Publicidad

Argentina "K": un modelo en aprietos

Vecino peligroso. La nacionalización de YPF se enmarca en un modelo económico que requiere cada vez más caja. Varios expertos cuestionan su viabilidad y avizoran inflación y devaluación

Compartir esta noticia
 20120421 800x564

Una crisis similar a la de 1989, con aumento de la inflación y devaluación del peso argentino -que reduzca el turismo y desacelere la economía local-, es el escenario que varios expertos avizoran ante una eventual caída del "modelo K".

La nacionalización de la mayoría de las acciones de YPF anunciada esta semana por la presidenta argentina Cristina Fernández es para muchos una perla más de un collar de medidas para sostener el denominado "modelo kirchnerista", al igual que las trabas comerciales, el control del intercambio de divisas o el uso de las reservas del Banco Central. Para varios expertos, este modelo basado en los subsidios y en un creciente gasto del Estado tiene fecha de vencimiento en el mediano plazo, y su debacle afectará a Uruguay.

De hecho, Uruguay está padeciendo los efectos de una posible recesión argentina de forma anticipada por las trabas al comercio. Ante este escenario, esta semana el presidente José Mujica intentó un acercamiento con Brasil en una visita a la presidenta Dilma Rousseff, a quien le expresó su voluntad de lograr la libre circulación de bienes y servicios con el mayor socio del Mercosur.

La señal que recibió de Rousseff contrasta con la actitud asumida por Cristina Fernández, con quien, hasta el momento, no se han logrado avances significativos en la relación bilateral. No resulta llamativo entonces que Mujica haya elegido a Brasil para recorrer, aún dentro del Mercosur, un camino "codo a codo" para que asegure la libre circulación de bienes y servicios, aspecto clave del Tratado de Asunción que el bloque aún no cumple.

Pese a todo, el presidente espera recibir la próxima semana alguna señal "positiva" desde Argentina, pero más allá de soluciones parciales, el gobierno argentino sigue firme en su voluntad de profundizar el "modelo K" que derivó en las trabas cuando los dólares comenzaron a escasear.

Según el doctor en economía Michele Santo, el esquema "K" no se sostiene en el mediano o largo plazo. "Sin un ajuste fiscal significativo a nivel de gasto público y sin medidas que alienten la inversión a mediano plazo, es difícil que el modelo tal cual está pueda sostenerse en el tiempo", indicó.

"Más allá de que el precio de los productos agrícolas va a ayudar, todas las carencias estructurales que tiene Argentina -por años de desinversión en materia de infraestructura por precios fijados políticamente-, no van a resolverse profundizando el modelo, como se dice en estos meses, sino más bien que la profundización del modelo va a acentuar los problemas estructurales de fondo y eso difícilmente vaya a terminar bien", agregó.

Este año Argentina tiene vencimientos de deuda por unos US$ 10 mil millones, además de la necesidad de financiar el creciente gasto público, sin acceso a los mercados de deuda y con los ingresos fiscales que siguen bajando producto de la desaceleración de la economía. Las trabas comerciales y el control de las divisas son un intento de evitar el default.

Mario Brodersohn, director de la consultora argentina Econométrica, afirmó que la economía argentina tiene un antes y un después de 2008. Durante un primer período del gobierno kirchnerista (2003-2008), el país se benefició de una coincidencia de factores positivos: altos precios de los commodities, un aumento de la producción agropecuaria, una política de tipo de cambio alto y la brusca reducción de la deuda fiscal, que pasó a 140% del PIB a 30,6% a fines de 2008.

La bonanza de divisas permitió al gobierno financiar su modelo basado en subsidios y en una participación del Estado cada vez mayor. Desde el inicio del gobierno del matrimonio Kirchner-Fernández, el gasto público pasó del 24% del PIB a casi el 40%. Además de las acusaciones de financiar sus campañas electorales con fondos públicos y de un gasto excesivo en publicidad oficial, la mayor parte del gasto la han consumido los subsidios y el pago de salarios públicos.

Si bien los subsidios han ayudado a reducir la pobreza, según el Instituto para el Desarrollo Social (Idesa), US$ 3.000 millones fueron consumidos el año pasado en cubrir los malos resultados de las empresas estatales, como Aerolíneas Argentinas y otras firmas nacionalizadas.

Mientras que entre 2003 y 2008 el gobierno argentino registró un superávit fiscal promedio de 3% del PIB, el año pasado cerró con un déficit de 1,6% y, para este año, las proyecciones apuntan a un déficit de 2%.

El problema de falta de divisas se originó, según Santo, porque Argentina "pasó a ser un gran exportador a un gran importador el año pasado". Tras cerrar 2009 con una balanza de pagos a favor por más de US$ 8 mil millones, en 2011 el balance fue deficitario. La apreciación del peso desde 2008 llevó a que sea más barato importar que producir en el país.

Más alarmante para el gobierno de Fernández es que las importaciones de combustibles alcanzaran los US$ 9.400 millones. Argentina dejó de ser un exportador neto de combustibles, para convertirse en un importador con un déficit energético por US$ 3.200 millones el año pasado y que para 2012 se prevé sea el doble.

RUMBO AL PRECIPICIO. El doctor en economía Juan Carlos Protasi estimó que "Argentina se está encaminando hacia una crisis", aunque aún hace falta "un disparador". Para este economista, "una caída de credibilidad muy grande" puede desencadenar una recesión.

"La gente puede empezar a ver que el gobierno está pegando manotazos de ahogado, que el problema de caja es grave y que el equilibrio es insostenible", indicó.

Según Protasi, una de las señales más preocupantes en Argentina es que "hoy el Banco Central está autorizado a expandir la cantidad de dinero todo lo que se le antoje. Hasta ahora Argentina se venía manejando con algunos resabios de la ley de convertibilidad, como el hecho de que el 100% de la base monetaria tenía que tener su respaldo en reservas, y el Banco Central no podía otorgar créditos al gobierno. Ahora esas dos restricciones se eliminaron y el Banco Central ya está en un nivel de base monetaria que supera el nivel de las reservas", consideró. "La gente ya percibe que los pesos no tienen el respaldo que tuvieron", estimó, y consideró que esta pérdida de credibilidad puede llevar a una devaluación. En cuanto a los efectos en Uruguay, el experto señaló que "en este proceso de espiralización de la inflación que se va a producir por una emisión descontrolada del Banco Central y una huida del peso hacia el dólar, va a haber una caída de los precios en dólares en Argentina".

Ese abaratamiento de los precios en Argentina "va a tener un impacto para Uruguay importante en el gasto de consumo de los uruguayos que posiblemente comiencen nuevamente las excursiones a Argentina para comprar bienes más baratos", indicó Protasi. Además, con el aumento de la inflación "los argentinos se van a empobrecer y el gasto que van a hacer en turismo en Uruguay va a ser mucho menor. Eso nos va a inducir a una desaceleración importante", afirmó.

Por último, Protasi avizora un impacto en las inversiones inmobiliarias. "Los precios de los inmuebles en dólares en Argentina van a bajar y puede pasar lo que sucedió a finales de los 80 con la caída del austral y la llegada de Menem al gobierno. Si el precio de los inmuebles en Argentina se abarata mucha gente se va a dedicar a comprar en ese país, provocando que se desinflen los precios de inmuebles en Uruguay, sobre todo en Punta del Este", indicó. A su vez, "si se frena la construcción en Punta del Este, donde hay 20.000 personas ocupadas, se va a resentir el nivel de empleo".

En tanto, el economista Javier de Haedo cree que "el modelo kirchnerista ha sido sostenible gracias a un sector externo muy favorable, que le ha alargado la pista. Ellos están rumbo al precipicio, y el precipicio se ha ido corriendo hacia delante", sentenció.

Para De Haedo, la eventual crisis se puede "adelantar" con medidas como la de nacionalizar YPF, "que generan más incertezas en la economía, más fuga de capitales, más temores a que la próxima confiscación sea sobre activos sensibles de la gente como sus depósitos".

Al igual que Protasi, De Haedo vaticinó "una crisis al estilo de la del año 89". El escenario será "una situación en la cual empieza a haber una inflación muy alta, una devaluación y una caída del ingreso en dólares en Argentina", según De Haedo. Ello provocará "una Argentina muy barata donde los uruguayos van a ir a gastar su dinero", indicó.

QUÉ HACER. Ante el panorama actual en Argentina, los expertos coinciden en que la estrategia uruguaya debe ser marcar las diferencias con el país vecino. "Deberíamos tratar de diferenciarnos lo más posible de Argentina y pensar en captar el capital que todavía quiera venir a la región y que ya no va a ir a Argentina, y sobre todo el capital de argentinos que ante la profundización de medidas con un sesgo marcadamente populista van a querer seguir saliendo", comentó Santo.

"Creo que el negocio para Uruguay es estar conceptualmente lo más lejos posible de Argentina", agregó.

En tanto el abogado y exembajador uruguayo en Estados Unidos (1995-2000), Álvaro Diez de Medina, fue poco optimista en cuanto a las repercusiones de una eventual crisis argentina. "Es muy poco lo que la economía uruguaya podría hacer, y se va a ver arrastrada por cualquier movimiento brusco que haya por parte de Argentina", indicó. "En la medida en que Uruguay nunca ha planteado -ni en esta ni en las anteriores administraciones- una alternativa económica que se distancie de las que sigue la región, evidentemente vamos a acompañar el proceso", manifestó Diez de Medina.

Por su parte, el sociólogo y especialista en temas del Mercosur Romeo Pérez Antón, consideró que las consecuencias del modelo económico argentino "van a traer impactos, lamentablemente bastante graves sobre Uruguay".

Pérez Antón consideró que "las conductas expropiadoras pero sin legitimidad, en el caso de YPF, no sometidas al derecho internacional, afectan a Argentina y también a la región. Para bien y para mal, los países del Mercosur constituimos una región, que los inversores internacionales tienden a visualizar como un conjunto".

Recomendó que Uruguay "haga gestos que subrayen que su tradición y su conducta hasta la actualidad es de respeto a las reglas y a la seguridad jurídica". A su vez, criticó la postura inicial del presidente Mujica con respecto a la nacionalización. "Para subrayar que no somos como Argentina deberíamos evitar solidarizarnos con estas medidas, como lamentablemente ha hecho el presidente. Eso es exactamente lo contrario de lo que deberíamos en este momento estar comunicando al mundo".

Por otra parte, ante una eventual devaluación del peso argentino, Protasi estimó que la política del gobierno uruguayo será de "intentar contener lo más posible el tipo de cambio, dado que existen reservas como para hacerlo. No esperaría una devaluación importante del peso uruguayo, más bien creo que se va a tratar de absorber ese shock", indicó.

Según el economista, "algo así ya sucedió en el año 89, cuando Argentina tuvo una situación similar. Uruguay no hizo nada pero perdió una cantidad importante de reservas porque los flujos de capitales se revirtieron y los precios bajaron en Argentina, y eso nos ocasionó problemas, por ejemplo en el nivel de empleo", recordó. (Con aportes de El Mercurio/GDA)

Medidas para sostener el "modelo K"

Octubre de 2008: Estatización de las AFJP.

Los fondos de las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP), lo que en Uruguay son las AFAP, se estatizan, por lo que todos los aportes jubilatorios pasarán a manos del Estado, ampliando las arcas públicas. Se realizó el traspaso de los fondos en instituciones privadas a la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES).

Octubre de 2011: Medidas de control cambiario.

Se obliga a petroleras y mineras a liquidar en el país las divisas provenientes de sus exportaciones, y a las aseguradoras a repatriar sus activos en el exterior. También se reguló el mercado minorista de compra y venta de divisas extranjeras por la que la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) deberá aprobar cada operación, y finalmente en 2012 se agregó la disposición que para sacar dinero desde el exterior se deberá tener una cuenta en dólares.

Febrero de 2012: Implementación del Régimen de Declaración Jurada Anticipada de Importación de la AFIP.

Un mecanismo que obliga a quienes realizan operaciones a declarar las transacciones "en forma previa a la emisión de la nota de pedido" y que es también requisito para operar en cambios. En la misma línea el Banco Central de Argentina generó nuevas disposiciones en materia de pagos de importaciones. Asimismo, ello se extendió a la importación de servicios.

Marzo de 2012: Reforma de la Carta Orgánica del Banco Central de la República Argentina (BCRA).

Según esta reforma, los miembros del directorio del Banco Central serán quienes podrán determinar el nivel mínimo de reservas, para que el resto se aplique al pago de deuda o inversión pública, y serán también quienes estén autorizados a regular el crédito del sistema financiero en cuanto a destino, tasas y plazos. Asimismo prevé un mecanismo automático de adelantos al Tesoro argentino.

Abril de 2012: Reestatización del 51% de las acciones de la española Repsol en YPF en petróleo y gas.

La iniciativa comenzará a votarse el próximo miércoles en el Senado de Argentina y logró el apoyo de todo el arco político de ese país, incluso de los llamados "agrolegisladores", que obtuvieron sus bancas tras el "Conflicto del campo" en 2008 por el aumento de las retenciones móviles a las agroexportaciones y que significó la ruptura de la presidenta Cristina Fernández con el entonces vicepresidente, Julio Cobos.

ALBERTO COURIEL

Senador del Frente Amplio

"A Uruguay no lo afectará nada, porque los principales vínculos de Argentina con nuestro país son por el turismo y las intervenciones inmobiliarias. A quienes critican lo que hace el gobierno, nunca les escuché una propuesta".

SERGIO ABREU

Senador del Partido Nacional

Para el excanciller y exministro de Industria, "el error del presidente es tratar de manejarse con esa diplomacia presidencial, de diálogos entre presidentes cuando deben ser el último eslabón de la negociación y no el primero".

MAX SAPOLINSKY

Prosecretario Partido Colorado

"Las relaciones con Argentina han venido complicándose a pasos agigantados", opinó. Planteó la necesidad de que Uruguay "tome una posición más firme porque si no puede verse arrastrado por la situación argentina".

MICHELE SANTO

Doctor en economía

"El llamado `modelo K` se sustentaba en dos pilares: un cuidado muy estricto de la caja del sector público y un superávit fiscal muy grande. Esos dos pilares en el último año se han visto deteriorados muy significativamente".

JORGE NOTARO

Economista

"Creo que el `modelo K` es sostenible, y más que el uruguayo. Se pronostica una década de recesión de los países del norte. En ese contexto, se debe tender a sustituir la caída de la demanda de afuera por demanda interna".

ÁLVARO DIEZ DE MEDINA

Abogado y exembajador en EE.UU.

"Lo único que sostiene a Argentina es una balanza de pagos favorable. En el mediano o largo plazo es un modelo insostenible. A esta altura, la economía argentina es un barco al que le arrancan los tablones para alimentar la caldera".

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad