MARIALAURA IBARRA
El año pasado 257 parejas esperaban para adoptar un niño y sólo la quinta parte pudo obtenerlo. Desde el INAU se dice que el mercado clandestino de bebés y los largos procesos judiciales son dos causas que provocan el problema.
El Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay (INAU) argumenta que una de las principales razones de las demoras en las listas de espera para poder adoptar pasa por la cantidad de niños que llegan al instituto, especialmente de bebés, que son los más demandados.
Hay, además, un punto intermedio, ubicado entre las instituciones de adopción y el "mercado negro" de niños. Allí las parejas acceden a la tenencia del menor de forma legal, por vía judicial, a través de una adopción simple, en acuerdo con quien entrega al niño, pero fuera de los marcos institucionales y evitando los trámites ante el INAU y el juez. Esto acorta los plazos que, por la vía institucional, hoy son casi indefinidos. Según explicó la directora del Departamento de Adopción del INAU, Beatriz Scarone, anualmente llegan más de 100 solicitudes de adopción -a lo que se debe agregar las parejas que ya se encuentran en la lista de espera- y es mucho menor la cantidad de niños que son adoptados, porque son pocos los bebés que llegan hasta la institución.
El año pasado el INAU entregó en adopción a 57 niños (16 recién nacidos, 14 de entre cero y un año y 27 de entre uno y diez años) y, a su vez, recibió 135 solicitudes.
Scarone asegura que el problema está en "las fugas que se dan fuera de los marcos institucionales", es decir, las "entregas" de niños que se hacen fuera de los marcos del INAU o el Movimiento Familiar Cristiano que también interviene en las adopciones.
Por otra parte muchas de las parejas que están anotadas en la lista de espera para recibir un niño en adopción reciben llamados ofreciendo niños a cambio de una compensación (dinero o alimentos, por ejemplo).
"Hay parejas que nos han planteado que les han pedido entre US$ 2.000 y US$ 3.000 por un bebé", reconoció a El País una fuente del INAU que pidió reserva de su nombre.
Además, otro mecanismo que se utiliza en el "mercado negro de bebés" es que la embarazada ingrese al hospital para tener al niño y entregue como propia la cédula de identidad de la madre adoptiva, así el trámite es más rápido y fácil.
Es habitual que las parejas cuando aceptan que no pueden tener hijos lo comenten y eso lleva a que las personas se enteren y por tratar de ayudar y de que sea más rápido el procedimiento los contacten con gente con la que puedan obtener una criatura.
Proceso. Scarone dijo que la lentitud en la adopción también se da por esperas de los procesos judiciales. "Hay niños que han pasado dos años en espera de ser adoptados por las resoluciones judiciales", señaló.
Cuando una madre plantea el deseo de dar un hijo en adopción en el hospital inmediatamente es visitada por un juez especializado.
El bebé queda al cuidado de una dependencia del INAU durante los primeros 30 días por si la madre biológica se arrepiente, ya que se considera que se encuentra en una etapa de "vulnerabilidad posparto".
Durante ese mes el INAU trabaja con la familia biológica para tratar que el niño vuelva a su familia de origen ya que prima el derecho del niño de crecer en el seno de su familia. Si esto no es posible, se envía el informe al juez dando cuenta de la situación.
El juez recibe el informe del INAU y puede pedir que se presente la madre biológica, ampliar información y fijar una audiencia. Puede darse el caso de que no se presente la madre por lo cual el juez fija otra audiencia y si no se vuelve a presentar lo reitere una vez más. Así puede transcurrir un par de meses y, en casos complejos, este proceso puede durar hasta dos años. Luego el juez resuelve que el niño pase a ser adoptado por una pareja seleccionada por el INAU.
Un largo trámite para que el niño llegue
El primer contacto se hace a través de una llamada telefónica al 9083219 o 9030787 y se solicita día y hora para tener la primera entrevista con un psicólogo. En esa reunión se les informa de los requisitos, forma de trabajo y documentación necesaria que tienen que llevar para presentar la solicitud.
Se abre un expediente con la fecha de inscripción y ese es el orden cronológico del registro único de aspirantes.
Se les asigna un psicólogo y un asistente social que van a trabajar durante todo el proceso de adopción con la pareja, con el fin de que se genere un vínculo de confianza. Ambos profesionales diagnostican la idoneidad de las parejas para adoptar a través de visitas y entrevistas.
Luego que los profesionales los habiliten, los aspirantes pasan a integrar el Registro Único.
A partir de allí participan de entrevistas con la dupla de especialistas y de talleres con otros padres preadoptantes donde se trabaja en distintas temáticas que hacen a la adopción. También participan de mesas redondas con especialistas de la salud -pediatras, psiquiatras infantiles y especialistas en adicciones, VIH y maltrato- que trabajan aspectos que hacen a los antecedentes familiares, entre otros. Durante todo el proceso se hacen entrevistas individuales con la dupla técnica hasta el momento en que el niño llega a la familia. En el instante que se le entrega el niño, la pareja firma la tenencia administrativa y es acompañada y supervisada durante el primer año por la dupla técnica. Todo el proceso dura, en promedio, cuatro años.
REquisitos para la adopción
En el Departamento de Adopción del Instituto Nacional del Niño y el Adolescente del Uruguay (INAU) se establecen una serie de condiciones que las parejas interesadas deben tener para poder adoptar niños.
Ser mayor de 25 años y tener al menos 15 años de diferencia con el adoptado es el primer requisito. En caso de la adopción simple no importa el estado civil de las personas. En cambio, para la legitimación adoptiva se debe estar en matrimonio. La reforma en debate en el Parlamento elimina estas dos figuras, deja solamente la adopción, y la permite a concubinos, con lo que se abre la posibilidad de adopción a parejas homosexuales.
La solvencia económica es también definitoria para poder llevar adelante la crianza de un niño. También hay otros factores que se tienen en cuenta: los padres adoptivos deben vivir en un ambiente sano, decoroso y que cuente con un espacio que pueda albergar a un niño. Los padres deberán haber "hecho el duelo" de la imposibilidad de engendrar una vida en aquellos casos que así se considere. Y deberán demostrar el deseo real de adoptar a un hijo ajeno y capacidad para comprender su historia y aceptar sus antecedentes. Deben reconocer el derecho del niño a saber sobre su condición de adoptado y aceptar hablar con el niño de sus orígenes así como las características que el niño pueda llegar a tener.