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Una lamentable pérdida: murió Aníbal Barrios Pintos

Ejemplo. Tenía 92 años de edad y estaba en plena actividad

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CARLOS REYES

Ayer de mañana, en una reunión de los miembros del Instituto Histórico y Geográfico, falleció el historiador Aníbal Barrios Pintos, a los 92 años. Si bien se supone que la causa de la muerte fue un problema cardíaco, el caso pasó al médico forense.

Fue uno de los historiadores uruguayos que ahondó en la historia material del Uruguay, en particular en la evolución de los pueblos y ciudades del Interior, así como de los barrios montevideanos. Una de sus últimas apariciones públicas fue el jueves 26 pasado, cuando posó para la fotografía que tomó Ediciones de la Banda Oriental en el Teatro Solís, con motivo del 50° aniversario de la editorial. En esa ocasión se encontraba aparentemente bien de salud, y muy lúcido, aunque con algunos problemas menores de memoria.

Periodista e historiador, sus primeros libros se remontan a medio siglo atrás, cuando dio a conocer Rivera en el ayer, de la crónica a la historia. Desde entonces desarrolló una larga y sostenida carrera en la que focalizó aspectos de la llamada "vida cotidiana". Colaborador del suplemento dominical de El Día, publicó allí unos 350 artículos entre 1964 y 1985.

Además, para la colección Nuestra Tierra publicó en 1971 dos libros pioneros, Montevideo visto por los viajeros y Montevideo. Los barrios, que consta de dos volúmenes. También publicó La villa de la Purificación y el Cuartel General del Hervidero, Eduardo Fabini, Paysandú en escorzo histórico y Contribución a la bibliografía de vocabularios técnicos, editada en 1981 por la Academia Nacional de Letras, de la que era miembro.

"Tengo 92 años y algunas cosas no me acuerdo", advirtió el historiador el pasado jueves al ser entrevistado por El País, al que contó cómo surgió la idea de investigar y publicar sobre los barrios montevideanos. "Yo iba seguido a Buenos Aires a trabajar en los archivos. Y allá estaban haciendo una historia de los barrios, en la que cada historiador hacía la de un barrio específico. Y una vez en Artigas me encontré con el intendente de Montevideo y le planteo la posibilidad de hacer eso, y ahí empezó, y tres intendentes pasaron y se pudo hacer con tres administraciones distintas".

"Yo tenía desde hace muchos años atrás la experiencia de trabajar con temas del Interior, departamento por departamento, así que apliqué los mismos conocimientos y métodos a los barrios de Montevideo", recordó la semana pasada el historiador.

La historia rural desde una avioneta

"Para escribir la historia de los pueblos, recorrí todos los caminos y las carreteras. Antes de la Segunda Guerra Mundial, yo había visto en una revista francesa una foto aérea de una granja, y pensé en sacar fotos aéreas de las estancias. Cada foto de esas tiene su historia", afirmó el historiador.

"Íbamos en avioneta, y una vez bajamos en un campo con mucha piedra, y al despegar chocamos pero el aparato al final despegó. Íbamos para Vichadero, y veíamos que la gente nos hacía señas. Pensábamos que nos saludaban, hasta que nos dimos cuenta que nos faltaba una rueda. Al final aterrizamos en una cancha de fútbol: milagrosamente la avioneta quedó vertical, parada sobre su propia hélice".

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