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El presidente José Mujica mantendrá en un cajón de su escritorio el acuerdo de intercambio de información tributaria con Argentina y no le dará luz verde hasta tanto reciba una "señal clara" que reencauce la relación bilateral.

En la reunión mantenida el pasado lunes en la Residencia de Olivos entre los presidentes José Mujica y Cristina Fernández de Kirchner, si bien no se expresó en forma directa, quedó claro que la posición de Uruguay es la de no firmar el convenio de intercambio de información tributaria, ya acordado a nivel técnico, mientras persistan "ruidos" en la relación bilateral.

Fuentes del Poder Ejecutivo informaron a El País que los "ruidos" aluden a las trabas al comercio que ha impuesto Argentina y que perjudican a rubros industriales uruguayos. Mujica volvió con el compromiso de su par argentina de dar, en un plazo de siete a diez días, una "fuerte señal" con la "solución" a una serie de temas que se negocian y permanecen trancados. Si el compromiso se cumple, las fuentes consultadas precisaron que el presidente volverá a evaluar la situación y definirá si corresponde "dar ese paso" -firma del acuerdo- que es considerado "muy importante" para ambos gobiernos. En el caso de Argentina es relevante por la utilidad que puede darle, para Uruguay, en cambio, porque implica el riesgo de perder capitales de ese país.

En tanto, fuentes diplomáticas consultadas por El País explicaron que Uruguay y Argentina negocian "muchos temas, al mismo tiempo y por diferentes vías", pero la mayoría son de interés del gobierno de Mujica. "Queremos que se levanten las trabas comerciales que están afectando el comercio y los servicios, también que se realicen los dragados de los canales y algunas cosas más, y lo único que tenemos para negociar es la información tributaria, que para ellos es muy importante", indicó una de las fuentes. Se detalló que a la hora de negociar Uruguay puede ofrecer "gestos políticos", como ocurrió recientemente en el caso de las islas Malvinas, lo cual fue "muy valorado" en la Casa Rosada.

ENCAJONADO. Mujica recibió hace un mes el borrador del convenio tributario acordado hasta su más mínimo detalle por el Ministerio de Economía y Finanzas y la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). "Los técnicos ya dieron su palabra, los términos del acuerdo están definidos, no es retroactivo y cumple con las pretensiones de uno y otro país. Ahora están corriendo tiempos políticos", indicó a El País una fuente del Ministerio de Economía y Finanzas.

El 22 de marzo Mujica admitió que había recibido el borrador del acuerdo. "Esto está trancado porque el `Pepe` lo tiene trancado en un cajón", expresó el presidente cuando ese día abandonaba una reunión con directivos de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios (CNCS). El vocero consultado precisó que el mensaje de Mujica no admitía más de una interpretación. No es el contenido del acuerdo, eminentemente técnico, lo que frena su firma. "Mujica contempla aspectos políticos, no técnicos. La agenda con Argentina está muy intensa y son muchas las aristas que se deben administrar. El presidente tiene que mirar toda la cancha", señaló.

En Argentina se esperaba con absoluta convicción que antes de mayo el convenio fuera ratificado por ambos países. No obstante, fuentes cercanas al mandatario indicaron que Mujica no firmará el tratado hasta tanto se reciban señales claras de parte de Argentina para reencauzar la relación, más allá de que el encuentro entre los mandatarios en Olivos fue considerado "muy positivo".

Si bien el presidente ha señalado en más de una oportunidad que entiende las razones que han llevado al gobierno de Cristina Fernández a adoptar medidas proteccionistas, se considera que pese al principio de acuerdo alcanzado "no hay condiciones políticas, al menos por ahora" para entregar datos fiscales que son tan sensibles para las economías de uno y otro país.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha presionado para que Uruguay firme acuerdos y transparente así su sistema fiscal. En el gobierno se descuenta que "más tarde o más temprano" el acuerdo deberá ser firmado.

ACUERDO. La OCDE exige a Uruguay la firma del acuerdo para que supere la Fase I del proceso de revisión entre pares sobre la transparencia en datos impositivos.

Tal como informó El País el pasado 3 de febrero, el borrador del acuerdo prevé que el intercambio de datos no sea retroactivo (es decir que se pueda pedir información sobre la fecha a partir de que comience a regir el convenio), que se incluyan mecanismos para evitar la doble tributación y que las agencias recaudadoras no participen en inspecciones en el otro país.

La AFIP aceptó incluir métodos para evitar la doble tributación que van más allá del crédito fiscal dispuesto en la legislación argentina. Esto significa que se garantizará más aún que un argentino que tiene un activo en Uruguay (un inmueble, depósitos, por ejemplo) no pague por esas ganancias el tributo en Uruguay y en Argentina. AFIP admitió que no se pueda pedir información sobre hechos anteriores a la firma del convenio y que sus inspectores no hagan fiscalizaciones en Uruguay y viceversa.

En enero de 2012 llegaron más argentinos de visita a Uruguay pero gastaron menos, producto de los controles cambiarios que impuso el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, según entiende el Ministerio de Turismo. En el primer mes del año llegaron al país 43.000 argentinos más que en 2011, aunque su gasto promedio por día cayó 24,5%.

Mientras en 2011 cada turista argentino gastó US$ 1.200, en la temporada que acaba de terminar esa cifra bajó a US$ 906, informó ayer a El País la subsecretaria de Turismo, Liliam Kechichián.

"En la cantidad de argentinos que llegaron no afectaron las medidas cambiarias, sí afectó en el gasto. Es una realidad", reconoció la jerarca del gobierno. ¿Por qué afectó? Kechichián entiende que también influyó la caída porcentual de la estadía. Mientras en enero de 2010 en promedio los turistas argentinos se quedaron a veranear en Uruguay 10,6 días, en 2011 estuvieron 9,3 días y en 2012 bajó a 8,2 días.

"Entonces el día y medio menos que vinieron hizo que, efectivamente, el gasto promedio por día bajara", comentó. La caída también se explica por incremento de precios en servicios en Maldonado y Rocha, detalló la funcionaria.

El lunes, el Centro de Investigaciones Económicas (Cinve), fundado por figuras del gobierno como el actual ministro de Economía y Finanzas, Fernando Lorenzo, difundió un informe elaborado en marzo que da cuenta del impacto de las medidas argentinas en todos los planos de las relaciones comerciales entre Uruguay y Argentina.

CAÍDA. Bibiana Lanzilotta, una de las profesionales que participó en la elaboración del informe de Cinve, explicó ayer a El País que el crecimiento de visitas de argentinos en la temporada de verano a Uruguay fue menor al esperado, producto de los controles cambiarios impuestos por el gobierno de Cristina Fernández.

De no haber existido burocracia financiera del lado argentino para los habitantes que quieran salir del país, el crecimiento de turistas se hubiera situado en 24% con respecto a 2011. Sin embargo, la proyección de la consultora ubicó en 22% el incremento de visitantes desde Argentina, lo que refleja una caída de dos puntos producto de las medidas.

El gobierno de José Mujica espera que Argentina habilite la difusión de la decena de estudios conjuntos de los efluentes sobre el Río Uruguay, tanto de la fábrica de pasta de celulosa de UPM (ex Botnia), como la del Río Gualeguaychú. Uruguay ha dicho que los resultados son favorables a sus intereses, pero la contraparte no habilita hacerlos públicos. En un acuerdo firmado el 28 de julio de 2010, los presidentes José Mujica y Cristina Fernández pactaron instalar un Comité Científico binacional para el "monitoreo conjunto de la planta UPM-Botnia" y los establecimientos y centros urbanos que vuelcan sus efluentes en el Río Uruguay. Argentina aduce diferencias en el criterio para medir y ponderar la temperatura de los efluentes de la planta de celulosa.

Ambos países se habían comprometido en junio de 2012 a explorar la posibilidad de instalar de forma conjunta una planta regasificadora flotante de gas licuado sobre la margen uruguaya. Pretendía abastecer la demanda de Uruguay y parte de la de Argentina. En marzo de este año, sin embargo, el presidente José Mujica reconoció demoras y reveló que estudia ofertas de China, Emiratos Árabes y Catar para construirla. "No nos vamos a pasar toda la vida lloriqueando, tenemos que buscar alternativas y tampoco nos vamos a pelear con los vecinos", dijo el 1° de marzo el mandatario uruguayo.

El trámite para el llamado a licitación de oferentes está en marcha y, entre todos los temas de la agenda bilateral, resulta el más encaminado por ambas partes. No obstante, el avance ha sido lento y hasta ahora no comenzaron las obras para dragar tanto el canal Martín García como el Río Uruguay.

En cumplimiento con las exigencias de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), los equipos técnicos de Uruguay y Argentina definieron rápidamente el marco para la firma de un acuerdo de intercambio de información tributaria. Argentina había reclamado durante años tener acceso a la información fiscal de sus ciudadanos en Uruguay, pero Mujica demostró su voluntad política de sentar las bases para la negociación una vez que se levantó el piquete sobre el puente que une a Fray Bentos y Gualeguaychú. Hace un mes los técnicos elevaron a Mujica un borrador que Argentina acepta firmar. No obstante, el presidente espera ahora a que los "tiempos políticos" sean adecuados.