El 12 de diciembre, celebración en las canteras del Parque Rodó; una tradición recuperada.
El entusiasmo de Quico Ferrés termina siendo contagioso. Después de 12 años, vuelve a organizar un evento que, en su momento, conmocionó a la ciudad: aquella Fiesta Final, una noche de paz. Ya no se llama así, claro, sino que esta vez se llama Aquel Abrazo y será en las canteras del Parque Rodó el 12 de diciembre y habrá 12 horas de espectáculos musicales, fiestas temáticas, perfomances y propuestas callejeras. El 12, por lo visto, será el número de la suerte.
"Será una experiencia multisensorial", dice Ferrés mientras busca y rebusca entre planos, documentos con listas de artistas invitados y boliches que ya comprometieron su participación pero prefiere no anticipar (una infidencia: hay muy buenas cosas). "Y está pensado como un evento que busca que las personas vivan esa experiencia".
Por eso será "un gran abrazo: con la ciudad, con las fiestas pasadas, con las fiestas futuras, con la cultura, con la región, con las diferentes generaciones, con los artistas". Verdaderamente aquel abrazo.
Para conseguir eso, va a haber más de 30 espectáculos en varios escenarios simultáneos con bandas, artistas callejeros, boliches, fogones, murales, fiestas temáticas y hasta una "Motor city" que incluirá exposición de motos y autos clásicos. "Es un proyecto, que promueve la diversidad, el respeto, la integración, la paz", dice el organizador.
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Ese idea se traslada también a todos los participantes, "logrando que las personas se involucren: es un proyecto que se hace con el trabajo de muchas personas, con un gran equipo, que los motiva mucho generar estas experiencias y dejarle un gran evento a la ciudad", dice. Porque "además, Montevideo y Uruguay se merecen un gran evento". Y de ahí su apuesta.
El programa se anuncia variado y para todos los públicos pero la verdadera fiesta, es sabido, siempre se la termina haciendo cada uno. "Las personas no son solo espectadores", dice Ferrés. "Ellos son los que hacen la fiesta y le dan vida porque para nosotros son son fundamentales las sensaciones y lo que la gente termina viviendo". Lo importante, están convencidos, es dejar una experiencia inolvidable en los que se acerquen a la canteras del Parque Rodó.
Como promotor, Ferrés estuvo al frente de las cinco primeras Fiesta Final, aquellas que se hicieron en el faro de Punta Carretas y en estas mismas canteras, el lugar al que Ferrés celebra la vuelta este año; hubo otras (en Parque Batlle y en el Parque Roosevelt) en las que no participó. "Tenemos la experiencia de ya haberlo hecho", dice Ferrés
Aquellas cinco primeras fiestas que de alguna manera tienen el espíritu que se recupera ahora llegaron a convocar más de 70.000 espectadores en un formato también muy similar al que vuelve a probarse. La elección de las canteras, además de la sana nostalgia que provocan los buenos recuerdos, se debe a que "es un lugar único, con una mistica especial, por la ubicación y por el paisaje: hay mar, cerritos, un lago, una cascada, palmeras, piedra", repasa Ferrés.
"Pensamos que han pasado muchos años de la última Fiesta Final", dice Ferrés quien organizó las primeras cinco ediciones de aquel evento, "y el mundo ha cambiado. Esta fiesta nos obliga a estar actualizados y dar el mejor producto para el momento que estamos viviendo".
Por eso, anuncia, en el proyecto están involucrados "las personas con mayor experiencia local en la organización de espectáculos", dice lo que asegura que todos los elementos de la logística estarán cubiertos por los equipos más profesionales de plaza
Fiesta variada.
Los que ya fueron a las fiestas anteriores saben de qué se trata. Pero por las dudas —ya pasaron 16 años de la primera en el faro de Punta Carretas, después de todo— la idea es reunir en un gran predio, opciones artísticas, gastronómicas y de entretenimiento durante un largo rato. Se accede con una entrada con derecho a todos los espectáculos que incluyen recitales, fiestas de música electrónica, entre otras propuestas. Es como que por una vez, la noche montevideana se concentra en un solo lugar, seguro y con las opciones a la mano.
En Aquel abrazo, las puertas abrirán a las 17.00 y la fiesta seguirá hasta las cinco de la mañana distribuida en tres escenarios principales, dos secundarios, decenas de restoranes y pubs, cada uno con sus propuestas culturales; además habrá fogones. La idea es que haya como pueblos alrededor de los escenarios y que allí haya siempre actividades más allá de los artistas que van a presentarse en los escenarios. La fiesta también estará en los pequeños detalles: unos artistas pasarán haciendo una perfomance o una cuerda de tambores sorprenderá a los transeúntes en un ambiente general de diversión. Esperan unas 40.000 personas.
Aunque la lista de artistas aún está por anunciarse se avisa que habrá dos proyectos de "supergrupos" que involucran a varias figuras de la música nacional. Se unirán para realizar un proyecto único y exclusivo para la ocasión (otra infidencia: sí, va a ser un acontecimiento).
Uno de los centros de la propuesta es generar "un lugar donde las bandas nacionales puedan mostrar su trabajo, exponerse y permitir que muchas personas conozcan cosas que nunca habían visto o escuchado, promoviendo la sorpresa, lo único, lo irrepetible", según su promotor. Algunos locales traerán sus propios números que enriquecerán una grilla que se promete destacada.
"Va a estar lleno de cosas únicas", dice Ferrés. "Y ya hemos convocado a varios artistas de la región, proponiendo que esa unión sea también parte de esta experiencia"
Ferrés estuvo al frente del proyecto Viene en la estación General Artigas de AFE en 2004, fue el promotor del complejo Plaza Arte y Eventos que en su momento recuperó al cine Plaza y Central y produjo varios shows internacionales y nacionales. Y ahora está de vuelta con entusiasmo renovado.
Las entradas estarán a la venta en dos semanas.
Se espera que las entradas para Aquel abrazo estén a la venta —a través de la red de locales de Abitab en todo el país— en un par de semanas a 800 pesos, un precio que se va a mantener para las primeras 10.000 localidades vendidas.
El 12 de diciembre, el día de la fiesta, la rambla se cerrará de Bulevar Artigas (por donde será el acceso del público) hasta Julio María Sosa. El estacionamiento se ubicará en la zona del faro de Punta Carretas desde donde se llevará en ómnibus hasta la entrada.

Quico Ferrés