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El reloj de arena

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11 | Por la rambla, en bicicleta y ¡con una sola mano! Las mañanas de Punta del Este también son disfrutables. Y sino alcanza con preguntarle a esta pareja, que ayer salió a pasear en bicicleta por la rambla y de paso sentir el refrescante olor a mar. Otros aprovechan el espacio costero para caminar y hacer footing.

14 | Con las bolsas llenas, camino al almuerzo. Tres mujeres salen ayer al mediodía del supermercado de Punta del Este. A esa hora, de regreso a casa después de unas horas de playa, los centros comerciales se convierten en una parada obligatoria. Es que hay que preparar el almuerzo y, si es posible, adelantar las compras para la cena y del día siguiente. Por lo menos eso hacen algunos, los que saben que en las "horas pico" los supermercados del principal balneario uruguayo están repletos de clientes, que se generan embotellamientos de carritos en las góndolas y que frente a los cajeros se forman colas de varios metros de espera.

16 | Hagan lugar para las sombrillas. Por primera vez en la temporada 2006-2007 las playas del Punta del Este estuvieron repletas de bañistas. Fiel testigo es esta foto tomada ayer en la parada 3 de la playa Mansa. La arena quedó tapizada de sombrillas y las velas de las tablas de windsurf le pusieron más color y deporte a la tarde.

23 | Avistamiento de dos "ciudades flotantes". La visita de cruceros será moneda corriente en esta temporada. Como estos dos, que fondearon entre el puerto de Punta del Este y la ahora iluminada Isla Gorriti. Durante el día los pasajeros bajan de la embarcación y recorren la península; en la noche descansan en los camarotes.

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