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Partidos: hay un antes y un después del gobierno del FA

La historia entre partidos tradicionales y desafiantes

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M.F. BOIDI / R. QUEIROLO

El sistema de partidos uruguayo es altamente institucionalizado y muy estable de acuerdo a los parámetros internacionales y, en especial, en relación a lo que se observa en el resto de América Latina.

Sin embargo, esta estabilidad oculta significativos patrones de cambio de larga data, que han seguido modelos de transformación predecibles, pero que se rompieron con el ascenso del Frente Amplio al poder.

Hasta mediados de los sesenta, el Partido Colorado (PC) y el Partido Nacional (PN) ganaron juntos alrededor del 90% de los votos. El sistema de partidos era claramente un sistema bipartidista (es decir, de dos partidos políticos, o al menos de dos partidos políticos importantes) hasta que en la elección de 1971, el Frente Amplio (FA) obtiene el 18,3% de los votos válidos. En ese momento, el sistema de partidos cambió de bipartidista a multipartidista.

Desde 1971 hasta la pasada elección de 2004, el FA ha aumentado su caudal electoral elección tras elección, pasando de ser el "tercer partido", hasta recibir la mayoría absoluta de los votos válidos en la pasada elección (51,7%) y alzarse con la Presidencia de la República, rompiendo así la hegemonía histórica de blancos y colorados en ese cargo.

El crecimiento lento pero sostenido del FA hasta 2004 se ha explicado, en parte, porque este partido nunca había sido cabeza del gobierno nacional y pudo capitalizar el descontento con la gestión de los partidos que sí habían estado en el gobierno. Al ganar la elección de 2004 y transformarse en gobierno, el FA perdió esa característica de oposición inmaculada. En tal sentido, la propia victoria del FA en 2004 quebró el modelo que explicaba su propio ascenso.

Para el análisis político, los partidos políticos uruguayos suelen agruparse en dos familias ideológicas: "partidos tradicionales" y "partidos desafiantes". Esta clasificación, creada años atrás por el doctor Luis Eduardo González, permite analizar la evolución del sistema de partidos, prestando atención a dos grupos. Por un lado, los "partidos tradicionales" son el Partido Colorado y el Partido Nacional. Por otro lado, los "desafiantes" son el Frente Amplio y el Partido Independiente, los dos partidos que nunca habían estado a cargo del gobierno nacional hasta el 2004.

La evolución electoral de estos dos grupos de partidos (ver gráfico) muestra como los desafiantes sumados fueron creciendo en su caudal electoral a expensas de los partidos tradicionales.

De una brecha de más de 60 puntos porcentuales a favor de los partidos tradicionales en 1971, los desafiantes, sumados, fueron achicando distancias paulatinamente hasta que la correlación de fuerzas se invirtió en las elecciones de 2004.

El comportamiento de los partidos que describe el gráfico es muy sencillo, y a la vez muy poderoso, porque la observación de los votos que obtenía cada grupo de partidos y el ritmo con el que se transferían los votos de los tradicionales a los desafiantes entre elección y elección, permitía predecir los resultados de las elecciones de 2004. Sin embargo, con el ascenso del FA al poder tras esa elección, el modelo se rompió: ahora hay tres partidos tradicionales -en el sentido de haber ocupado el gobierno nacional- y ningún partido desafiante, porque los restantes partidos que se presentan a esta elección (Partido Independiente y Asamblea Popular) no tienen el suficiente caudal electoral como para representar un desafío a los otros.

Se está, seguramente, ante un nuevo punto de inflexión en el sistema de partidos uruguayos. Los resultados que esta noche surjan de las urnas marcarán el camino hacia un nuevo modelo de alineación partidaria en el país.

Las "familias" y el "bipartidismo"

El término "familias ideológicas" fue usado por primera vez por el ex presidente Julio María Sanguinetti para describir el funcionamiento dos bloques políticos: por un lado, el Partido Colorado y el Partido Nacional, por el otro, los partidos de izquierda. Esta forma de describir el sistema de partidos estuvo asociada a los debates sobre el cambio del sistema electoral y la introducción del balotaje entre los dos candidatos más votados.

La idea de que son familias de partidos hace referencia a que existen mayores coincidencias entre los partidos que forman parte de la misma familia -en este caso los partidos tradicionales- que entre partidos políticos originados en la izquierda.

En rigor, los partidos tradicionales se coaligaron con diferente grado de profundidad bajo distintos gobiernos a lo largo de la historia contemporánea, pero votaron "juntos" recién en el balotaje que enfrentó a Jorge Batlle y Tabaré Vázquez en 1999.

Otro debate fue el del "nuevo bipartidismo". El entonces líder del Frente Amplio, Líber Seregni, vaticinó que quedarían dos partidos, el FA y el Partido Colorado. En realidad los colorados votaron apenas 9% en 2004 y parecen recuperarse para estas elecciones en las que el "bipartidismo" se expresa entre el Partido Nacional y el FA.

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