la banda presidencial. La autora, interesada a lo largo de su carrera por los símbolos patrios, dijo que es la que fue más trabajada.

Desde el momento en que decidió desarrollar estos retratos, la artista sabía que no podía hacerlo del modo tradicional: "A mí me gusta el óleo sobre tela, pero entendí que para este proyecto el retrato tenía que ser otro. Y lo que aportaba era si yo hacía un escaneo tridimensional", comentó.

Para ello, debió armar un nuevo equipo de trabajo, integrado por Fernando Foglino, quien manejó el escáner de marca Artec Eva.

Según la artista, escanea el volumen del individuo y "la malla": el color, los poros. "Es realmente tomar tu imagen y ponerla adentro de una computadora", agregó.

Como artista, puede ampliar y ver los rasgos más ínfimos detallados por esta cámara. "Se ven las arrugas, las venas. Es todo lo que hay", comentó.

Matías Paparamborda llevaba la cámara y registraba "el retrato del retrato". Con él, la artista trabajó en el guión y en la edición de los videos.

"De alguna manera tener estos retratos es como tener un tesoro", opinó.

María Agustina Fernández Raggio (32) quiere continuar retratando a los próximos presidentes de Uruguay.

Su objetivo es que este tipo de trabajos puedan incluirse en la educación para que los estudiantes tengan el modelo tridimensional de todos los mandatarios democráticos. Para ello, espera ponerse en contacto en un futuro cercano con el Plan Ceibal.

Estos retratos, por los cuales fue elegida como artista nacional para participar en la Bienal de Montevideo de 2016 en el Palacio Legislativo, no son los primeros que aluden a la simbología y a la vida política del país.

En 2014, por ejemplo, ganó el Premio Nacional de las Artes Visuales al confeccionar una versión miniatura de la banda presidencial. La artista bordó la pieza durante febrero, marzo y abril siguiendo las instrucciones de la hermana Lourdes, responsable y autora de este símbolo patrio que lucen los mandatarios uruguayos, quien le dio clases entre 2013 y 2016. Por esta obra, la artista recibió un premio de 350.000 pesos.

Desde hace casi una década, viene realizando una serie de retratos, entre los que está el del presidente José Mujica y su archifamosa mascota Manuela usando la banda presidencial.

También realizó intervenciones artísticas en el Mausoleo de Artigas y en la Plaza Independencia para el Día del Patrimonio.

Uno de sus trabajos más ambiciosos fue la realización de dos travesías en barco a la Antártida en 2011 y 2015. Estos viajes, de un mes de duración, tuvieron como objetivo crear obras basadas en los lugares por los que pasaban. A diferencia de la práctica común que se conoce en el mundo artístico como la estancia en un lugar fijo, "Residencias en Movimiento", como se llama el proyecto, significó la idea de un desplazamiento constante.

La idea tuvo el apoyo de Fondos de Incentivo Cultural, del Instituto Antártico-Uruguayo, la Armada Nacional y la Universidad de la República.