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SEBASTIÁN AUYANET

La medalla Jules Rimet del año 1950 entregada a Juan Alberto Schiaffino es una de las 90 piezas pertenecientes al "pequeño gran maestro" del fútbol que serán rematadas el 19 de mayo junto a otras 400 piezas de memorabilia futbolera.

La medalla dorada del mundial de Brasil de 1950, no pesa más que algunos gramos y es bastante pequeña, pero en la palma de la mano es un objeto bastante más pesado de lo que puede imaginarse. Lleva nada menos que la carga de haber estado en alguna parte del estadio de Maracaná, en el antes, el durante y el después del partido que dio identidad, gloria y hasta algunas excusas al fútbol uruguayo.

Al dorso de la inscripción de FIFA y la copa Jules Rimet está el nombre del portador: Juan Alberto Schiaffino.

El estratega, el que ni se despeinaba después de 90 minutos de fútbol, según dicen los abuelos para refutar las comparaciones con los cracks mediáticos de hoy.

Esa medalla es apenas una de las que componen los 90 artículos que cuentan pedazos de la biografía del "Pepe", ídolo de la selección uruguaya, de Peñarol, del AC Milan italiano y del AS Roma, y que serán rematados por la empresa Bavastro e hijos el 19 de mayo. Los artículos de Schiaffino podrán verse desde el 12, cuando la empresa exhiba los artículos en una muestra de más de 400 lotes que serán rematados con precios base que van, por lo menos, de los US$ 100 a los US$ 25.000 según anticipó el rematador Héctor Bavastro.

En una esquina de un salón de exhibiciones de la casa rematadora, en cuatro vitrinas rodeadas de cuadros y pósters alusivos a la historia de los mundiales hay apenas parte de lo que se ofrecerá dentro de unas semanas. Entre otras cosas aparece una plaqueta conmemorativa de la victoria del 50 que le regaló el diario italiano La Gazetta dello Sport, un reloj Rolex que le regaló la Roma después de su paso por ese equipo y una medalla que le fue entregada después de uno de los cuatro partidos que jugó con la selección italiana, ya que tenía doble nacionalidad.

ÍDOLO. "Tenía un radar en el lugar del cerebro", decía de él el hoy entrenador italiano Cesare Maldini, compañero suyo durante los ocho años de su estancia en Milan. Allí llegó en 1954, cuando ya había sido no sólo parte del "maracanazo" con gol al ángulo incluido en la final, sino también uno de los ejes de la famosa "máquina del 49`", la mejor formación en la historia del Club Atlético Peñarol que integraba, entre otros, Obdulio Varela.

Y es que la suya fue una carrera fulgurante en la que tuvo participación activa en cada título como armador del juego ofensivo y atacante de cada equipo que integró. En el Calcio consiguió tres títulos de Liga, una Copa Latina y subcampeonato de la Copa de Europa en la que cayó en una recordada final ante el Real Madrid. Los entendidos dicen que hoy, Schiaf-fino sería de los pocos juga- dores de aquellas épocas que podría competir al nivel actual por la rapidez para leer el juego que tenía.

De todas esas épocas de zurdazos y buen fútbol hay una buena cantidad de recuerdos que hoy esperan en Bavastro e hijos. "Que queden en Uruguay es la esperanza", señaló el rematador con el pequeño balón de plata que recuerda que según la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol es el sexto mejor jugador sudamericano del siglo pasado.

"Ha sido difícil dividir las pertenencias entre los cuatro sucesores", explicó el contador Álvaro Turcatti, representante de uno de los parientes del futbolista que heredaron la colección. "Creemos que es un buen momento hacer el remate ahora que estamos cerca del Mundial", añadió, al tiempo que hizo énfasis en que no es una complicación económica la que motiva el remate.

"Desde mi punto de vista, hay mucha gente grande que busca trofeos, como zapatos, camisetas o pelotas. Cuanto más se demore en ofrecer este tipo de cosas va a ser más complicado, porque para las nue-vas generaciones este tipo de artículos no representan lo mismo que para alguien que lo vio jugar", aseguró Turcatti.

100% FÚTBOL. Los objetos del campeón de 1950 serán la atracción principal de un remate que girará en torno al fútbol y será "único", según señala el rematador Héctor Bavastro, porque es muy escaso el material de memorabilia que queda de los campeones de Maracaná que no haya sido vendido y porque además de las pertenencias de Schiaffino, la muestra tendrá más artículos de colección acercados por otros propietarios.

Una de las vitrinas muestra, en un estado de conservación casi perfecto, un par de entradas para la Tribuna América en el mundial de 1930 y el programa de una cena de agasajo a los campeones olímpicos de Colombes a pocos días de ganar y firmado por todos los jugadores.

Se trata de pertenencias del árbitro Domingo Lombardi, quien supo viajar con las delegaciones (en aquel entonces, cada delegación llevaba a su juez y viajaba con él). También tiene una medalla y un diploma por su participación en los juegos y un bono colaboración adquirido a una campaña que se realizó para comprarle una casa a Obdulio Varela, cosa que según recuerdan los rematadores, nunca sucedió.

También formará parte del remate una colección completa de ejemplares de la publicación argentina El Gráfico que cubre el período 1922 - 2003. El lote de revistas es propiedad de un antiguo dirigente del Club Nacional de Fútbol y por ella se han interesado no sólo coleccionistas locales sino también periodistas extranjeros.

"No, el Museo del Fútbol tiene la política de no comprar piezas", aseguró a El País Mario Romano, su presidente. Así queda descartada la posibilidad de que el museo ubicado bajo el Estadio Centenario pueda tener participación alguna en la adquisición de alguno de los objetos pertenecientes a Juan Alberto Schiaffino. "Por supuesto que aceptaremos cualquier tipo de donaciones que nos quieran hacer, pero como museo no podemos de ninguna manera participar en negociaciones", explicó Romano.

Además de la medalla Jules Rimet entregada a Schiaffino por ganar el Campeonato Mundial de 1950, el remate tendrá una buena variedad de objetos relativos a la historia del fútbol uruguayo y mundial.

Por ejemplo, un particular acercó al remate una medalla entregada al futbolista alemán Reinhard Libuda, conocido como "el Garrincha alemán". Uno de los objetos más llamativos de entre todos los lotes es una colección de monedas del mundial de México `70 que recuerda al plantel de Alemania. Cada moneda tiene la cara de un integrante de ese plantel y, por supuesto, también está la de Franz Beckenbauer. Entre los artículos disponibles pertenecientes a los títulos olímpicos que conquistaron los futbolistas uruguayos hay una medalla entregada en París a José Nasazzi. También hay un póster de los campeones del año 1928 en perfecto estado de conservación.

Una pelota de cuero perteneciente al árbitro Domingo Lombardi y una vieja licorera con forma de pelota antigua también serán parte del remate del 19 de mayo. "Al grande Schiaffino" es la frase grabada detrás del impecable reloj Rolex que le obsequió el AS Roma, después de su paso por ese equipo. Schiaffino llegó a la Roma después de 8 años en el Milan y con 37 años. La historia cuenta que también fue el alma de ese equipo, con el que en 1961 consiguió la Copa de Ferias.

Según Bavastro, los dos lotes en los que se espera recaudar un mínimo de US$ 25.000 son la medalla Jules Rimet y la colección de revistas El Gráfico. Después, los precios base varían según el artículo.