El 30 de julio de 2010 se realizó una mesa redonda entre miembros del INAU y operadores de la Justicia para discutir la nueva ley de adopciones, que para entonces ya había traído demoras y dificultades de aplicación. En la reunión participaron el presidente del INAU, Javier Salsamendi, el presidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), Jorge Chediak, además de jueces de Familia, fiscales, abogados y técnicos del INAU.

En el encuentro se resolvió elaborar una acordada con una serie de pautas comunes de acción entre el INAU y el Poder Judicial. Pero ese documento se presentó a la SCJ recién en diciembre.

Según el ministro del Tribunal de Apelaciones de Familia, Ricardo Pérez Manrique, "hubo dificultades para que el texto fuera aceptado por INAU, pasó el tiempo, y en este país nada es fácil".

Según el magistrado, puede haber novedades al respecto en febrero. La acordada elabora pautas de común acuerdo "para manejar el primer momento en que un niño está en una situación de adopción, hasta que se asigna una pareja", afirmó Pérez Manrique. "Se debe pautar esos primeros momentos, que es donde se pierde mucho tiempo", dijo.

Según Pérez Manrique, que además es presidente de la Asociación Uruguaya de Magistrados y Operadores Judiciales de Familia, "cuando se elaboraron las modificaciones a la ley se planteó la discusión: si se daba vuelta todo y se hacía una ley completamente nueva, o si se trataba de arreglar lo que no funcionaba y ganábamos años de experiencia".

Por esta última opción se inclinaba el juez, así como el Instituto de Derecho Privado de la Facultad de Derecho. "Sin embargo se optó por una reforma mucho más a fondo, sin perjuicio de que podían haberse logrado los mismos objetivos de una manera más directa", afirmó. "Ahora se debe acomodar todo el sistema a funcionar de una manera totalmente distinta", agregó.