Aumentos moderados aunque diferenciales para favorecer a los salarios más sumergidos es la prioridad de la ronda que este año involucra a 800.000 trabajadores. El gobierno quiere que la realidad de cada sector incida más a la hora de fijar las subas.
El gobierno definirá en las próximas semanas los criterios que regirán los lineamientos para orientar la segunda etapa de la quinta ronda de Consejos de Salarios, que a partir de julio involucrará al 50% de los convenios salariales vigentes.
El ministro de Trabajo, Eduardo Brenta, adelantó a El País que se introducirán algunos cambios, entre ellos un mayor énfasis en los aumentos diferenciales para los sueldos más sumergidos, lo que implica un crecimiento menor para el resto. También se ofrecerá mayor elasticidad a las partes a la hora de proyectar la inflación (ver nota página A 7) y se promoverá que los ajustes tengan una relación más estrecha con la realidad del sector.
AUMENTOS. Un informe del Ministerio de Trabajo sobre los 42 convenios que se negociaron en el último semestre de 2012, y que pretende ser un insumo para la Ronda de este año, demuestra que los aumentos experimentan una fuerte moderación si se comparan con la anterior Ronda de negociación salarial. En los laudos más bajos las subas pasaron de 6% a 2,7%.
El análisis aclara que la actual Ronda se enmarca "en un contexto de desaceleración económica y mayor incertidumbre sobre la evolución futura de la economía". Al momento de la elaboración de ese trabajo las expectativas de crecimiento de la economía eran más cautas, aunque finalmente en 2012 el PBI creció 3,9%, alineado a la previsión de 4% incluida en el Presupuesto.
En materia de ajuste real de salarios, el informe oficial muestra que "los laudos más bajos recibieron en promedio un incremento real de 2,7% anual. El valor máximo de 10,24% correspondió al subgrupo "Artículos de cuero con proceso industrial". En el otro extremo, hubo tres convenios que definieron un incremento real nulo para el primer ajuste anual. Por su parte, el incremento de los laudos más altos fue levemente menor, alcanzando un promedio de 2,6% anual, mientras que los salarios sobrelaudados recibieron un ajuste real promedio de 1,8%. El valor máximo de ajuste real para este grupo de salarios fue de 4,5% y correspondió al subgrupo `Procesadoras de Tarjetas de Crédito`. De esta manera se observa que el ajuste por concepto de salario real aplicado fue más moderado que en la Ronda anterior, donde el incremento de los laudos más bajos había sido en promedio de 6% anual, mientras que el aumento otorgado para los laudos de las categorías salariales más altas se había situado en promedio en 3,5% anual".
Brenta dijo a El País que el propio presidente José Mujica, este año en una sesión del Gabinete Productivo que analizó la próxima negociación salarial, dio instrucciones precisas en cuanto a "priorizar los salarios más sumergidos y no centrar los esfuerzos en los salarios más altos".
"Tenemos claro que los salarios deben incrementarse en consonancia con la evolución de la economía, que ya no crece al ritmo del 6% de años anteriores. Hoy ya no se puede hablar de recuperación salarial porque el poder adquisitivo del trabajador está en los niveles de 1977. Tenemos que hablar de crecimiento salarial, y en ese sentido ha sido de 36,5% entre 2005 y 2012", señaló.
Brenta sostuvo que el criterio de poner el énfasis en los salarios más bajos, cercanos al Mínimo Nacional, es apoyado también por los empresarios porque "por un lado en el promedio no les incide en la erogación final que deberán hacer, pero además necesitan ofrecer mejores salarios porque cada vez se les dificulta más la contratación de mano de obra no calificada".
Destacó que en el sector `Lácteos`, por ejemplo, los salarios de hasta $ 10.000 tienen un incremento real anual del 10% y los que superan los $ 50.000 del 1,5%. "También tenemos casos como en el sector `Papel`, donde los empresarios, con el acuerdo del sindicato, han pedido no laudar sobre salarios más altos porque con la apreciación del peso esas remuneraciones en dólares crecieron mucho y se aproximan a las de las casas matrices", explicó Brenta.
El ministro señaló que para incrementar los sueldos más reducidos el gobierno también operará a través del Salario Mínimo Nacional. "En las próximas semanas analizaremos con el Ministerio de Economía los aumentos que se fijarán en enero de 2014 y 2015", indicó.
El 43,2% de los convenios que se acordaron en el último semestre de 2012 incluyeron algún tipo de ajuste diferencial favoreciendo a los salarios más sumergidos.
"Tenemos premisas básicas: ningún trabajador perderá un solo peso del salario real en este gobierno; vamos a utilizar el Salario Mínimo para incrementar los salarios más bajos y habrá aumento del salario real en todos aquellos sectores que no muestren un comportamiento en el que la suba pueda implicar la pérdida de puestos de trabajo", señaló Brenta.
INDICADORES. El primer acuerdo salarial de 2013 abarca a trabajadores de bares, pubs, heladerías, reposterías, etc. En este subgrupo el piso salarial es de $ 7.920 y el techo de $ 13.687. El aumento real anual acordado será de 3,5%, es decir, unos $ 300 para los que menos ganan (el convenio incluye otros beneficios como nocturnidad o antigüedad).
Consultado sobre si este porcentaje puede marcar una tendencia para próximos convenios, Brenta señaló que todo dependerá de la evolución de cada sector.
El gobierno ha sugerido a las partes que los ajustes reales tengan un componente referido a la evolución macroeconómica y otro componente que refleje la evolución sectorial, ponderados en 50% cada uno.
Para este año, Brenta informó que se pretende que los indicadores sectoriales tengan una mayor incidencia en la fijación de los ajustes salariales.
En la primera etapa de la presente Ronda solo el 27% de los convenios utilizaron algún tipo de indicador macroeconómico y/o sectorial mientras que el resto optó por ajustes fijos.
"La utilización de ajustes variables se incrementó de 15% a 27% entre una ronda de negociación y otra. Sin embargo, esta cifra continúa considerándose baja, al tomar en cuenta la extensión en la vigencia de los convenios a tres años en la mayoría de los casos, donde aumenta la incertidumbre futura de la economía. También hay que considerar que cuando se negocian los ajustes fijos, en general, se tiene en cuenta la situación del sector (por lo cual se tiene en cuenta el contexto) aunque no se permite que el salario varíe ante cambios positivos o negativos del contexto durante los siguientes años de vigencia del convenio", afirma el documento del MTSS.
Brenta dijo que la negociación salarial debe tomar en cuenta algunas "anclas" y entre ellas enumeró la realidad del sector.
"La heterogeneidad es muy grande por lo que las posibilidades de cada sector deben tener cada vez más incidencia. No es lo mismo la industria de la celulosa que la de los textiles. Estamos observando a los sectores que negociarán este año para incluirlos en un rango que podríamos definir en líneas generales como "bueno, malo o regular" y en función de eso analizar cómo se tratará la inflación y el crecimiento del salario real", indicó.
Sostuvo que los trabajadores comienzan a entender y aceptar que los indicadores sectoriales son claves en la negociación. "Llevamos dos años en las curtiembres sin crecimiento del salario real porque los trabajadores tienen claro que lo contrario puede implicar la pérdida de la fuente de trabajo", dijo.
PLAZOS. "Todos los convenios deben tener vigencia hasta, por lo menos, junio de 2015. En eso no transamos", sostuvo Brenta. El Ejecutivo pretende que los acuerdos trasciendan el actual período de gobierno y se fijen a 30 o 36 meses. El primer convenio de este año se firmó hasta diciembre de 2015. "A nadie se le ocurre estar negociando salarios en medio de las elecciones. Todo el mundo tiene claro eso", sostuvo el ministro.
El 97% de los convenios firmados en el último semestre del año pasado presentaron una duración de 3 años.
El gobierno también propone que los aumentos sean anuales. Del total de los 42 convenios firmados en esta Ronda iniciada en 2012, 37,8% fijaron ajustes anuales mientras que en la negociación anterior el porcentaje había sido del 33%.
Brenta destacó que los convenios salariales comenzaron a incluir aspectos vinculados a la calidad del trabajo, formación y cuestiones de género.
El 22% de los convenios firmados incluyeron cláusulas que mejoran las condiciones laborales de los trabajadores, como las relativas a la salud ocupacional, que involucran desde el pago y día libre para la realización del Carné de Salud hasta la formación de comisiones que establecen las condiciones adecuadas para preservar la salud de los trabajadores en el ambiente laboral.
Otro tema que lentamente se ha ido incorporado en la negociación colectiva se refiere al mejoramiento de las condiciones laborales de las mujeres con el objetivo de generar un acceso equitativo al mercado laboral.
En este sentido, casi 22% de los convenios han incorporado cláusulas de género y/o cláusulas de cuidados que favorecen la compatibilización de la vida familiar y laboral.
Las cifras
50%
De los convenios salariales que están vigentes vencen a partir de julio de este año. Involucran a más de 800.000 trabajadores.
43,2%
De los convenios firmados en el último semestre de 2012 y que corresponden a esta Ronda incluyeron aumentos diferenciales.
PRIMERA ETAPA DE LA RONDA
En el último semestre de 2012 se firmaron 42 convenios salariales correspondientes a la 5ª Ronda.
El 70% fue firmado por acuerdo entre las tres partes negociadoras. Donde el acuerdo no fue por consenso, el Ejecutivo votó en cinco subgrupos con los trabajadores y en cuatro con los empresarios.
Comparados con la anterior Ronda, los acuerdos consensuales cayeron de 84% a 75,7%.
El promedio de negociación fue de cuatro meses.
El 97,2% de los convenios se firmó con una duración de tres años.
El 37,8% fijó incrementos salariales anuales.
El ajuste general promedio fue de 10,6% nominal anual, encontrando un incremento máximo de 16% y un mínimo de 6,67%.
El laudo de la categoría más baja, en promedio, fue de $ 13.315 y el más alto $ 25.802.