El Senado rechazó ayer la despenalización del aborto. La discusión no terminó, pues los diputados analizarán reintroducir el tema cuando el proyecto de Salud Sexual y Reproductiva llegue a la cámara.

Cuando el Senado se disponía a votar, y el reloj del recinto marcaba la hora 16.02, el vicepresidente Rodolfo Nin Novoa advirtió a los presentes en las barras que en caso de que se produzcan expresiones a favor o en contra del resultado se les desalojaría inmediatamente.

Confirmado el rechazo al proyecto, los activistas en contra de la despenalización del aborto exhibieron leves signos de satisfacción. Unos pocos levantaron sus dedos pulgares en señal de aprobación, dos mujeres se abrazaron y otros esbozaron una leve sonrisa. No hubo manifestaciones en protesta.

Al momento de votar, el forista Washington Abdala se retiró de sala, como ya había anunciado. En primer lugar se efectuó una votación nominal a pedido expreso de la coordinadora de bancada del Frente Amplio, Mónica Xavier.

Como se preveía, 15 senadores oficialistas lo hicieron por la positiva y dos por la negativa. A estos se plegaron los 11 senadores blancos y los dos colorados de la Lista 15. Luego se efectuaron dos votaciones más, pero a mano alzada, en las que se obtuvieron el mismo resultado.

A continuación se aprobó el proyecto de ley que había sido votado en mayoría por la comisión de Salud Pública, que recibió la media sanción de los 31 integrantes del Senado, pues Abdala había retornado al recinto. Este texto no contenía el capítulo sobre despenalización de aborto.

En las afueras del Palacio Legislativo, algunos integrantes de las organizaciones que se oponen a la despenalización del aborto celebraron la decisión del Senado.

Después de un cuarto intermedio, los legisladores acordaron que el texto aprobado retorne a la comisión de Salud para que se estudien algunas pequeñas modificaciones de redacción. El próximo miércoles se votará en particular el resto de los artículos del proyecto de Salud Sexual y Reproductiva.

EN DIPUTADOS. Los senadores y las organizaciones que reclaman despenalizar el aborto esperan dar una nueva batalla en la Cámara baja. Ya hubo conversaciones con diputados para esclarecer su presunción de voto. Aún la bancada oficialista no resolvió formalmente si se reintroducirá la despenalización cuando el proyecto llegue a la comisión de Salud, pero algunos legisladores ya manifestaron su voluntad. La diputada Eleonora Bianchi, presidenta de la Vertiente Artiguista, dijo a El País que comparte la idea de insistir con el punto. Así se lo trasmitió a la Coordinación Nacional de Organizaciones Sociales por la Defensa de la Salud Reproductiva días atrás.

En caso de que el capítulo II se reintroduzca, la Cámara baja necesitará, como el Senado, la mayoría de los presentes en sala para que el texto se apruebe. Basta que tres diputados oficialistas no apoyen el capítulo para que éste naufrague. Empero, en los partidos tradicionales habrá legisladores dispuestos a acompañar la iniciativa, como la diputada blanca Beatriz Argimón.

Si el articulado se aprueba, éste retornará al Senado. Si el cuerpo lo vuelve a rechazar se convocará a la Asamblea General para que resuelva por los dos tercios de los presentes. Los partidarios de despenalizar quedarían en minoría en la Asamblea General.