Buenos Aires | La Corte Suprema de Justicia argentina abrió ayer el camino a la despenalización del consumo privado de droga, al declarar inconstitucional la condena a cinco jóvenes por estar en posesión de unos pocos cigarrillos de marihuana. El fallo, muy controvertido y esperado desde hace meses, se basa en el concepto de autonomía personal, protegido por la Constitución, y señala que no cabe penalizar conductas privadas que no ocasionan daño o peligro para terceros. Por tanto, el consumo no podrá ser en público. Se considera que la sentencia creará jurisprudencia y que los demás tribunales aplicarán criterios semejantes en otros casos de consumo privado de estupefacientes. La normativa en vigor penaliza hasta con dos años de cárcel la posesión de pequeñas cantidades de cualquier tipo de droga.
La causa se llama Arriola y tiene otro condimento que la hace particularmente interesante, y que explica por qué la Corte la eligió para resolver este controvertido tema: los tres traficantes que les vendieron la droga a los jóvenes fueron condenados por la Justicia, por comercialización, a penas de 6, 4 y 2 años y medio de prisión, que están cumpliendo en la cárcel.
Por esta vía, el tribunal que preside Ricardo Lorenzetti procura enviar un mensaje de moderación. La interpretación es que se puede respetar la autonomía personal de quien consume cantidades mínimas de droga, y no la ostenta, sin poner en riesgo la salud de terceros, y, al mismo tiempo, perseguir y condenar a narcotraficantes.
La Corte Suprema exhortó, al mismo tiempo, a los poderes políticos a ejecutar una política de Estado contra el tráfico ilícito de estupefacientes y adoptar medidas preventivas de salud y educativas. Así, el alto tribunal, que preside Ricardo Lorenzetti, declaró inconstitucional el ar-tículo 14.2 de la ley de estupefacientes. Sin embargo, no despenalizó el tráfico de drogas y, de hecho, los hombres que le vendieron la marihuana a los cinco jóvenes absueltos, fueron condenados a penas privativas de libertad.
El jefe del gabinete, Aníbal Fernández, saludó la sentencia y señaló que pone fin a una etapa de represión que se ha demostrado ineficaz. "La Corte no ha legalizado nada. Simplemente, ha renunciado a una política represiva", declaró a una emisora de radio. "El Estado va a proseguir en su lucha contra el tráfico. Los que venden la basura que envenena a nuestros pibes (jóvenes) deben ser castigados con toda la fuerza de la ley".
Argentina tiene un grave problema de droga, pero no con el consumo de marihuana, hachís o cocaína, sino del "paco" o pasta base de cocaína que provoca un rápido deterioro físico. La nación / GDA y El País De Madrid