Aunque la Fundación Peluffo Giguens envió invitaciones para la visita de Natalia Oreiro al hogar La Campana, la madrina quiso "proteger" a los niños y no permitió el ingreso de extraños.
Medios de prensa y algunos seguidores esperaban, bajo lluvia, la llegada de Natalia Oreiro al hogar La Campana, de la Fundación Peluffo Giguens, en la tarde de ayer, donde la madrina compartiría la merienda con los niños.
"Invitamos a quienes quieran acompañar este momento de confraternización entre los chicos y Natalia", rezaba la invitación oficial enviada por la fundación, y que motivó que algunos fanáticos y medios de televisión y radio se acercaran al lugar para ver el encuentro.
Oreiro llegó sobre las 15.45 al hogar y no pudo ocultar su sorpresa ante la presencia de cámaras y flashes. "Menos mal que era algo tranquilo", dijo al pasar, e ingresó.
Una vez adentro, la actriz y cantante se acercó a los responsables y les dijo: "No me dijeron que era con prensa, yo pensé que era algo privado entre los niños y yo".
Un tanto sorprendidos, los representantes del hogar le respondieron que ellos no imaginaban que ella quería estar sola con los chicos y que, de hecho, habían enviado un comunicado de prensa a todos los medios invitándolos al evento.
Firme en su postura, Oreiro dijo que no le parecía correcto exponer a los niños y agregó que su comportamiento no iba a ser el mismo ante personas extrañas. "Yo vine a pasar la tarde tranquila con ellos y no me parece correcto tanta exposición", reiteró.
Puertas afuera, Oreiro accedió a hablar brevemente con El País. Allí explicó que su visita, entre otras cosas, "estaba pendiente", dijo. "Estuve trabajando en Colombia y no pude estar presente en el último evento de la Peluffo, y si bien hemos tenido comunicaciones, tenía ganas de venir y compartir un rato con los chiquilines, ya que es una manera de ver su evolución, darles fuerza y charlar un poco", indicó.
La recientemente nombrada embajadora de Unicef para la zona del Río de la Plata dijo que "lo que se da y se recibe es muy importante, ya que yo los puedo motivar y acompañar, y teniéndolos cerca sigo su evolución. Me pasa que vengo un año y los veo así, peladitos, y verlos al año siguiente con su pelo es una gran satisfacción", afirmó. "Es emocionante".
Sin perder la simpatía, Oreiro bromeó con su embarazo "estoy de seis meses aunque siento que estoy de 12", dijo, lo que llevó a los curiosos a preguntarle si espera mellizos.
Merlín, el nombre de su futuro hijo, tampoco estuvo ausente en los pocos minutos de charla. "Por ahora ese es el nombre. Lo eligió el papá, pero hasta que no nazca y le vea la carita no sé", expresó.
Lectura con niños en el MAPI
Por la mañana, Natalia Oreiro, que llegó a Uruguay por motivos profesionales y aprovechó para realizar acciones de beneficencia, realizó una lectura para niños en "Cuentos que cuentan", un ciclo de lecturas que promueve el Museo de Arte Precolombino e Indígena (MAPI), desde abril de este año, que pretende difundir leyendas y tradiciones de los pueblos originarios de América.
El ciclo de lecturas para niños utiliza textos representativos de las culturas, costumbres y tradiciones de los pueblos originarios, y los libros son leídos por artistas, comunicadores y personalidades de la cultura uruguaya. Se realiza los segundos y cuartos sábados de cada mes.