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Sindicatos reclaman obra pública para cubrir empleos que caerán

Trabajo e inversión. Sunca y Untmra reclaman que el Estado invierta y absorba los 5.000 empleos que este año se perderán en la construcción Pidieron una reunión a Mujica para pedirle apoyos

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PABLO MELGAR

Para los sindicatos de la construcción (Sunca) y del metal (Untmra) los 5 mil puestos de trabajo que se perderán este año deben ser absorbidos con obra pública. Reclaman que el gobierno cumpla con los planes de infraestructura pública.

Son los dos sindicatos con mayor capacidad de movilización y tienen un alto nivel de coordinación entre sí ya que ambos son liderados por dirigentes del Partido Comunista (PCU).

El Sunca y la Untmra consideran que la inversión en obra pública es la única salida para evitar la pérdida de puestos de trabajo y reclaman que el gobierno se involucre en la salida.

Según estimaciones de la Cámara de la Construcción este año se perderán unos 5.000 puestos de trabajo cuando concluyan obras como la instalación de Montes del Plata y otras que movilizan a miles de trabajadores. Para la Cámara la finalización de estas obras no es una crisis sino que es parte de los "ciclos de la construcción", aseveró el presidente de la institución, Ignacio Otegui.

No obstante, los trabajadores sindicalizados apuran al gobierno para que asuma definiciones con respecto a las obras con financiación estatal.

"Hay platos que no queremos comer dos veces, en 2002 se apostó a los bancos en lugar de invertir en obra pública y se generó el mayor índice de desempleo. Queremos saber qué sucederá con el puerto de aguas profundas o Aratirí", dijo a El País el dirigente del Sunca, Javier Díaz.

A diferencia de la construcción, el sector metalúrgico está pasando por un mal momento que viene generando desocupación y cierre de fábricas.

Los principales cuadros sindicales de la Untmra creen que el bajo valor del dólar y los problemas de gestión de las empresas conspiran para que los emprendimientos metalúrgicos se vuelvan inviables.

"Hay empresas que cerraron porque no compiten, tienen problemas con el valor del dólar que, a nuestro entender, tendría que estar en $ 23 o $ 24, y también están las que son mal gestionadas", aseveró ayer a El País el dirigente de Untmra, Danilo Dárdano.

Los empresarios sostienen que los problemas de gestión tienen que ver con las dificultades del mercado uruguayo. Una fuente del sector empresarial señaló que algunas empresas invirtieron en tecnología para producir elementos que podría consumir el Estado y no pudieron comenzar con los trabajos porque se prefiere comprarlos en el exterior.

En ese punto coinciden empresarios y trabajadores. En ese sentido, están esperando que el presidente José Mujica les conceda una entrevista para planteárselo personalmente.

"Estamos esperando una reunión con el presidente Mujica porque creemos que el gobierno no le da valor al sector. La empresa ALUR (Alcoholes del Uruguay) le estará adjudicando la construcción de dos calderas de gran porte a empresas extranjeras, por ejemplo", se quejó Dárdano.

Fuentes de Presidencia dijeron a El País que Mujica recibiría después de carnaval a una delegación de empresarios y dirigentes estatales para analizar el sistema de compras estatales.

RAQUÍTICA.

Dárdano reconoció que la posición de la construcción es mejor que la de los metalúrgicos. "La construcción está en un boom excepcional. Estaría comenzando la construcción de la planta de ciclo combinado de Puntas del Tigre en San José y a mitad de año o cerca de fin de año podría estar la regasificadora. Aratirí también podría salir, por lo que hay perspectivas de trabajo. Sin embargo, la Untrma ve a la industria metalúrgica más compleja, raquítica", se quejó el dirigente.

Dárdano agregó que la preocupación está centrada en que se ha multiplicado el envío de personal a seguro de paro.

"Las empresas nacionales deberían tener una política más proactiva para la industria nacional. Que compitan pero que un porcentaje importante de lo que contraten sea hecho en Uruguay; queremos que el porcentaje de compras nacionales de Antel, UTE y Ancap fuese mayor porque con eso estamos seguros que la industria metalúrgica estaría mucho mejor", sostuvo Dárdano.

En tanto, los empresarios metalúrgico advierten que los costos de producción en Uruguay incluyen cargas sociales y salarios que hacen "imposible" la competencia con los productos del exterior y en particular con los fabricados en China.

Un trabajador que da sus primeros pasos en el sector metalúrgico puede llegar a cobrar unos US$ 800 al mes, una cifra muy superior a la de su competencia. Por otro lado, los empleadores se quejan de la virulencia sindical.

Al respecto, recuerdan que tras la última huelga de octubre del año 2011 algunos niveles de la escala salarial pasaron a percibir aumentos salariales del 62%. Empresarios y sindicalistas se verán las caras nuevamente a mediados de año cuando se inicie la ronda de negociación colectiva.

LAS OBRAS QUE PLANEA EL GOBIERNO

El gobierno maneja un paquete de obras de infraestructura que todavía no se ha concretado por diversas razones y cuyos proyectos se encuentran en distintas etapas:

Puerto de aguas profundas en Rocha.

Instalación de una planta regasificadora en el puerto de Montevideo.

Instalación de la minera Aratirí (financiada con capitales privados).

Complejo carcelario financiado mediante la ley de participación público - privado, conocido como PPP.

Planta de ciclo combinado de Puntas del Tigre en Colonia Wilson, San José.

Reconstrucción de diversos tramos de rutas nacionales mediante el sistema de la ley de proyectos de PPP.

También se evalúan proyectos relacionados con la reconstrucción del sistema de vías férreas.

CONSTRUCCIÓN EN AUGE

Tras el desembarco de las mayores inversiones privadas en la historia del Uruguay el personal de la construcción y sectores relacionados se incrementó como nunca antes.

Desde 2005 a la fecha se sumaron unos 50.000 nuevos trabajadores al sector, de acuerdo a estimaciones de la Cámara de la Construcción.

A esto hay que agregarle un número no determinado de empleados relacionados con el sector. Muchos de ellos provienen del ámbito rural donde los salarios son la tercera parte de lo que paga la construcción, según explicó el ministro de Trabajo, Eduardo Brenta.

En los hechos, la ocupación llegó al máximo histórico y determinó un incremento del personal femenino porque se llevó al límite la oferta de trabajadores varones.

En los aspectos salariales se verificó un incremento importante. Tras el último ajuste salarial de 20%, cumplido en octubre pasado, el salario básico pasó los US$ 1.000.

Otra novedad que surgió en los últimos años fue una rebaja en la carga horaria. Se pasó de cumplir 48 horas por semana a 44 sin afectar el salario de los trabajadores.

Otro aspecto novedoso es que las bolsas de cemento portland y otros productos para la construcción fueron reducidas. Las tradicionales bolsas de 50 kilos pasaron a ser de 25 kilos.

Además, se formó un fondo de cesantía para los trabajadores que culminan su participación en las obras. Se mantuvo el Fondo de la Construcción, costeado por empresarios y trabajadores, destinado a aportar útiles de estudio y otros servicios a los hijos de los obreros.

En los últimos dos años el sindicato de la construcción (Sunca) pasó a ser liderado por dirigentes comunistas. Hasta aquel momento el sindicato era conducido mediante un acuerdo entre los comunistas y la corriente socialdemócrata Articulación.

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