Sebastián Auyanet

Casi en silencio, la segunda versión del bahía rock en la paloma, que se realizará mañana a partir de las 18 horas, se armó para reactivar la clásica propuesta festivalera de bandas consagradas, todas saliendo al encuentro del público que suele acudir a sus conciertos.

Las entradas anticipadas están a la venta en la Red UTS a $ 250.

A diferencia de varios lugares del mundo, en Uruguay el fenómeno de los festivales a nivel masivo no tiene varias lecturas o propuestas.

La idea es la que funciona: agrupar la mayor cantidad de bandas con base sólida de fanáticos y ponerlas donde vaya el público o convocarlas a una peregrinación masiva hacia el interior.

Si existía una propuesta alternativa en el verano (y también en el resto del año), eso se terminó después de la penúltima edición del festival VoxPop.

Ubicado en las afueras de La Pedrera, la VoxPop pro- ponía música nueva hecha en casa, tendencia regional y algún grupo autóctono con potencial convocante. Eso la convirtió en la referencia veraniega desde 2004 hasta el año pasado.

¿Por qué decayó? ¿Fue culpa de un público poco inquieto? Difícil saberlo; y más complicado aún juzgar sin fundamento. Lo cierto es que la VoxPop terminó de cambiar hacia 2007, y eso no le favoreció. Se trataba de una propuesta similar a la de muchos festivales internacionales, que suelen manejar interacción e integración con el público como concepto y, desde la grilla, estimular la visibilidad de nuevos artistas de la mano de otros más populares. En la VoxPop, alguna vez abrieron los argentinos de Miranda antes de hacer su primer Luna Park, Árbol se consolidó como una novedad prometedora del otro lado del charco y el Cuarteto de Nos dio un set para la historia sobre las cinco de la mañana.

En algún punto, la relación entre el costo de la entrada y lo que ofrecía el festival no hizo equilibrio, y eso se terminó de notar el año pasado, cuando la gente prefirió recibir a los reyes magos bailando en boliches como Pogo, en lugar de pagar la entrada de una Vox Pop.

Este año, la VoxPop ya no se hace, y la plaza perdió una de las pocas -poquísimas-propuestas que estimulaban al público a escuchar cosas nuevas, además de generar una movida alternativa.

La idea del Bahía Rock es que la gente arranque el verano con un show de grandes proporciones, lo más cercano posible del concepto Pilsen Rock. Nada de fenómenos emergentes ni bandas nuevas para conocer. Acá va toda la carne local directo al asador, y en principio sin riesgo artístico alguno.

Se trata de un festival en el que las cinco bandas más convocantes del medio unen fuerzas para reactivar al gran público algo ausente durante el año, en la primera noche de las vacaciones. Es un acierto porque hacía tiempo se podría haber hecho, ya que en esa zona siempre hay público y hay demanda. Suena lógico.

La grilla del festival es la más importante que ha habido en varios años en cuanto a convocatoria. Salvo que se trate del propio Pilsen, hay pocos antecedentes de que No Te Va Gustar, La Vela Puerca, Buitres, Trotsky Vengarán y La Trampa se hayan juntado sobre un escenario.

Junto a Cursi, ellos componen la grilla de un Bahía Rock que el año pasado ya contó con La Vela y tuvo una de las últimas grandes actuaciones del Cuarteto de Nos, quizá la última banda que falta con aviso esta noche, por estar dentro del estudio buscándole la vuelta a nuevas canciones.

NTVG Tocó casi todo el 2008 y además se dio su tiempo para grabar "El camino más largo", un disco estrenado en octubre que viene con objetivo declarado: sumar canciones a una lista de "hits" aptos para todo concierto.

LA VELA PUERCA Cierran un año marcado por su crecimiento exponencial en la Argentina, con cuatro shows en el mítico Obras Sanitarias de Buenos Aires, incluidos. Junto con NTVG vienen con el antecedente fresco de las 23.000 personas que llenaron el Estadio Charrúa para ver el recital en el que compartieron escenario y canciones, algo que según se supo, también harán en algún momento de esta noche.

LA TRAMPA La banda que ya testeó sus nuevos temas con el público fue La Trampa, que llevó al Teatro de Verano las canciones de "El mísero espiral de encanto", también editado en octubre.

TROTSKY Presentar canciones nuevas es lo que también quiere hacer Trotsky Vengarán, que llega con su "Volumen 10" bajo el brazo. La banda que mejor conecta con su público es un gol seguro: sacuden al público, saben reírse de sí mismos y tienen un arsenal de canciones nuevas y viejas que encienden al público en cualquier momento.

CURSI También estrena canciones esta banda, que ha sabido de convocatorias más grandes y que con "Ventilar", su nuevo trabajo, buscan sumar puntos a un repertorio en vías de consolidarse y que, de un tiempo a esta parte, parece ir más hacia la generación de climas que al hit radial y bailable de obras anteriores como "Corazón de hotel".

BUITRES Banda acostumbrada a cerrar festivales porque en la mayoría de los casos siempre llega como último acto, viene con la chapa de sus canciones legendarias y un último disco ("Canción de cuna para vidas en jauría") respaldado por más de 14.000 copias originales vendidas.