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Materia gris

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Juan Oribe Stemmer

Más que nunca, la materia gris, la más escasa de todas las materias primas, es un elemento clave para el desarrollo económico y social de cada país, para su independencia y seguridad. El caso de las computadoras demuestra la importancia del conocimiento: la materia prima de cada chip es sílice, el principal ingrediente de la arena de la playa. Pero, a esa sustancia tan humilde se le agrega una montaña de conocimiento científico y tecnológico para producir aquellos elementos centrales de la moderna sociedad del conocimiento.

No es sorprendente que las potencias tradicionales, como los Estados Unidos y los países europeos, y las nuevas potencias en el Lejano Oriente, apoyen sus institutos universitarios y la investigación científica.

Las comparaciones, aunque sean antipáticas o, incluso, injustas, son indispensables para evaluar los resultados de las políticas propias y ajenas.

En el caso de la enseñanza de tercer nivel un indicador es la clasificación, el "ranking", de las principales 200 universidades en el mundo que todos los años completa el suplemento "Times Higher Education", de la Gran Bretaña, cuya edición más reciente apareció el 28 de noviembre. El estudio comparativo se funda en encuestas realizadas en la comunidad universitaria (más de cinco mil encuestados) y entre empleadores, así como en indicadores más objetivos de calidad académica, como la relación docente/estudiantes en cada institución, la cantidad de artículos citados, la proporción de docentes y estudiantes extranjeros, etc. Los autores de la encuesta reconocen que su metodología fue diseñada principalmente para determinar los niveles de excelencia en las universidades compuestas por varias facultades de alto nivel, en el "mundo más rico". Por ahora, admiten, no han conseguido abarcar mejor a los países en vías de desarrollo. Sin embargo, y a pesar de sus limitaciones, la encuesta es interesante.

La primera conclusión que puede extraerse es el fuerte predominio de los Estados Unidos (de las 200 universidad en la encuesta 58 se encuentran en aquel país) y de la Europa occidental. Ese predominio no es solamente en cantidad, sino también en calidad: de las mejores diez universidades, seis se encuentran en los Estados Unidos, comenzando por Harvard (primer lugar con un puntaje de 100) y siguiendo por Yale. El Reino Unido tiene una representación importante; la encuesta incluye 29 universidades de este país; cuatro de ellas están situadas entre las mejores diez (Cambridge, Oxford, Imperial College y University College London).

En la Europa continental la encuesta incluye once universidades de los Países Bajos, once de Alemania, seis de Suiza, cinco de Bélgica y cuatro de Francia. Llama la atención que España e Italia figuren solamente con una universidad cada una. Igual en el caso de Rusia. Todo lo cual sugiere que el tamaño de la economía o de la población del país no son los únicos factores que conducen a la excelencia en la enseñanza de tercer nivel.

¿Y nuestra región? ¿Cómo está ubicada dentro del panorama universitario mundial?

La mala noticia es que solamente se incluyen tres universidades, y todas ubicadas en la segunda centena de la encuesta: la Universidad Nacional Autónoma de Méjico (posición 150), la Universidad de San Pablo (posición 196) y la Universidad de Buenos Aires (posición 197). La buena noticia es que las tres han mejorado su posición en los últimos años. Pero, está claro, todavía falta mucho por hacer.

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