El ministro de Relaciones Exteriores británico William Hague acusó a Argentina de utilizar la presión económica para "intimidar" a la población de las islas Malvinas en una declaración al parlamento en la que alabó a Brasil, Uruguay y Chile por "no participar en un bloqueo".
Casi un mes después de que los países del Mercosur acordaran impedir el ingreso en sus puertos de barcos con bandera de estas islas cuya soberanía disputa Argentina al Reino Unido desde 1833, Hague dijo en una declaración escrita al Parlamento que la prioridad de su gobierno ha sido "asegurar que esta declaración política no compromete las relaciones comerciales entre las Falklands --denominación británica de las Malvinas-- y Sudamérica".
En ese sentido, expresó su satisfacción por las decisiones de Chile, Uruguay y Brasil de autorizar la entrada en sus puertos de barcos de las islas , siempre y cuando lleven otra bandera, incluida la británica, tras conversaciones "honestas y productivas" con los respectivos gobiernos.
"Los tres países han dicho que no tienen intención de participar en un bloqueo económico de las islas Falklands y que todo el transporte comercial relacionado con el archipiélago seguirá teniendo acceso a sus puertos, conforme a la legislación local e internacional, si llevan la insignia roja británica u otra bandera nacional", agregó.
"Espero que otros en la región sigan reconociendo que las diferencias de opinión sobre la soberanía británica de las Malvinas no pueden justificar una colusión en los esfuerzos por intimidar a una población civil inocente a través de la presión económica", precisó.
A sólo meses de cumplirse 30 años de la cruenta guerra que libraron Argentina y el Reino Unido por la soberanía de las islas en 1982, Hague reafirmó que el Reino Unido "siempre asegurará que se respeta el derecho de los isleños a determinar su futuro político.
La decisión del Mercosur se produjo el 15 de diciembre, días después de que Uruguay hubiera anunciado una medida en el mismo sentido como muestra de "solidaridad" con Argentina, lo que valió a su embajador en Londres una convocatoria en el Foreign Office.
Hague declaró sin embargo a los diputados que estos desacuerdos no desvían a su gobierno de su política de continuar fortaleciendo los lazos con Latinoamérica.
"El Reino Unido tiene considerables intereses políticos, económicos y de seguridad en la región, con un gran potencial para un futuro crecimiento económico a través de una asociación con Latinoamérica", concluyó.
Por su parte, el canciller argentino Héctor Timerman se comunicó personalmente con los cancilleres Antonio Patriota, Alfredo Moreno y Luis Almagro, quienes confirmaron que sus respectivos gobiernos no habían modificado su posición desde que se adoptara la Declaración de los Estados Partes del MERCOSUR y Estados Asociados sobre Buques que Enarbolan la Bandera Ilegal de las Islas Malvinas del 20 de diciembre pasado y que así fue transmitido al Gobierno del Reino Unido.
Esto se produjo tras una versión periodística que atribuía al canciller británico William Hague haber logrado un cambio de posición regional respecto al impedimento de ingreso a los puertos de Brasil, Chile y Uruguay de embarcaciones con la bandera ilegal de las Islas Malvinas.
AFP