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"Quienes flexibilicen más la economía serán los ganadores tras esta crisis"

| De visita en Punta del Este, el ex presidente del gobierno español José María Aznar asegura que quienes adapten medidas proteccionistas para enfrentar la actual crisis económica, finalmente serán los más perjudicados. En lugar de ello, propone un mayor liberalismo comercial. Critica al actual gobierno de su país, en manos del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, su sucesor, por haber "dilapidado la herencia" de su gestión y por promover la Ley de Memoria Histórica. Sostiene que el populismo en América Latina -no nombra a nadie en particular- sólo traerá mayor crisis; y, asegura, no son pocos los que le piden que vuelva a la arena política.

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Marcelo Gallardo

- En todos los aspectos de la vida, los latinos tomamos cualquier cosa desde un punto de vista casi deportivo. Aseguran que Lord Keynes es uno de los grandes triunfadores que deja la crisis financiera.

- No lo creo. Ganarán los que aprovechan la situación para hacer muchas reformas en sus economías. Los que flexibilicen sus economías, liberalicen sus políticas, aprovechen para mejorar sus sistemas laborales, fiscales y educativos. Perderán los que apuesten por más intervencionismo, más control del Estado, más proteccionismo, menos libre comercio. En definitiva, menos libertad. Por lo tanto no creo que Keynes sea el ganador de la crisis. Entre otras cosas porque la crisis tiene su origen en el sector financiero, el sector más regulado dentro de la economía.

- Otros dicen que Karl Marx es otro de los ganadores.

- Karl Marx se cayó definitivamente en 1989 y no levantará cabeza.

- También aseguran que Emilio Botín, el presidente del Banco de Santander, es otro ganador que deja la crisis.

- Pues, no lo sé. Afortunadamente España tiene un sector financiero muy saneado. También tiene figuras muy prominentes en el sector financiero. Emilio Botín es una de ellas.

- Usted sostiene que la mejor receta para aplicar pasa por más liberalismo. Sin embargo, muchas voces se levantan pidiendo más regulación, barreras arancelarias, protección, y otras medidas del mismo tipo.

- Eso fue lo que llevó al mundo al colapso en los años treinta del siglo pasado. Volver al proteccionismo después de la crisis financiera o establecer medidas proteccionistas en cuento al libre comercio sería un gravísimo error. Por lo tanto, la expansión del libre comercio, que es también la expansión de la libertad y la oportunidad para muchos países necesitados, es una de las respuestas fundamentales para salir de esta crisis. Si se adaptan medidas proteccionistas, si se adaptan barreras arancelarias, si se eliminan las ventajas del libre comercio, la crisis, que ya es larga y dura, lo será todavía más.

- El triunfo de los demócratas hace pensar en un Estados Unidos más cerrado que lo observado hasta el presente.

- Espero y deseo que las posiciones de libre comercio que ha defendido la Administración Bush sean mantenidas por el nuevo gobierno. Lo espero y lo deseo. Lo contrario constituiría un error profundamente negativo.

- ¿Cómo observa al equipo económico del presidente electo, Barack Obama?

- Primero creo que Obama ha tenido un gran triunfo. Segundo, creo que Obama es la gran demostración, como ya lo he comentado en otra ocasión, que el sueño americano todavía existe. Tercero: Obama se rodeó de un equipo de primer nivel. A partir de ahora viene la etapa de las tomas de decisiones. Y las tomas de decisiones no serán fáciles. Le deseo mucha suerte porque el liderazgo de los Estados Unidos es muy importante para el mundo en general. Y que en estos momentos de crisis económica ese liderazgo funcione bien y con credibilidad.

- Esto no coincide con lo que usted expresó en la entrevista concedida a la revista Vanity Fair cuando cuestionó el triunfo de Obama de una forma muy particular (N. de R., lo calificó de "exotismo histórico").

- Lo que dije fue que era un triunfo histórico. Que haya triunfado una persona de raza negra es un cambio histórico en los Estados Unidos. Pero, cuando estalló la crisis económica norteamericana había mucha gente que anunció la desaparición del sueño americano. La economía de los Estados Unidos estaba muerta. Ni está muerta la economía de mercado sino que está muy viva, ni el sueño americano está muerto. Justamente, Obama es la expresión de ese sueño americano (se ríe). Que se puede llegar.

- ¿Y esa interpretación de sus palabras que hizo la revista Vanity Fair?

- Es una interpretación gratuita que ni merece la pena ocuparse.

- Esta crisis le ha caído muy bien a varios países latinoamericanos para cuestionar el libre comercio y para profundizar sus medidas intervencionistas.

- Siempre todos los gobiernos que no hacen lo que deben buscan enemigos externos y razones para no hacerlo. Al final, son los resultados los que hay que poner encima de la mesa.

- ¿Un ejemplo?

- España está padeciendo la peor crisis desde 1959 y el gobierno niega la existencia de la crisis. Desgraciadamente, el año pasado el desempleo ha aumentado en un millón de personas. Este año pasaremos la barrera de los cuatro millones. Esto es más que la población del Uruguay. Es decir, al final la política son hechos. Yo me encontré con una España con un déficit del 7% y la dejé con superávit; con un paro (desempleo) del 24% y la dejé en el 10%; con una seguridad social quebrada y la dejé en superávit. Dejé el país más próspero de la historia de España. Ahora se ha dilapidado esa herencia. Alguien tendrá la responsabilidad de haberlo hecho. Esos son los resultados de las políticas. Hay políticas que producen buenos resultados y hay políticas que producen malos resultados.

- Usted dejó el gobierno con 52 años. ¿Por qué resolvió dejar la lucha por el poder?

- Tenía un compromiso de no estar más de ocho años en el gobierno. Y soy de esa especie rara de políticos que le gusta cumplir sus compromisos.

- Odia aquello de lo que es "políticamente correcto".

- No me siento vinculado a lo políticamente correcto. Lo define la gente que no es elegida por nadie. Eso nunca lo he aceptado. Me gusta cumplir mis compromisos. Creo en la política seria y en la responsabilidad. Esta crisis es una invitación a la vuelta a los valores tradicionales. Hay que trabajar, hay que esforzarse, hay que ser responsable, no se puede querer vivir sin trabajar y no se puede querer vivir sin esfuerzo. El mérito es muy importante. La responsabilidad es muy importante. Hay que ahorrar y trabajar mucho.

- ¿Cuál es su opinión respecto de la revisión histórica que lleva adelante el actual gobierno de su país?

- Es una equivocación. España es un país que tuvo un gran éxito histórico en los últimos treinta años. Y lo concretó sobre una base fundamental: todo el mundo renunciaba a algo pero con la idea común de conquistas metas de futuro. Cuando un país se juega a la introversión y se dedica a pelearse con el pasado, pues, nada bueno le va a ocurrir.

- ¿Cómo observa la actual situación de ETA?

- ETA quedó prácticamente al borde de la derrota en el 2004. El gobierno cometió un error al iniciar una negociación con ETA. Espero y deseo que ETA sea derrotada y sea derrotada pronto.

- ¿Qué espacio político tendrá en los próximos años?

- No lo sé. Cuando hablo se me escucha. Parece que hay gente que no se olvida de mí.

- ¿Le piden que regrese?

- Mucha gente me pide que yo vuelva a la política. Pero no es una cuestión en este momento.

- ¿Cómo observa a América Latina?

- Con el riesgo de división entre países con populismo que los llevará a más crisis políticas y más crisis económicas, que los aleje de los países más desarrollados del mundo y países que siguen el camino de la democracia y del estado de derecho. Ese riesgo de división existe. Me gustaría que no existiera. El populismo es uno de los grandes males de América Latina.

- España fue quien más apoyó los procesos de desregulación y privatización que se dieron en los años noventa. Buena parte de ese proceso está en duda. Por ejemplo en Argentina y Venezuela. ¿Cómo observa la estatización de muchos de esos servicios?.

- Esas políticas son equivocadas y erróneas. No hace falta nada más que ver la situación económica y social de esos países. El problema de muchos países latinoamericanos es que no se alcanzó una economía de mercado basada en el respeto a la ley y en el estado de derecho, en la gestión de las empresas y en la confianza inversora. Para colmo se sustituyen por políticas económicas que sólo traen más problemas. El populismo, el intervencionismo, el tener una legalidad débil sólo conducen a tener menos credibilidad internacional y a tener más problemas internos.

Político polémico y frontal

El próximo 25 de febrero, quien ha sido el único dirigente del Partido Popular (PP) que ha sido presidente de gobierno de España, entre 1996 y 2004, cumplirá 56 años. Dice no sentirse vinculado a lo "políticamente correcto" y no queda más que darle la razón.

Los ejemplos sobran. Cuando el presidente saliente de Estados Unidos, George W. Bush, goza de una impopularidad histórica en su país y un rechazo casi unánime en el mundo, José María Aznar lo ha calificado de "gran estadista" que hoy sufre "la hora de la ingratitud". Al frente del Ejecutivo español, Aznar apoyó la incursión armada de EE.UU. en Irak, en 2003, así como hoy apoya a Israel en Gaza.

También ha cuestionado la mano del hombre en el calentamiento global, un tema muy en boga y en el cual cada vez hay menos opiniones encontradas. Para sustentar sus dichos, refiere otros cambios climáticos ocurridos en épocas en los que seres humanos no habitaban la Tierra.

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