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DIEGO FERREIRA

Eduardo Brenta asume desde hoy el mayor desafío de su ascendente carrera política al ponerse al frente del Ministerio de Trabajo (MTSS).

Nacido el 8 de febrero de 1959 en Montevideo -es del barrio La Comercial-, Brenta es hijo único de un funcionario de la Intendencia de Montevideo y una ama de casa.

Su vida política comenzó desde muy joven. Con 14 años ya participaba en movilizaciones contra la dictadura, lo que le valió un par de detenciones en 1973 y 1974. Por ese entonces repartía el tiempo entre los estudios en el liceo Miranda y la militancia. En 1977, integraba los Grupos de Acción Unificadora (GAU) y cursaba primer año de Derecho, tras frustrarse su ingreso al IPA -quería ser docente de Historia-. Ese año fue detenido y estuvo en prisión hasta 1983.

"A la salida de la dictadura me plantee varias veces la posibilidad de reenganchar (los estudios) pero la vida me lo impidió", reflexionó Brenta.

En cambio, el retorno a la democracia le permitió sumar experiencias como trabajador y empresario.

En ese período el hoy ministro se volcó a la vida sindical, integrando el Consejo Central de la federación del comercio (Fueci), sector en el que trabajaba como empleado. A inicios de los 90, abrió con un socio una "pequeña empresa" textil que distribuía productos de Sudamtex, fabricaba uniformes y ropa para niños. El proyecto se mantuvo hasta 2002 cuando sucumbió por la crisis internacional. "Nos liquidó", recordó.

A nivel político, tras su salida de prisión, Brenta comulgó con la Izquierda Democrática Independiente hasta 1989, cuando participó en la fundación de la Vertiente Artiguista (VA).

En 2000 fue elegido edil y un año después presidió la Junta Departamental de Montevideo. En 2005, con el triunfo electoral del Frente Amplio (FA), Brenta fue elegido diputado por la VA de la cual integra actualmente la directiva nacional y la mesa ejecutiva. Su etapa parlamentaria lo tuvo como uno de los principales operadores del FA en temas estratégicos; en ese contexto llegó a presidir la Comisión de Hacienda.

En las últimas elecciones fue reelegido diputado. Pero el presidente José Mujica lo designó como futuro ministro de Trabajo. Quienes lo conocen, lo describen como una persona con dos características importantes para ocupar ese cargo: "gran contracción al trabajo y gran capacidad de articulación".

En sus primeros contactos con empresarios y trabajadores a fin del año pasado, aseguró "continuidad y profundización de las políticas" laborales aplicadas en el primer gobierno de izquierda. A su vez, ha definido como prioritarios el desarrollo de políticas activas de empleo y de formación profesional.

El ministro, hincha de Nacional y Goes, está en pareja y tiene dos hijos: la mayor, de 19 años; el menor, de 9 meses.

Políticas de capacitación y formación, alineando empleo y desarrollo productivo.

Continuar mejorando el salario real así como la distribución de los ingresos.

Fortalecer más la Inspección del Trabajo para combatir el informalismo.

Mejorar la focalización de las políticas de empleo y asignarles más recursos.

El Pit-Cnt reclama mejor distribución de la riqueza, más formación y profundización de reformas sociales.

Empresarios apuntan a la revisión de leyes laborales y a que cambie el criterio de aplicación de ajustes salariales.