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Rajoy y Rubalcaba debaten entre promesas para salir de la crisis

España. Los casi 5 millones de desempleados fueron el tema central | Derecha lograría 195 escaños, contra 121 del socialismo

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MADRID

Las propuestas para crear empleo en España, donde casi cinco millones de personas están desempleadas, fueron las primeras armas blandidas por los dos principales candidatos a las elecciones del 20 de noviembre en el único debate que se hará.

"La situación ha llegado a insostenible porque hay más de cinco millones de personas en España que no pueden trabajar, por las deudas acumuladas y por el daño que ha sufrido la economía", afirmó Mariano Rajoy, candidato del opositor Partido Popular (PP, derecha), que está favorito en las encuestas.

El desempleo en España alcanzó la cifra récord del 21,52%, es decir 4,978 millones de personas, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de España.

"La cuestión es gestionar así o continuar de otra manera", continuó Rajoy. "España necesita un cambio. Tenemos la oportunidad para recuperar lo que no teníamos que haber perdido. Se puede hacer, España es una gran nación que no se rinde nunca", continuó.

"Yo voy a proponer un cambio que nos permita detener la caída, crear empleo", afirmó Rajoy, de 56 años, que abrió el debate según el turno de palabra designado por sorteo. Y recordó: "estamos aquí porque el gobierno (socialista) se ha visto obligado a adelantar les elecciones. Pero sobre todo porque el gobierno no es capaz de corregir la situación". "El debate no es si gobierna uno u otro, lo que está en juego es si se sigue en la misma senda o se cambia de rumbo y se empieza a ver la luz al final del túnel", añadió.

"Nos jugamos mucho, no podemos prolongar los mismos errores con las mismas ideas para repetir los mismos fracasos", afirmó Rajoy, defendiendo "una política austera".

"España está sufriendo una crisis profunda, son millones los españoles que han perdido sus puestos de trabajo", reconoció el candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, de 60 años, ex número dos del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, quien se vio obligado a adelantar las elecciones acuciado por los malos resultados económicos del país.

Sin embargo, el candidato del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), se prestó a aclarar que, según su posición, la crisis procede de Estados Unidos y que se vio incrementada por la situación que vive Grecia. Rubalcaba, centró sus palabras en el debate en tres promesas: un acuerdo nacional de empleo, un equilibrio de las políticas sociales y una garantía para los servicios básicos públicos, según resumió ayer El País de Madrid.

Defendiendo una política social, Rubalcaba se comprometió "a buscar un acuerdo político para el empleo (...), a reorientar la economía para que haya un equilibrio entre el control del gasto público y los incentivos necesarios para la creación de empleo y a garantizar la protección social" de los ciudadanos.

Rajoy no criticó sus ideas, se limitó a decir que estas estaban muy bien, pero le recordó que él formó parte de los dos gobiernos consecutivos de José Luis Rodríguez Zapatero, y le reclamó porque esos cambios no se hicieron antes, y por qué no se están haciendo ahora. Y cada pocos minutos recordaba la cifra de españoles sin empleo, haciendo hincapié en el 45% de jóvenes que no tienen trabajo.

"Si ustedes hubieran hecho bien las cosas no estaríamos como estamos, y la crisis nos hubiera golpeado mucho menos", dijo Rajoy.

Esto llevó a que Rubalcaba pusiera sus ojos más atrás. Y habló de los gobiernos de José María Aznar y del propio Rajoy -como vicepresidente de Aznar entre 2002 y 2003- para achacarle la burbuja inmobiliaria -un reproche que ambos candidatos se hicieron ayer, uno culpando al otro.

Rubalcaba también sacó a luz unas supuestas declaraciones que Rajoy habría hecho al diario argentino La Nación, donde este ponía en duda continuar con los planes para cubrir a los desempleados. El derechista contestó, dijo que esto era mentira y lo llamó "insidioso". "Conociéndolo no me sorprende", añadió.

Rubalcaba retrucó y sostuvo: "Yo le diré lo que va a pasar, usted (de llegar a la presidencia) va a cambiar el sistema de desempleo". Rajoy volvió a contestar y levantando la voz dijo: "Usted bajó el sueldo de los funcionarios, subió el IVA, congeló las pensiones... Yo no soy como usted".

Pero el gran caballito de batalla de Rubalcaba fue la lucha que el gobierno socialista emprendió contra ETA (con él como vicepresidente y ministro del Interior), que culminó con una declaración de la banda terrorista el mes pasado en la que anunciaba su renuncia a las armas. Todo en momentos en que el grupo extremista vasco está totalmente diezmado.

"Debemos celebrar usted y yo que esto (la rendición de ETA) está encauzado", manifestó el socialista. En este plano, el líder conservador, se limitó a darle la razón a Rubalcaba.

Sobre política exterior, Rajoy anunció que Europa y América Latina serían sus prioridades, aunque el debate fue menos prolijo en detalles en ese punto.

Los candidatos de los dos grandes partidos políticos del país, ambos vestidos con traje oscuro y corbata azul, se enfrentaron dialécticamente en un gran estudio sin público, separados por un único periodista moderador, Manuel Campo Vidal, en un cara a cara de poco más de hora y media bajo la mirada atenta de 20 cámaras de televisión y todo un país. (En base a AP, AFP y El País de Madrid)

Encuesta le da al PP 46,6% y solo un 29,9% al PSOE

Madrid | El Partido Popular lograría en las elecciones del próximo 20 de noviembre una amplia victoria y obtendría 195 escaños, lo que constituye la segunda mayoría absoluta más holgada que haya conseguido un partido político en la democracia (el mejor resultado electoral lo cosechó el Partido Socialista Español (PSOE) en 1982 con 202 escaños), frente a los 121 que obtendría el actual gobierno, el peor resultado de los socialistas en los últimos treinta años, según los datos de la macroencuesta del Centro de Investigación Sociológica (CIS) dados a conocer hoy.

De acuerdo al sondeo, un 46,60% apoyaría al Partido Popular (PP) en tanto al PSOE lo respaldaría el 29,91%, lo que le dejaría con una horquilla de entre 116 y 121 diputados, en tanto que Izquierda Unida (IU) pasaría de dos a ocho diputados (6,17%) y UP y D (Unión Progreso y Democracia) subiría hasta tres escaños (2,91%).

También subirían de 10 a 13 escaños (3,31%) los nacionalistas de Convergencia y Unión (CiU en sus siglas en catalán), en tanto el Partido Nacionalista Vasco (PNV) perdería tres diputados quedando sin grupo parlamentario propio; Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) se mantendría con tres diputados; Equo, partido ecologista que dirige López de Uralde ex director de Greenpeace, también conseguiría representación.

Otra novedad que refleja el sondeo efectuado antes del comunicado de ETA poniendo fin a su actividad armada, es la entrada en el Congreso de Amaiur, la coalición que incluye a la izquierda abertzale y a Eusko Alkartasuna (vascos), a la que le dan tres diputados.

Pese a los datos antes expuestos, Mariano Rajoy, candidato por el PP, sigue siendo incapaz de superar a Alfredo Pérez Rubalcaba del PSOE en confianza ciudadana, ya que el socialista inspira mucha o bastante confianza al 26,4% de los electores frente al 25,7% del líder conservador, pese a lo cual los ciudadanos prefieren de presidente al candidato del PP (un 38,8%) frente al socialista (un 36,9%). Daniel Beltrán Rohr, Corresponsal

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