La organización que defiende los derechos humanos a nivel mundial, Amnistía Internacional (AI), pidió hoy a los gobiernos asiáticos abolir la pena de muerte, y denunció que en ese continente se realizaron casi el 90 por ciento de las 1.252 ejecuciones llevadas a cabo en 24 países en 2007.
En un documento emitido en Londres con motivo del Día Internacional contra la pena de muerte, que se celebra el 10 de octubre, AI destacó que el año pasado se dictaron 3.347 sentencias de muerte en 51 países.
En ese sentido, acusó a China por ser el país que más penas de muerte llevó a cabo, con al menos 470 ejecuciones.
En Asia le siguieron Irán, con 317 ejecuciones; Arabia Saudita, con 143; Pakistán, con 135; Vietnam, con 25; Afganistán, con 15 y Japón, con 9 ejecuciones.
La organización denunció además la "terrible falta de transparencia" en el uso de la pena de muerte, que consideró un castigo "cruel e inhumano" que viola el derecho a la vida y que no tiene un claro efecto disuasorio. (ANSA)