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MATÍAS CASTRO

A sus cincuenta y un años, el cantante mexicano Marco Antonio Solís vuelve a Uruguay con un disco titulado "En total plenitud". Desde Argentina y en plena gira, habló con El País sobre su trabajo y su visión del mundo actual.

El hecho de que un cantante con nueve discos de estudio y once discos aparte (a dúo, en vivo, etc.) titule su último álbumo En total plenitud, no parece casual. Al contrario, el título, extraído de una de las canciones, tiene bastante que ver con su vida. "Compagino mi vida privada y la música", explica por teléfono, desde Resistencia, Argentina.

Habla con calma y sin parecer apurado, con simplicidad y, sorpresivamente, sin mayor elaboración previa. "Es una frase tomada de la primera canción, ¿A dónde vamos a parar? Si lo analizamos y lo combinamos con mi estado actual, anímico y emocional, concuerda. Estoy muy tranquilo, con una carrera larga, con éxito, salud, una familia. Estoy en una etapa de mucha creatividad en cuanto a las canciones nuevas. Así que el título lo puedo concordar con eso. Me siento contento, agradecido y completo".

Solís tiene larga fama de mantener su vida privada con perfil bajo, de modo que los comentarios sobre el vínculo de su disco con su vida privada son de las pocas cosas que comenta sobre sí.

No deja de ser un detalle peculiar para una personalidad como la suya, que ha vendido ochenta millones de discos a lo largo de los últimos treinta y cinco años, cosa que tiene como consecuencia forzosa el interés desmedido en cualquier cosa de su vida privada por parte de los medios que lo encumbran como estrella. Pero su forma de hablar, al menos durante una breve charla telefónica, lo muestra como alguien ajeno al mundo de las superestrellas de la música.

amores. Por la temática de sus canciones, que pegan muy fuerte en muchos países, ha recibido apodos ciertamente llamativos. "Caudillo del amor", lo bautizó el diario Clarín en una nota publicada unos días atrás. También hay quien le ha dicho "Poeta del amor". Y, además, se le ha apodado "Artesano del amor". La sola acumulación empalaga antes incluso de llegar a escuchar las canciones que lo justifican.

"La verdad es que son expresiones de la gente y yo lo aprecio mucho", explica y la caída en su tono de voz da la sensación de que se ruboriza. "Soy un afortunado que tengo la gracia de poder escribir, expresarme y que me escuchen. Lo recibo con humildad y no me gusta tanto. En cuanto a mi parte creativa lo agradezco como regalo de Dios y lo llevo con autenticidad, disfruto mucho con lo que hago y por eso me mantengo creativo".

La alusión a Dios no es casual. Cristiano confeso, Solís también muestra sus convicciones morales y su visión del mundo desde el escenario. Llamó la atención días atrás cuando en uno de sus recitales por el interior de Argentina habló sobre las parejas fracturadas y su visión del amor en la actualidad.

"En ¿A dónde vamos a parar? hablo sobre las relaciones fracturadas. La letra trata sobre las parejas, pero cuando hicimos el video clip la cosa tomó otra magnitud porque en realidad vivimos en un mundo de relaciones fracturadas y relaciones disfuncionales y por eso en el video generalizamos un poco más. Ha llamado la atención porque la frase del título explica mucho. Lo hicimos mucho más amplio para diferentes situaciones. "Esto me lo da la madurez, cosas de este tipo te la dan los años solamente".

Se sensibilizó con este tema, cuenta, a través de conversaciones casuales de distinto tipo que ha mantenido con mucha gente. Aquí aparece un pequeño detalle de su vida privada, que cuenta de forma genérica ya que hace alusión a que su hermano vivió en algún momento problemas de pareja. Y, justamente, la cotidianeidad es una fuente de inspiración para él, es el lugar al que mira a la hora de pensar en temas para sus letras. "Me manejo por lo que voy percibiendo, lo mío es inspiracional. No tengo un método para escribir, voy anotando frases, melodías y voy grabando en cualquier parte donde esté. Me dejo permear por todo lo que esté sucediendo a mi alrededor y eso es lo que disfruto. Ahí aparecen situaciones y frases, conversando con gente por allí, se va dando, es cosa de todos los días y de algo que nos sucede a todos".

Los Bukis

1973 - 1995

Durante dos décadas el cantante mexicano formó parte del grupo Los Bukis. De hecho hoy hay quienes le dicen "El Buki". Con esta banda grabó numerosos discos, aunque el primero, de 1973, quedó inédito. Los entendidos dicen que Los Bukis influyeron en la música del norte de México.

En pleno vuelo

1996

Apenas un año después de editar su último disco con el grupo Los Bukis, Solís emprendió su carrera en solitario. La jugada dio sus frutos de inmediato ya que este primer disco solista vendió más de tres millones de copias. A partir de ahí continuó publicando un disco cada dos años, con éxito ascendente en varios países.

En total plenitud

2010

Al igual que había hecho previamente con el disco "No molestar", este nuevo disco tuvo una reedición ampliada y de lujo que salió este año. Casualmente, este disco fue editado cuando cumplió cincuenta años, cosa que parece bastante significativa debido al título que eligió ponerle.

80 Son los millones de discos que Marco Antonio Solís ha vendido a lo largo de sus más de tres décadas de carrera.

A lo largo de su carrera, Marco Antonio Solís ha visto numerosos cambios en la industria. La realidad para quienes comienzan es distinta a la que él enfrentó a la hora de empezar su carrera. "Lo inicial es ser auténtico", dice con respecto a los jóvenes. "Pienso que somos muy influenciables hoy en día. Hay muchos jovencitos que quieren arrancar como yo, pero tienen más de qué influenciarse porque hay más información, más artistas. Es una manera que puede ser válida pero hasta cierto punto porque ya se quieren parecer en todo y terminan perdiendo su esencia. Pienso que lo importante es saber reconocerse como alguien diferente, saber qué tienen en el alma, qué tienen que aportar, escoger un estilo propio y no querer imitar. Porque lo que queremos ver en un artista es su expresión natural, lo que nos puede proyectar".