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EE.UU. se pregunta "qué planea" el sirio esfumado

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La embajadora Keiderling propuso un brindis por las buenas relaciones. Foto: A. Colmegna
Kelly Keiderling, Embajadora de Estados Unidos en Uruguay, ND 20160711 foto Ariel Colmegna
Archivo El Pais

“Hubiésemos querido que permanecieraen Uruguay”, dijo la embajadora.

Estados Unidos quiere saber "en dónde está" el exrecluso de Guantánamo Jihad Ahmad Diyab, "en qué está, qué planea y si es un riesgo o no" para la seguridad de la región, sostuvo la nueva embajadora del gobierno del presidente Barack Obama, Kelly Keiderling, durante una conferencia de prensa de presentación ante medios locales y extranjeros.

Diyab es un sirio de 44 años trasladado desde la prisión de Guantánamo a Uruguay en 2014 y que abandonara el país hace unas semanas cruzando la frontera con Brasil evitando los controles. Desde entonces su paradero es desconocido.

"Hubiéramos querido que Diyab permaneciese en Uruguay, estamos al tanto de los informes que se ha ido a Brasil y estamos trabajando y en contacto con las autoridades uruguayas y brasileñas para ver cómo se lo encuentra a este señor", sostuvo.

"Lo que quisiéramos para estos señores es que se armen una buena vida en Uruguay, que hablen español, que se integren", dijo la nueva embajadora estadounidense en Uruguay.

"¿Dónde está?".

Pero precisó que "no controlamos a los seres humanos, no sabemos lo que hay en su cabeza", por lo que quieren "entender en dónde está, en qué está, qué planea".

"Hay oficiales del Departamento de Estado que vinieron a hablar con oficiales uruguayos sobre el señor Diyab. La política de Estados Unidos es la misma, alentando a países de todo el mundo para ver si pueden recibir a más reclusos de Guantánamo", señaló, aunque aclaró que Estados Unidos no tiene ni unidades ni efectivos "buscando por todos lados, entre los arbustos" a Diyab.

"El presidente (Barack) Obama lo que quiere es cerrar Guantánamo" y "lo que hizo Uruguay fue un gesto humanitario a un socio de este hemisferio y traerlos y darles la oportunidad, cada uno lo toma o no, de tener una nueva vida aquí en Uruguay".

Ayer lunes 11, un detenido yemení y otro tayiko fueron trasladados desde Guantánamo a Serbia, reduciendo así el número de prisioneros en esa cárcel militar a 76. El fin de semana, otro yemení había sido trasladado desde la prisión ubicada en Cuba a Italia.

Después de esta transferencia, solo quedan 76 presos en Guantánamo, entre ellos 28 considerados "transferibles" por el gobierno estadounidense. De los 28 detenidos transferibles, 21 son yemeníes, lo que complica la tarea de la administración estadounidense, que se rehúsa a enviarlos de vuelta a su país de origen, en pleno caos.

En la reunión con Vázquez la embajadora no habló sobre la posibilidad de que Uruguay reciba a más reclusos de la prisión militar.

"Nos preocupa el señor Diyab, que estuvo en Guantánamo, quién sabe qué está en su cabeza, (queremos) saber si es un riesgo o no, saber qué planea. En el mundo de la seguridad hay que entender cuáles podrían ser las amenazas y tratar de mitigarlas", reflexionó la embajadora.

Preguntada si Estados Unidos considera a Diyab como "una amenaza", admitió que "podría ser, sí, no lo sabemos. Puede ser, sí", como análisis final sobre el exrecluso desaparecido.

Bilateral.

La embajadora Keiderling anunció, tras reunirse con el presidente Tabaré Vázquez, que ha iniciado gestiones ante el Departamento de Estado para conseguir un encuentro bilateral entre el mandatario y Obama cuando se celebre la próxima Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York.

Respecto a la reunión con el presidente Vázquez, la emba-jadora se declaró encantada de haberlo conocido. "Es un auténtico caballero", dijo. "Tuvimos una conversación lindísima", añadió.

Keiderling destacó de la reunión con Vázquez que hablaron sobre el papel de Uruguay en el Consejo de Seguridad de ONU e informó que ayer mismo el grupo se reunió a tratar la delicada situación en Sudán del sur, que está "al borde de una guerra civil".

Origen latino.

Keiderling, que prestó juramento como embajadora en Uruguay el pasado 23 de junio, es una diplomática de carrera que antes de venir a Montevideo ocupaba el cargo de subsecretaria adjunta de Estado para asuntos de educación y cultura y que entre 2011 y 2013 fue la encargada de negocios en la embajada estadounidense en Venezuela.

En octubre de 2013, el presidente Nicolás Maduro expulsó del país a Keiderling y a otros dos diplomáticos estadounidenses por reunirse con "la extrema derecha venezolana" y los acusó de alentar planes de desestabilización y sabotaje en el país, algo que Estados Unidos rechazó rotundamente.

La diplomática también estuvo destinada en la antigua sección de intereses estadounidense en Cuba, entre 2003 y 2005; y entre 2000 y 2003 ayudó a gestionar la relación con Panamá, Centroamérica y el Caribe desde el Departamento de Estado.

Entre sus destinos internacionales también han estado la República Dominicana, Etiopía, Zambia y Moldavia, según informó la Casa Blanca.

La embajadora Keiderling es hija y esposa de diplomáticos. Su madre nació en Bolivia donde su padre la conoció cuando ocupaba su primer destino diplomático en la ciudad de Cochabamba.

Qué espera.

Cuando Keiderling se presentó ante el comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense dijo que ambos países "comparten muchos intereses y valores" porque "creemos que la ley se aplica igualmente a todos, y que nuestros países son más fuertes debido al Estado de derecho".

"Nuestros países han propuesto crear —y defender— normas internacionales que hagan nuestros sistemas globales más seguros, que incrementen la prosperidad económica y que enfaticen que los ciudadanos tienen derecho a determinar cómo son gobernados", dijo la declaración de Keiderling a los legisladores.

"Relaciones más fuertes que nunca".

"Las relaciones entre Uruguay y Estados Unidos son más fuertes que nunca", había afirmado el exencargado de negocios del país norteamericano, Bradley Freden, en un encuentro con motivo de la celebración del 240 aniversario de la independencia estadounidense. "La relación se basa en valores democráticos compartidos, el apoyo a los derechos humanos, la búsqueda del crecimiento económico sostenible y la construcción de sociedades inclusivas", dijo Freden en la ocasión. El exencargado de negocios sostuvo que en 2013 Uruguay comenzó a exportar cítricos a Estados Unidos, y que "ahora somos el primer mercado de exportación de cítricos de Uruguay". "En 2014 nuestros países firmaron un memorándum de entendimiento para promover el crecimiento de las micro, pequeñas y medianas empresas, y estamos trabajando juntos en otros proyectos", dijo.

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La embajadora Keiderling propuso un brindis por las buenas relaciones. Foto: A. Colmegna

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