GUILLERMO ZAPIOLA
Mientras el director Laurent Cantet celebraba su Palma de Oro en Cannes y Benicio del Toro dedica los premios a los films de Steven Soderbergh sobre el Che Guevara al propio Che, un grupo de adolescentes prologó el festejo en su colegio.
Se trata de las dos docenas de adolescentes, intérpretes no profesionales, que desempeñaron los principales papeles de Entre les murs, el film del francés Cantet ganador en Cannes. Concurren al colegio Francoise Dolto, en un barrio popular de París, y cuando el ómnibus que los transportaba llegó ayer a la institución de enseñanza, tras el anuncio de los premios del festival, fueron recibidos poco menos que como héroes.
Los chicos actuaron a lo largo de doce meses en una película que se instala en la frontera del documental y la ficción inspirada en un libro de Fran-cois Bégaudeau, también protagonista de la película. La historia, que se desarrolla mayoritariamente en una sola aula (la de la clase de francés), apunta a las relaciones entre adolescentes y profesores en el contexto de los choques generados por la integración (o falta de ella) de los inmigrantes llegados a Francia.
Los chicos atravesaron una multitud de menores y adultos que los esperaban, antes de refugiarse en una clase donde debieron hacer frente a periodistas y fotógrafos. Adentro había también docentes sensatos y preocupados por el futuro de sus alumnos. "La experiencia ha sido positiva para todos", afirmó Sonia Tassimot, una de las coordinadoras educativas del colegio, añadiendo que "hay que prestar atención y no dejar que se les suba a la cabeza".
El rector del liceo, Jean-Claude Defaux, declaró por su parte: "Hemos recibido la Palma con mucho placer, con una gran sonrisa. Estamos muy, muy contentos". Sin embargo, agregó, hay que recordar que los alumnos "no son estrellas". "Están muy bien en la película, pero ya son formidables como adolescentes". El rector aseguró que hará lo posible para que la fama súbita no perturbe las vidas ni los ritmos escolares de los jóvenes. "Velaré para que sigan siendo alumnos. Algunos tienen que rendir exámenes", recordó.
Por su parte, el actor puertorriqueño Benicio del Toro dedicó su premio a mejor interpretación masculina por The Argentine y Guerrilla, el "double pack" de Steven Soderbergh en que interpreta a Ernesto Guevara, al personaje mismo. "Yo no estaría aquí sin el Che, así que esto y cualquier galardón que reciba la película le pertenecen a él. Las críticas también``. Y del Toro abundó en la idea: "Uno tiene que darle sus respetos al hombre. El proyecto es del Che. Todo el mundo trabajó bajo la historia del Che. Todos los premios y galardones le pertenecen a él``. El actor afirmó igualmente que quiso encarnar "el lado humano del Che".
Del Toro aprovechó también la oportunidad para decir que el cierre de Cannes constituyó "una gran noche para los latinoamericanos y una gran noche para el cine``. No solamente él fue premiado por su interpretación de Guevara, sino que la actriz brasileña Sandra Corveloni, quien no estuvo presente, obtuvo el galardón a mejor actriz por su trabajo en la película de Walter Salles y Daniela Thomas Linha de passe. Los directores del film recibieron el premio por ella, y Salles dijo igualmente que se trataba de algo "muy importante para Brasil y para el cine hecho en Brasil".
Otros que tuvieron para festejar fueron los italianos. El Gran Premio del Festival fue para Gomorra de Matteo Garrone, un film de denuncia sobre los manejos de la Mafia. Por su parte, el premio del Jurado fue para Il Divo de Paolo Sorrentino, un retrato irónico y satírico del político Giulio Andreotti, donde hay también apuntes sobre mafiosos y corruptos. Sorrentino explicó que Andreotti ha sido uno de los personajes más representativos de la reciente historia italiana, y que quiso entrar en su historia por lo que tenía de "gran complejidad; es increíblemente cinematográfico".
El actor Sergio Castellito, que integró el jurado, celebró también los premios para sus compatriotas, señalando que siempre pensó que eran como hermanos gemelos, surgidos del mismo vientre y en cierto modo complementarios. "Y su mensaje es claro", agregó.
Algunos consuelos
El problema de todo jurado es que al dar un premio, inevitablemente tiene que negárselo a un competidor que acaso también lo merecía. El jurado de Cannes de este año se vio ante varias situaciones de ese tipo, y subsanó algunas, por lo menos, mediante un par de cartas de último momento. Un premio "61 aniversario" a Clint Eastwood fue su manera de que The Exchange no se fuera con las manos vacías. Otro a Catherine Deneuve premió indirectamente al film de Arnaud Desplechin.