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Tambalea la ley de cuota femenina en la política

Vuelco. Blancos proponen, ahora, se incluya a las internas partidarias

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SEBASTIÁN CABRERA

Las mujeres no tienen suerte. El proyecto de ley de cuota femenina tambalea, luego de que los senadores blancos exigieron ayer que se incluyan las elecciones internas -no sólo las nacionales y municipales- y que el proceso sea gradual.

"Cada vez que tenemos los 21 votos, se cae", se quejaba anoche la senadora socialista Mónica Xavier, con un distintivo en el pecho que pide "más mujeres". El suspenso estuvo presente hasta el final en el Senado, integrado por cuatro mujeres y 27 hombres.

Después de cerca de tres horas, la sesión se levantó sin la seguridad de que estén los votos para que se apruebe el proyecto de ley de cuota femenina, que obliga a que haya una mujer cada tres personas en las listas de las elecciones nacionales y municipales. Seguirán con el tema el miércoles y habrá negociaciones los próximos días.

Es el sexto proyecto de ley que se intenta aprobar desde el regreso a la democracia y hay serio riesgo de que vuelva a fracasar, ya que precisan dos tercios de los votos.

El lunes parecía que estaban los 21 votos, cuando la bancada del MPP -inicialmente en contra- aceptó levantar la mano y que la ley rija por dos períodos, como dice el texto propuesto. Se sumaron al resto de la coalición, aunque la mayoría de sus senadores cree que el proyecto no cambiará nada y duda que sea el mecanismo adecuado. Entre los colorados solo vota el ex presidente Julio María Sanguinetti y no los dos senadores quincistas.

Hasta la mañana de ayer, tres senadores blancos votaban: Jorge Larrañaga, Francisco Gallinal y Luis Alberto Heber. Otros, como Sergio Abreu y Carlos Moreira, están abiertamente en contra y algunos tenían posiciones intermedias. Pero de tarde empezaron las dudas y anoche sólo Larrañaga parecía firme en su decisión de votar la ley como está. Al final, los senadores blancos acordaron una posición conjunta: exigir que se incluyan las elecciones internas y también las elecciones de las autoridades de los partidos.

Además, algunos blancos reclaman que la cuota rija en 2009 para las internas y recién en 2014 para las nacionales y municipales, ya que se entiende que el proyecto se vota muy cerca de los próximos comicios. "Que la ley no tenga nombre y apellido", pidió el Senador Enrique Antía. "Hay olor a nombre propio", acotó Eber Da Rosa en alusión a las mujeres que hoy son legisladoras.

FUTURO. Parece difícil que los demás partidos acepten la inclusión de las internas porque eso ya fue desechado en la comisión. Varios sectores del Frente no lo llevan y tampoco los colorados debido a que se entiende que aún no existe el desarrollo suficiente para poner cuota en las instancias internas de los partidos . "Esto es una maniobra de los blancos porque saben que no sale", argumentó Xavier, irritada.

El senador Rafael Michelini deslizó un poco de optimismo: "Estamos dispuestos a escuchar cualquier planteo. Pero no que se generen planteos para inviabilizar la ley".

La sesión de ayer en el Senado tuvo un tinte muy particular. En la propia sala, las tres diputadas blancas Beatriz Argimón, Adriana Peña y Sandra Etcheverry -militantes a favor del proyecto- siguieron el debate justo atrás de las bancas de Larrañaga y de Gustavo Penadés. Las diputadas mostraron su molestia por la posición de algunos compañeros de aplazar la vigencia al 2014, aunque coinciden con incluir las internas.

Y les pusieron algo de presión: "Queríamos conversar con los legisladores en duda o en contra", explicó Etcheverry. Mientras Michelini daba el informe por el oficialismo, en la bancada nacionalista se sucedían incesantes diálogos. Desde las barras siguieron la sesión unas treinta mujeres, muchas de ellas militantes nacionalistas. Y tres de las cuatro senadoras frenteamplistas -Xavier, Susana Dalmás y Margarita Percovich- lucían orgullosas su distintivo de "Por más mujeres".

POSICIONES. Michelini llamó a "dar pelea" hasta último momento. Dijo que se trata de una "batalla cultural" y comparó este proyecto con la histórica ley que instauró el sufragio femenino en la década del 20.

Mientras bostezaba el senador Milton Antognazza (suplente de Carlos Baráibar) y su colega Mariano Arana miraba al piso sin demasiado entusiasmo, Xavier afirmó: "La apuesta del presidente a poner ministras en lugares tradicionalmente asociados a los hombres es una muestra de voluntad política" del gobierno.

Sanguinetti defendió el proyecto, aunque planteó una duda: "¿Hay cerrazón o ha faltado vocación?". Si en dos períodos electorales -el plazo de la ley- no aumenta la cantidad de mujeres "se verá que había falta de vocación", apuntó. En caso contrario, "faltaba un elemento provocador".

En nombre del MPP, Lucía Topolansky admitió que es pesimista: "Hay mujeres que, por la exclusión social, igual no llegarán acá". A la senadora le "rechina" que se acceda a una responsabilidad por la obligación de una ley.

En Uruguay hay 10,68% de mujeres en el Parlamento

Ranking. En materia de cantidad de mujeres en el Parlamento, Uruguay está en el puesto 91 de un ranking de 131 países de la Unión Interparlamentaria Mundial. Hay poco más de una mujer cada diez legisladores en el Parlamento uruguayo: 10,68%. Son catorce mujeres, cuatro de 31 en el Senado y diez de 99 en Diputados. No hay legisladoras del Partido Colorado.

POSICIONES. La media mundial de representación femenina parlamentaria es de 15,9%, según un informe de la ONU. El primer lugar en la lista es para Ruanda, que pasó en diez años de 4% a 48,8%. Suecia está segunda con 47%, Cuba tercera con 43% y Finlandia cuarta con 41,5%. Argentina aparece quinta con 40% y más abajo Costa Rica con 36,8%. Entre los treinta primeros países, sólo dos -Finlandia y Cuba- no han utilizado algún tipo de mecanismo para aumentar la cantidad de mujeres parlamentarias, argumentó la senadora socialista Mónica Xavier. La medición se refiere a los parlamentos unicamerales o las cámaras bajas o de Diputados.

AVANCE. Cuando se dio a conocer el último estudio a comienzos de 2008, el secretario general de la Unión Interparlamentaria, Ander Johnnson, destacó la buena puntuación latinoamericana: "Entre todas las regiones del mundo, la que quizá mejor se está portando es América Latina. Por primera vez tenemos un 20 % de mujeres en el Parlamento, que es casi igual a lo que existe en Europa. Si no fuera por la incidencia de los países nórdicos en la medición europea, América Latina estaría bastante mejor que Europa".

LEYES. En la década del 90, doce países latinoamericanos aprobaron legislaciones que requerían porcentajes mínimos de mujeres en las listas de candidaturas para las elecciones nacionales. Pese a eso, el porcentaje de legisladoras en muchos de esos países sigue siendo muy bajo, según un artículo de los profesores de ciencia política Mark Jones y Bjorn Lomborg, publicado el año pasado en el diario argentino Clarín.

Texto. El proyecto indica que deben incluirse personas de ambos sexos en cada terna de candidatos, titulares y suplentes, en las listas presentadas para elecciones nacionales y municipales, o en los primeros quince lugares. En los departamentos con dos representantes a elegir, los titulares de las listas deben ser de diferentes sexos. La Corte Electoral reglamentará la ley y dictará las instrucciones internas para su cumplimiento. La ley rige por dos períodos. Mónica Xavier dijo ayer que dentro de los partidos no se ha valorado el tema "en su justo término" y que casi no hay mujeres en todas las direcciones partidarias.

Hillary y las gerentas de multinacionales

El tema se prestó para bromas en los pasillos del Legislativo. Fiel a su estilo, el senador José Mujica sugirió: "La deben tener mal los blancos para armar las listas... Acá es un lío por todo. Igual para armar la lista es lo mismo que tenga pollera o pantalón". El senador colorado Isaac Alfie está convencido de que las mujeres son "biológicamente distintas" que los hombres. Y argumentó: "Conozco muchas que dejaron puestos en gerencias de multinacionales".

Rodeado por un grupo de periodistas, Alfie afirmó que -más que votar una ley- deben darse "facilidades" para que las mujeres se interesen por la política. Un poco en broma y un poco en serio, dijo que habría más mujeres si se decretara que las reuniones políticas terminen siempre a la hora 20. Alfie no votará el proyecto, a diferencia del senador forista Julio María Sanguinetti, quien planteó que la ley rija por dos períodos, lo cual fue plasmado en el texto a votar.

Rafael Michelini aseguró en sala que si gana Hillary Clinton en Estados Unidos, "miles de mujeres se preguntarán por qué no pueden estar ahí". Y recomendó ampliar las cámaras "si los hombres no quieren dejar la silla". "Déjenme soñar", pidió. Hay once oradores anotados para el próximo miércoles, entre ellos varios blancos, que ayer no llegaron a argumentar en sala.

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