Cristina se pone al frente del Justicialismo

Argentina. Dijo a sus operadores que ocupará el lugar de Néstor Kirchner en el partido

 20101106 800x400

MARIANO OBARRIO | LA NACIÓN / GDA

La presidenta Cristina Fernández se puso al frente del Partido Justicialista (PJ) y, tras la muerte de Néstor Kirchner, ordenó que todo lo que antes se discutía con su marido sobre la estrategia partidaria y electoral ahora se hable sólo con ella.

En su primera instrucción después de la muerte de Néstor Kirchner, la Presidenta les ordenó a sus principales operadores políticos, en reuniones a solas y de a uno en la Casa Rosada, que "todo lo que conversaban" hasta la semana pasada con el ex presidente sobre el diseño político-electoral del PJ con miras a las elecciones presidenciales de 2011 lo deberán hablar, de aquí en adelante, con ella misma y en forma exclusiva.

Asoman así las primeras certezas en el gobierno: Cristina Kirchner está decidida a tomar a su cargo la jefatura política y territorial del peronismo, aunque no tendrá la presidencia formal del partido. Lo que nadie sabe es si cultivará el mismo estilo de premios y castigos de su esposo o si dejará más espacio para el diálogo y la conciliación.

La otra certeza: si bien no lo dirá en público, por ahora ella misma se perfila para su propia reelección en 2011. "Nadie arma políticamente para otro", dijeron a La Nación sus nuevos operadores.

"A partir de ahora, todo lo que se refiera al armado político y territorial, que antes hablaban con Néstor, lo hablarán conmigo. Y con nadie más. Todo lo evaluaremos juntos. Pero lo hablan conmigo", les dijo la Presidenta a ministros, secretarios de Estado y operadores políticos del PJ, según relataron a La Nación fuentes oficiales.

El mensaje fue que los escuchará, aprenderá de ellos muchos secretos, pero las decisiones finales se las reservará para ella.

Uno de sus interlocutores, el jefe del Gabinete, Aníbal Fernández, lo tradujo al público. "Al movimiento nacional peronista lo conduce la Presidenta", dijo. Pero aclaró que "no es momento" de hablar de la reelección.

En la privacidad de su despacho, la Presidenta fue clara: "Obviamente, ustedes deberán redoblar esfuerzos. Hay cosas que hacía Kirchner, hablar con todo el mundo, que yo no tendré tiempo de hacer. Las harán ustedes", les impartió. Y les aclaró que ella estaba al tanto de los detalles de lo que ellos hablaban con Kirchner.

Se refería así la Presidenta a viajes al interior, negociaciones personales en Olivos o charlas telefónicas de Kirchner con gobernadores, intendentes, concejales y punteros. Esa será ahora tarea de otros.

Además de Aníbal Fernández, pasaron por el despacho presidencial los ministros de Planificación, Julio De Vido; del Interior, Florencio Randazzo; el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, y sus secretarios legal y técnico, Carlos Zannini, y de Inteligencia, Héctor Icazuriaga.

"En esta primera etapa Cristina se concentrará en consolidar el liderazgo en el peronismo, luego vendrán las alianzas progresistas", dijo a La Nación un ministro. El equipo del armado electoral del PJ tendrá a la Presidenta en el vértice. Randazzo y Aníbal Fernández dialogarán de política con gobernadores e intendentes, especialmente bonaerenses. De Vido conversará con todos ellos sobre la asignación de los recursos con el criterio político que tenía Kirchner. También será interlocutor de empresarios y de la CGT.

Zannini será el consejero clave de la Presidenta. Y el asesor presidencial Juan Carlos Mazzón recorrerá el interior. Todos reportarán a la Presidenta.

Lo mismo acordó Cristina Kirchner con Scioli: el gobernador antes hablaba de gestión con la Presidenta y de política con el fallecido jefe del PJ. Ahora conversará de ambas cosas con la jefa de Estado.

La Presidenta, además, tomó tres decisiones clave en el PJ, en su primera semana al frente.

Descomprimió el conflicto con el jefe de la CGT, Hugo Moyano. El líder camionero generaba recelos en Kirchner por su avance en el PJ bonaerense. La Presidenta ordenó a sus ministros que rescataran a Moyano como líder gremial y "columna vertebral" del peronismo.

Recompuso la relación con Scioli, al que acompañó en esta semana en varios actos. Usará a Scioli y a los intendentes, incluso a los díscolos del Grupo de los Ocho -todos estaban juntos ayer en Berazategui-, para "limitar a Moyano en el armado de listas en el PJ bonaerense".

La tercera alianza que cerró la Presidenta fue con José Manuel de la Sota. Lo subió al avión junto a sus ministros para viajar a un acto en Córdoba el martes pasado. De la Sota será el candidato a gobernador de Cristina en esa provincia.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar