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Con la resolución de esencialidad sobre la mesa, el gobierno logró desactivar las ocupaciones en los hospitales y ahora -sin medidas gremiales en el medio- seguirá la negociación salarial con los funcionarios de la Salud. Hoy habrá una reunión.

La esencialidad ya estaba instalada desde la medianoche del miércoles, pero los funcionarios resolvieron ocupar de todas formas. Fueron más de 12 horas de ocupación, pero no en todos los hospitales que la Federación de Funcionarios de Salud Pública (FFSP) había anunciado. En el Vilardebó, que era el centro que se iba a ocupar sobre el mediodía, no se llegó a concretar la medida.

Es que bien temprano hubo una reunión clave entre el presidente José Mujica y dos integrantes del Secretariado Ejecutivo del Pit-Cnt -Marcelo Abdala y Fernando Pereira-, tras la cual la central sindical se reunió con los principales dirigentes de la FFSP y negociadores del Ministerio de Trabajo con un solo objetivo: que se suspendan las medidas y se siga negociando en un escenario ajeno al conflicto.

El encuentro con Mujica, que se agendó a instancias del Pit-Cnt en la misma noche del martes en que se decretó la esencialidad de los servicios de salud, fue en la chacra del presidente y duró unas dos horas.

El gobierno se comprometía a instalar una mesa de negociación de "alto nivel" donde participen "personas con poder de decisión". "Que quienes estén no tengan que ir para atrás, sino que sean ministros", explicó una fuente sindical a El País.

Este ámbito de discusión se terminó concretando. Hoy a las 12.30 horas habrá una reunión en el Ministerio de Trabajo para seguir negociando las principales reivindicaciones del gremio.

Eso, más una promesa -con cifras precisas- de aumento de los salarios más sumergidos precipitaron la desocupación de los hospitales.

El Hospital Español fue uno de los últimos centros en levantar la medida. Los funcionarios, algunos no del todo convencidos, se retiraron al grito de "¡Arriba los que lo luchan!" y anunciando a quien los quisiera oír que esto era una tregua pero no el fin del conflicto.

El ministro de Trabajo, Eduardo Brenta, aseguró ayer que la resolución de esencialidad seguirá vigente, aunque ahora no tenga sentido. "Ni se levanta, ni se suspende", dijo.

SALARIO. Uno de los puntos determinantes en este conflicto es una reestructura salarial que permita aumentar el laudo de ingreso a ASSE.

Hoy el escalafón más bajo de los funcionarios tiene un sueldo de $ 8.900 y el gremio pretende llevarlo a $ 17.000. Ayer el gobierno ofreció pagar $ 14.500, que es algo más que la última propuesta elevada por las autoridades sanitarias el lunes.

Buena parte de los dirigentes de la FFSP entendían que esto supone un "avance importante" y un "logro" con respecto a lo que se tenía. Con esa propuesta, más la promesa de seguir negociando al "más alto nivel" fueron ayer a los hospitales ocupados para desactivar la medida.

El cronograma de ocupaciones seguía hoy en el centro de Salud de Jardines, en el Instituto Nacional del Cáncer (INCA) y en otros hospitales del interior del país, pero todo se suspendió a la espera de lo que ocurra hoy en el Ministerio de Trabajo.

OCUPACIONES. A las 8 de mañana comenzaron las ocupaciones. El primer centro en ser ocupado fue el Hospital Español; más tarde fue ocupado el Centro de Ciudad del Plata.

En el interior del país el sanatorio de Artigas, fue ocupado a las 9 de la mañana.

En Cerro Largo estaba prevista la ocupación del sanatorio de Río Branco, pero la medida se frenó por la gestión de la directora del centro, Yamila Bondade, quien convocó a la Policía y evitó la medida.

Sobre las 13.00 horas, unos 40 funcionarios ocuparon el Hospital de Colonia, pero la medida quedó sin efecto a las pocas horas, cuando se supo de las negociaciones que se llevaban adelante en Montevideo.

El Hospital Español fue el escenario de los momentos más tensos. Minutos después de que los funcionarios ocuparan apareció la gerente general de ASSE, Alicia Ferreira, quien advirtió a los ocupantes que estaban inhabilitados para tomar el hospital. Una de las delegadas de la FFSP le dijo: "llegás tarde, el hospital ya está bajo control de los trabajadores".

Finalmente los sindicalistas detuvieron el lacrado al tiempo que los jerarcas de ASSE se quedaban en la oficina del director del centro de salud. "El hospital está bajo control de los trabajadores, la dirección decide hasta la puerta de su oficina", dijo uno de los ocupantes. (Producción: Valeria Gil)

El sindicato de Salud Pública reclama la creación de 2.500 nuevos cargos para el organismo y un incremento salarial que implicaría duplicar los salarios más deprimidos. Hace más de un mes que están negociando. Tras las ocupaciones de siete hospitales ayer, hoy jueves inician un nuevo ámbito de diálogo. ASSE tiene más de 20 mil funcionarios dispersados en todo el país.

Todo comenzó por una garita y terminó con un fin de semana sin combustibles. Fancap trancó 15 días la descarga de los gaseros; paró la distribución de las naftas cuando le aplicaron los descuentos.

Cuando cayó el descuento por medidas distorsivas a los sindicalizados de Ancap, todos los gremios de las empresas del Estado se declararon en conflicto. Amenazan con parar 24 horas contra la aplicación de descuentos.

El martes el sindicato ocupó las oficinas de la empresa contra la quita de una partida por enfermedad que tenían asignada desde 1987. El organismo está en proceso de desmantelamiento y abrió un plan de retiro de funcionarios.

El estatuto del funcionario es la principal diferencia entre el gobierno y los sindicatos de la Administración Central. Además, reclaman aumentos de salarios. Ocuparon el Ministerio de Economía sin avisar al Pit-Cnt.

Los cirujanos que cubren guardias nocturnas en las puertas de emergencia de los hospitales públicos, presentaron una renuncia colectiva a sus puestos de trabajo, que deberían efectivizarse en los próximos días. Los especialistas, que están contratados por Comisión de Apoyo, denuncian que no acceden a beneficios laborales, entre ellos el pago por nocturnidad acordado con ASSE en 2008.

Más allá del incremento presupuestal, los sindicatos de la enseñanza siguen reclamando el 6% del PIB para el sector. Además, reclaman mejoras en la forma de gestionar los fondos por parte de la ANEP. A esto se suman conflictos particulares de los organismos descentralizados, entre ellos Primaria, Secundaria y UTU donde los sindicatos están en pie de guerra.