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Otra línea de partida para nueva asunción de Vázquez

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Tabaré Vázquez inicia hoy su segundo mandato y el tercero del Frente Amplio. Recibirá la banda presidencial que entregó cinco años antes a José Mujica. Esta es la segunda vez que se produce en Uruguay un hecho de este tipo desde el regreso de la democracia en 1985; la primera fue entre los expresidentes Julio María Sanguinetti y Luis Alberto Lacalle.

A diferencia de 2005, cuando encontró a un país que empezaba a recuperarse de una fuerte crisis económica y social y enfrentaba restricciones financieras, Vázquez recibirá ahora una economía en crecimiento durante 11 años consecutivos. Además, el país cuenta con buen acceso a los mercados de crédito y ya tiene prácticamente financiados los pagos de deuda de este año.

De todas maneras, uno de sus mayores desafíos será el elevado déficit fiscal que alcanza 3,3% del Producto Interno Bruto (PIB) en los 12 meses a enero. Si bien ya tendrá una ayuda este año porque no habrá aumento de gasto —salvo el que ya se dio en jubilaciones y salarios públicos— la clave para reducir el déficit se jugará en el armado del presupuesto.

En este contexto, Vázquez planifica un gobierno "austero" y con un mayor control de gasto público. Especialmente de los entes que en 2014 cerraron con números rojos. Para bajar el gasto, la primera medida será la prohibición de la publicidad de las empresas públicas monopólicas y la "regulación severa" del resto de la propaganda oficial, según anunció el vicepresidente electo, Raúl Sendic.

Además del déficit fiscal, Vázquez deberá enfrentar un sistema educativo en crisis donde la deserción y la repetición son los principales problemas. Su otro reto estará puesto en la seguridad —principal problema de los uruguayos según las encuestas— y área marcada por un incremento de los homicidios.

Asunción.

La actividad oficial de Vázquez comienza a las 9.50 con su llegada al Palacio Legislativo junto Sendic. Luego de jurar ante la Asamblea General y dar su primer discurso como presidente, previsto para la hora 10.25, Vázquez se retirará del Palacio Legislativo a las 11.40. Se trasladará por avenida Libertador hasta la Plaza Independencia, un trayecto que le demandará 35 minutos.

A las 12.20 está prevista su llegada a la Plaza Independencia donde lo esperarán más de 1.600 invitados, entre ellos el rey Juan Carlos de Borbón, los presidentes Raúl Castro (Cuba), Dilma Rousseff (Brasil), Michelle Bachelet (Chile), Rafael Correa (Ecuador) y el vice argentino, Amado Boudou.

El presidente José Mujica le entregará a Vázquez la banda presidencial a las 12.50. Desde un estrado con una enorme bandera nacional pixelada —que da la sensación de estar flameando— Vázquez dará sobre las 13.20 un breve discurso de 10 minutos.

Después se esperan los saludos de los jefes de Estado extranjeros y un desfile militar que dará por finalizado el acto en la Plaza Independencia a la hora 14.50. En tanto, a la hora 20 Vázquez se dirigirá a todos los uruguayos en una cadena nacional de radio y televisión donde dará a conocer sus principales líneas de acción en el gobierno.

El lunes 2, Vázquez remitirá al Parlamento los proyectos de ley para crear el sistema nacional de cuidados (buque insignia de su gobierno), separar la liquidación del Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF) del salario vacacional y el aguinaldo y reinstaurar el cobro del Impuesto a Primaria para los establecimientos rurales. Todos estos proyectos fueron parte de sus promesas de campaña.

Otra de sus primeras iniciativas legislativas será el polémico traspaso de las fiscalías del Ministerio de Educación y Cultura a la órbita de la Presidencia de la República.

Estos proyectos estarán sobre la mesa en una reunión de la bancada del Frente Amplio con Vázquez prevista para el martes 3 en la residencia de Suárez y Reyes.

A nivel institucional, Vázquez también prepara cambios. Creará una dirección de Deportes dependiente de la Presidencia de la República y pasará el Plan Juntos de esa órbita al Ministerio de Vivienda para que tenga presupuesto.

Sin perder tiempo.

Al otro día de ganar el balotaje, Vázquez ya comenzó a gobernar. Fiel a un estilo ejecutivo, el presidente electo tardó solo 48 horas en definir sus ministros y subsecretarios.

La rápida integración de su gabinete le valió críticas adentro del Frente Amplio, cuando el Movimiento de Participación Popular (MPP) y el Partido Comunista se quejaron de la forma inconsulta por la que se decidió las designaciones. Inmediatamente, Vázquez puso en marcha las reuniones de gabinete que se realizaron todos los lunes a la hora 18 en el hotel Four Points, nombró a los presidentes de entes y se reunió con los representantes de los partidos políticos de oposición para negociar su participación en el gobierno.

En el diálogo con otros partidos marcó la cancha al limitar la participación de la oposición a un solo cargo en entes y servicios descentralizados. Les ofreció un total de 24 cargos, pero los excluyó de los gobiernos de organismos como el Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE) y el Banco de Previsión Social (BPS).

Antes de asumir, Vázquez también se reunió con Mujica y consiguió frenar el proyecto del Fondes que pretendía otorgar un piso mínimo del 20% de las utilidades del BROU para financiar emprendimientos autogestionados por trabajadores, lo que es rechazado por Vázquez.

La reglamentación de ley de medios es otro de los temas que quedará en manos del presidente entrante. En la conferencia "Uruguay X+" que realizó en la campaña electoral, Vázquez anunció que sería "responsabilidad del próximo gobierno su reglamentación, implementación y cumplimiento".

En materia de derechos humanos, Vázquez reaccionó ante los cuestionamientos de organizaciones sociales que se oponían a la continuidad de Eleuterio Fernández Huidobro como ministro de Defensa y anunció la creación de la "Comisión por Verdad y Justicia" para la búsqueda de los detenidos desaparecidos en la última dictadura militar.

La marcha de la diversidad

Más ordenado para gobernar y menos mediático que José Mujica

Si algo diferencia al presidente entrante Tabaré Vázquez del saliente José Mujica es su estilo para gobernar. Menos mediático y más ordenado, a Vázquez no le gusta debatir por los medios de comunicación y por eso está en contra de lo que él mismo llama "un show de streaptease" político.

En momentos incómodos, Vázquez elige siempre la cautela y el silencio. "Nada de locas pasiones" o "aventuras". Mientras Mujica no tenía problemas de exponer públicamente sus diferencias con el vicepresidente Danilo Astori, Vázquez es siempre muy reservado.

Esperar y tomar distancia fue la estrategia que empleó más de una vez. Algo que quedó registrado en el famoso "profundo y prolongado silencio" que adoptó cuando no quería hacer alusión a una posible reelección.

A su vez, Vázquez es más ejecutivo que Mujica y trabaja con objetivos a largo plazo. Delega a los ministros las responsabilidades y exige luego el cumplimiento de las metas. No suele cambiar sobre la marcha como Mujica, quien se hizo conocido por su polémica frase: "Como te digo una cosa, te digo la otra".

A la hora de la toma de decisiones, Vázquez no tiene problema en demostrar que ejerce la autoridad, aunque por eso a veces lo tilden de autoritario. Una prueba de eso fue la forma en que eligió a sus ministros. No consultó a ningún sector y no aplicó una cuota política rigurosa, como lo había hecho Mujica.

Recibe un país en crecimiento, pero con inseguridad y crisiseducativaVALERIA GIL

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