Bagdad | El presidente francés, Nicolas Sarkozy, llegó ayer por sorpresa a Bagdad, en la primera visita de un jefe de Estado francés a Irak, y prometió apoyar la reconstrucción de un país devastado por la guerra, así como contribuir al retorno de la prosperidad económica.
Calificada de "histórica" tanto por Sarkozy como por su homólogo iraquí Jalal Talabani, esta visita es además la primera de un presidente europeo desde que el régimen de Saddam Hussein fue derrocado en 2003 por una coalición militar encabezada por Estados Unidos.
"He venido a expresar la solidaridad de Francia", declaró Sarkozy. "Francia estará junto a Irak, desde el principio, en el camino del éxito. El mundo necesita un Irak fuerte, unido y soberano", agregó. Francia se opuso firmemente a la invasión de 2003, una decisión política que la enfrentó con la administración del presidente estadounidense de la época, George W. Bush.
Sarkozy, que también se reunió con el primer ministro iraquí Nuri Al Maliki, realiza una gira regional que lo llevará después a Bahréin, Kuwait y Omán. Su viaje al Golfo tiene como objetivo reforzar la influencia de Francia y, aunque se espera que firme acuerdos durante este viaje, "no anunciará grandes contratos", afirmó la presidencia francesa.
Sarkozy aseguró que Francia ayudará a reconstruir las infraestructuras del país, llamando a las empresas francesas a invertir en Irak. Anunció que una importante delegación de empresas francesas, encabezada por el primer ministro francés Francois Fillon y el jefe de la diplomacia Bernard Kouchner, viajará próximamente a Irak.
"Buscamos cooperación en materia económica, energética y en la reconstrucción y ayudar a la policía, a las fuerzas de seguridad y al ejército iraquí, y también restaurar la posición internacional de Irak", afirmó.
La visita de Sarkozy tiene lugar diez días después de unas elecciones provinciales en Irak que dieron la victoria a los aliados de Maliki. Estos comicios fueron considerados por el presidente estadounidense Barack Obama y otros líderes como una señal de los progresos de Irak y de la mejora de la seguridad.
Ayer el nuevo comandante militar norteamericano para Bagdad, Daniel Bolger, anunció que el ejército estadounidense quiere dejar en manos de la policía iraquí la responsabilidad de luchar contra la violencia en la capital a partir de fines de junio y completar su retirada hacia fines de 2011. afp