VALERIA GIL
En medio de fuertes reclamos de sectores industriales para que se mantengan las reglas de juego a nivel comercial, el presidente Mujica hablará hoy mano a mano con Cristina Fernández, para que Argentina levante las trabas a productos uruguayos.
En una apuesta a la buena voluntad del gobierno argentino para resolver las dificultades generadas por los pedidos de licencias no automáticas, el presidente Mujica solicitará hoy un "gesto político" a Cristina Fernández, para que las licencias no automáticas de importación se apliquen en los plazos que estipula la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El director de Industrias, Sebastián Torres, dijo ayer a El País que durante el encuentro se planteará que hay casi 200 productos afectados por la medida que deben salir a tiempo para que no se distorsione el comercio.
Se espera que ambos mandatarios se comprometan a la instalación de una comisión de seguimiento, cuya función será vigilar el cumplimiento de los plazos estipulados para el ingreso de los productos en el exterior. (Ver nota aparte).
Torres explicó que de alcanzarse un acuerdo sobre el ámbito de seguimiento, la próxima semana viajará a Buenos Aires una delegación de los ministerios de Relaciones Exteriores e Industria para seguir negociando una salida que permita poner un punto final a las trabas comerciales.
Por su parte, la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU) reclamó al gobierno que se mantengan las "reglas claras de juego" a nivel comercial.
Según expresó ayer la CIU en un comunicado, "cualquier medida que tenga su impacto en algunos de tales conceptos, por mínimo que este sea, desalienta al inversor, frustra al emprendedor y castiga a quien legítimamente se esfuerza para exportar". Además, recordaron que en ese marco "no parece exagerada entonces la aspiración de que todos cumplamos lo pactado".
En el mismo tono, el comunicado insiste en que las "reglas de juego, son reglas de juego", y afirma que a lo que aspira es que "se cumplan".
Además se demanda al gobierno que actúe en el marco de un concepto de cuidado de la inversión y de mantenimiento de un marco jurídico cierto, previsible, confiable y perdurable que garantice las condiciones de acceso a un mercado externo determinado.
Aunque según la CIU "no hay queja" o "demanda desmedida", se mantiene el reclamo de que el comercio y el desarrollo de la industria no se vean frustrados por la aplicación de las licencias no automáticas.
El sector industrial agregó a su vez que ya pagó "un alto precio" por el proceso de integración comercial que se promueve desde el Poder Ejecutivo.
El vicepresidente de la CIU, Gabriel Murara, dijo a El País que las trabas que impone Argentina a productos uruguayos no se generan en un marco de reglas de juego claras basado en los principios del Mercosur.
Murara remarcó que no basta con nombrar una nueva comisión para que estudie la situación, ya que "es lo mismo que se ha venido haciendo".
Dijo que el argumento de "invasión" que utiliza Argentina "no funciona para Uruguay que es un país a pequeña escala". Por lo que aseguró que la única solución es que el gobierno argentino conceda las licencias automáticas a los productos uruguayos.
En la tarde de ayer varias cámaras empresariales fueron informadas que el gobierno argentino había firmado la autorización para el ingreso de los productos uruguayos. Sin embargo, para los industriales la medida fue usada como una estrategia de cara a la reunión de los mandatarios y no significa una solución de fondo a las trabas comerciales impuestas por el vecino país.
En tanto, el presidente de la Cámara de la Industria de la Vestimenta, Elbio Fuscaldo, señaló a El País que en su opinión "no deben existir licencias y si las hay tienen que ser automáticas". En ese marco agregó que no es de utilidad la conformación de una comisión de seguimiento, ya que dentro de la normativa del Mercosur se establece la libre circulación de bienes y productos.
Fuscaldo insistió en que Uruguay debe tener el mismo tratamiento que recibe Brasil.
Argentina ofrecerá a Uruguay crear comisión de seguimiento
BUENOS AIRES | GUSTAVO STOK
La Casa Rosada pretende bajarle el tono al conflicto por las trabas comerciales
En Argentina la expectativa en torno a la reunión entre ambos presidentes pasa por bajarle definitivamente el tono al conflicto por la ampliación de la lista de productos incluidos en las licencias no automáticas. La posición de la Casa Rosada será ratificar ante Uruguay que las nuevas restricciones no afectarán el comercio bilateral.
"Argentina propondrá a Uruguay crear una comisión bilateral de seguimiento a las licencias similar a la creada la semana pasada con Brasil", señaló a El País un vocero del Ministerio de Industria. El planteo argentino consiste en la creación de un grupo de seguimiento a cargo de coordinadores en el ámbito de los ministerios de Industria de cada país. De rubricarse el acuerdo, el grupo funcionará bajo el paraguas de la comisión bilateral creada por los presidentes en Anchorena a mediados del año pasado.
Desde el Ministerio de Industria argentino adelantaron que en las conversaciones vía telefónica mantenidas durante los últimos días con el ministro de Industria de Uruguay, Roberto Kreimerman, ha habido buena voluntad y un acuerdo previo. "La visita de Mujica ayudará para poner más en claro estos acuerdos", dijeron.
El principal objetivo del gobierno argentino con las restricciones a las importaciones es desacelerar el aluvión de productos desde el sudeste asiático. "Dado que las licencias son por producto y no por país hubo algunos inconvenientes puntuales con Uruguay que se solucionarán en una mesa de negociaciones", señalaron en el Ministerio de Industria argentino.
La preocupación de la Casa Rosada por las importaciones asiáticas aumentó tras conocerse los últimos datos de comercio exterior. Mientras Argentina registró en enero un aumento del superávit comercial con sus socios del Mercosur, el déficit con China se acentuó. Las importaciones provenientes del gigante asiático saltaron un 54%. Ese fue uno de los principales factores que hicieron que el superávit comercial de Argentina cayera en enero un 58% respecto al mismo mes de 2010.
Estos datos difundidos por el estatal instituto de estadística Indec -que ya estaban en conocimiento de las autoridades argentinas- motivaron la decisión de extender las limitaciones a la entrada de mercaderías desde el exterior.
Para economistas argentinos, la razón por la que el gobierno de Cristina Fernández amplió las licencias no automáticas no es proteger la industria local sino intentar mitigar la fuga de capitales de Argentina. Por eso busca desincentivar importaciones.
"El gobierno necesita mantener un nivel de superávit comercial alto que le permita financiar la fuga de capitales, más aun en un año electoral. Y por eso busca desincentivar, como sea, las importaciones", señaló Abel Viglione, economista de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL).