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DIEGO FERREIRA

El 2008 inclinó la balanza hacia el lado de los trabajadores. Basta ver los aumentos derivados de la ronda salarial. Mientras, los empresarios se sienten en desventaja en esta relación de tres, en la que sintonizan el Pit-Cnt y el gobierno.

Para el Pit-Cnt, el 2008 fue el año de la consolidación. Fortaleció sus estructuras sumando afiliados hasta alcanzar los 300.000 trabajadores sindicalizados y, además, en su X Congreso (a fines de noviembre) se ratificó su mismo cuadro dirigente -lo que equivale a decir su estilo de conducción- para los próximos dos años. El triunfo de las corrientes moderadas y mayoritarias (Articulación y PCU) por sobre los radicales deviene, entre otras razones, de los logros alcanzados en el principal partido que jugó la central en este año: los consejos de salarios.

Para el integrante del Secretariado del Pit, Milton Castellano (Articulación) los resultados de esta tercera ronda salarial -la última de esta administración- fueron positivos.

El representante de Fueci (comercio) lo argumentó en tres aspectos: se alcanzaron acuerdos "históricos" en muchos sectores que nunca antes habían negociado, como el de las trabajadoras domésticas; se logró un alto porcentaje de acuerdos en la negociación (187 convenios consensuados sobre un total de 228 mesas de negociación); y además se cumplió con el cometido de recuperar salario tras la crisis de 2002. Por ejemplo, el comercio registró un aumento promedio del 15% y fue aún mayor en las ramas más sumergidas. "Esto reafirma la vigencia de la negociación colectiva. Son herramientas que vinieron para quedarse", dijo.

empresarios. El balance que hacen los empresarios no es, en cambio, tan favorable; alertan sobre los efectos que tendrá la crisis financiera que comienza a asomar en el mercado local.

"Vamos a pagar los platos rotos. Tenemos la sensación de que si el fenómeno de la crisis sigue aumentando van a haber dificultades de pago. Los acuerdos salariales son de ciencia ficción con el momento que se está viviendo", dijo a El País el asesor de la Cámara de Comercio, Juan Mailhos. No obstante, explicó que el comercio y los servicios son "los más rezagados" respecto a la industria y el agro.

Los empresarios señalan que las dificultades para pagar lo establecido en la ronda no surgen exclusivamente por la coyuntura internacional sino también por el propio sistema de negociación salarial.

Para el secretario de la Cámara Metalúrgica, Miguel Oliveros "no existió una negociación colectiva, hubo una imposición colectiva. Acá, entre el gobierno y el sindicato nos dejaron en una situación en la que prácticamente no tuvimos negociación", se quejó.

Eso es visto como una señal clara de la sintonía entre el Ejecutivo y la central sindical y viceversa. Oliveros habló de "proselitismo político" durante la negociación de salarios.

Mailhos señaló que "el Pit-Cnt en el Congreso hizo la primer definición político-partidaria, que ya había hecho el 1° de mayo".

"Hemos asistido a un apego del Pit-Cnt al gobierno y a una desenmascarada confrontación con el sector empresarial que llegó a ribetes bastante preocupantes", sostuvo.

Desde el movimiento sindical acusan a las grandes cámaras empresariales, asesoradas por representantes de los partidos tradicionales, de querer regresar el modelo laboral de los años 90 donde los gremios eran más débiles y no hubo ronda salarial.

No obstante, la oposición ha dicho de cara a la pugna electoral que los consejos de salarios deben mantenerse aunque con algunos cambios.

El sector empresarial inició gestiones a nivel parlamentario para expresar su rechazo al proyecto de ley de negociación colectiva que impulsa el gobierno.

El asesor de la Cámara de Comercio, Juan Mailhos, dijo a El País que el lunes pasado el presidente de la gremial, Arnaldo Castro y su colega de la Cámara de Industrias, Diego Balestra, dejaron una nota en la Cámara de Diputados y de Senadores en la que manifiestan su "oposición formal" a esa iniciativa.

Mailhos cuestionó que el proyecto no incluyera dos temas que considera vitales: la regulación de los sindicatos y de la huelga.

En ese marco, los trabajadores y el gobierno han señalado que la ocupación es una variación al derecho a huelga.

Como un gesto hacia los empresarios, el presidente Tabaré Vázquez eliminó el capítulo sobre las ocupaciones de dicho proyecto, en junio pasado.

Empero, Mailhos dijo que eso no ha ocurrido. "A nadie le consta que se haya retirado el capítulo de solución y prevención de conflictos. Hay una palabra del presidente que no ha sido cumplida".